Sin miedo a decir NO (+Infografía)

-¿Fumas?
-No.

Siempre hay alguien con ilusorias dotes de listo que se considera más divertido solo por el consumo de ciertas sustancias para nada beneficiosas. En su afán de sobresalir o simplemente bromear, me espeta algo así:

-No bebes, no tomas café, tampoco prendes un cigarro… entonces…???
- Tengo mejores formas de disfrutar la vida- respondo, a secas.

Y es que en la Cuba actual deviene fenómeno común la prevalencia de adicciones, especialmente el tabaquismo. Sobre todo para los más jóvenes se ha convertido en moda, y en muchos casos, quienes se abstienen de practicarlo son marginados por el resto, catalogados de aburridos o “rompe grupo”.

Este hábito fue catalogado como una enfermedad crónica no trasmisible y adictiva por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según un estudio publicado en 2010 por la Revista Cubana Salud Pública, la ingestión de nicotina por el organismo humano “se relaciona con más de 25 enfermedades de distintos síntomas y se estima que la asociación causal entre el tabaquismo y la mortalidad anual es de 30 % con el cáncer general, así como con el cáncer nasal, oral, laringe, faringe, esófago, pulmón, mama, estómago, hígado, páncreas, riñón, uréter, vejiga, con las enfermedades cardiovasculares 25 % y 18 % con las cerebrovasculares”.

Como es de imaginar, para el 2017, dichos estándares internacionales deben haber aumentado, y nuestra Isla dista de permanecer exenta. A pesar de las campañas de orientación a través de los medios de comunicación masiva, institucionales y alternativos, impulsados por las autoridades sanitarias, aún carecen los cubanos de una real percepción de riesgo. Muchos aseguran tener conciencia del peligro a que se exponen,  y del estrago que provoca en el bolsillo; sin embargo, continúan fumando, creyendo quizá que las consecuencias nunca tocarán a su puerta.

Paradójicamente, vivimos en un país cuya producción tabacalera alcanza fama mundial, con vitolas reconocidas, de la talla de Cohíba, Romeo y Julieta, Hoyo de Monterrey, Vegas Robaina, todas en la primera línea de exportación, lo cual constituye un impulso económico. Es esta una de las condicionantes históricas que nos hacen susceptibles como población.

Derivado del crecimiento de los fumadores activos, aumentan también los pasivos,  expuestos, además, a los mencionados riesgos. Ya no es solo cuestión de convivencia, relaciones laborales o de amistad. ¿Se ha preguntado usted, cuánto humo le circunda mientras viaja en un ómnibus repleto o debe hacer fila en el mercado para comprar determinado producto?

La prohibición de fumar en instituciones y entidades estatales, entre ellas los centros educativos, existe desde 1974. Más allá de carteles o normas internas poco respetados, es necesario actualizar esta normativa con una ley circunscrita a todo tipo de espacios públicos y cerrados.

Según los últimos reportes, ya los decisores trabajan en el asunto. Mientras tanto,  abundan los estudiantes que cada día en el aula aprenden Matemática e Historia al compás del aromático cigarrillo de su profesor, y hasta en las propias instituciones de salud es común ver a personal médico, pacientes y acompañantes en la misma actividad.
 
Nunca he probado un puro, mucho menos un cigarro. Tampoco quiero hacerlo en el futuro, por más que parezca anticuada, fuera de onda, o me quede haciendo otra cosa cuando mis compañeros de trabajo salgan después de almuerzo, para disfrutar, como postre, de los “encantos” de la cajetilla y la fosforera.
El Día Mundial sin Fumar debía ser  lunes, martes…jueves… domingo. Para decidir por la buena salud, no basta el 31 de mayo.

¿Pero, cual él es verdadero encanto del tabaco? Me he preguntado siempre, confieso no haberlo probado.