//

martes, 8 de octubre de 2024

Sequía en Cuba: prever para no lamentar

Al cierre de febrero de este año, el 71% del territorio nacional del país ha sufrido las consecuencias de la sequía meteorológica...

Rosmely Alvariño Alvarez en Exclusivo 10/03/2017
3 comentarios
Sequía
El mensaje es claro: es importante prever, para luego no lamentar. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Dada la situación actual del transporte, y que para ir de un lugar a otro probablemente tardes mucho tiempo, de camino al trabajo pueden pasar disímiles cosas. En esta ocasión fui testigo de una interesante conversación entre varias personas que viajaban en el mismo ómnibus que yo, y después fue el pretexto perfecto para comenzar a redactar las primeras líneas de este artículo.

—Yo no sé qué problema hay con el agua. Un día sí y otro no, a mi edificio está entrando bastante menos agua que antes, al punto que estamos poniendo el motor una sola vez el día que toca, cuando siempre lo utilizábamos dos veces diariamente porque nos entraba el agua todos los días— confesaba una ama de casa residente en el municipio Plaza de la Revolución.

—Pues alégrate que sea un día sí y otro no porque donde yo vivo, en Centro Habana, el agua entra con mucha irregularidad, a veces cada tres días, y en mi casa somos siete personas— le contestaba una señora.

—Y peor es en Oriente. Mi mamá vive en Ciego de Ávila y le entra el agua cada cinco o seis días, si no fuera por los tanques y las pipas que van al barrio, no sé cómo se las arreglarían…

La situación no es ficticia o imaginaria. Y es que, como una de las consecuencias de los efectos del cambio climático, la sequía ha aumentado sus afectaciones a distintas regiones del planeta, y Cuba no ha sido la excepción.

Este es un fenómeno recurrente en el país, cuyos efectos actuales se acumulan desde el 2014, pues en los últimos 37 meses la región Occidental ha presentado déficit en los acumulados de la lluvia en 24, la zona Central en 23 y el territorio Oriental en 21, según informó Virgen Caridad Cutié Cancino, especialista del centro del clima del CITMA durante el espacio habitual de la Mesa Redonda.

“Al cierre de febrero de este año, el 71 % del territorio nacional ha sufrido las consecuencias de la sequía meteorológica, siendo la región central la más afectada en los últimos tres años, con más de 12 meses presentando déficit en los acumulados de la lluvia”, explicó la especialista.

Al comparar este período de sequía con los anteriores que tuvieron lugar en el país, Cutié Cancino recordaba que el de 2004-2005 fue el más severo en los últimos 100 años, mientras que el de 2009-2010 representó el más duro de los últimos 50 años.

En los últimos decenios la influencia de la sequía ha dado lugar a que se le considere como uno de los desastres naturales más frecuente y persistente, de mayores efectos negativos para la producción agrícola y con impactos adversos visibles sobre el medio ambiente.

Con 142 municipios afectados actualmente por este déficit, Cuba no escapa a esta realidad. Es por ello que El Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) traza una estrategia encaminada a mitigar el impacto del fenómeno en el país. Durante su intervención en el programa, Inés María Chapman, presidenta del organismo, explicó que con ese propósito existe el Plan Nacional del Agua, aprobado en el 2012 y cuyos objetivos son establecer el uso racional y productivo del agua, regular el empleo eficiente en las estructuras construidas, el enfrentamiento al cambio climático y comprobar la calidad del agua.

Otro de los recursos de la entidad para mantenerse informado y adoptar las medidas pertinentes para atenuar las consecuencias de la sequía es el Balance del Agua, una herramienta de cálculo hidroeconómico que “permite conocer cuánta agua tienen los embalses, qué déficit tenemos, cómo tenemos que distribuirla, cuánta agua subterránea tenemos, para después poder tomar decisiones”, comentó Chapman.

Actualmente Cuba cuenta con una infraestuctura hidráulica compuesta por 242 presas, 729 micro presas, 61 derivadoras y 64 plantas potabilizadoras, entre otros elementos.

El país también atraviesa por una intensa sequía hidrológica, cuyas primeras manifestaciones tuvieron lugar en julio de 2014 con un incremento gradual de zonas del territorio nacional con falta de disponibilidad de agua.

Según José Antonio Hernández Álvarez, director de uso racional del agua del INRH, en julio de 2015 se produjo la situación más desfavorable, pues los embalses llegaron a alcanzar solo el 35 % de su capacidad y se vieron afectados más de 1 280 000 habitantes por la escases el preciado líquido.

Al respecto, Hernández Álvarez mostró algunos datos que, a pesar del ligero alivio, obligan a detenerse. A partir de octubre de 2015 y durante el 2016 se experimentó una mejoría. Actualmente la cifra se reduce a 794 000 afectados de manera parcial —se incrementan los ciclos del abastecimiento del agua, disminuyen los horarios de servicio— y más de 58 700 de forma total, a los cuales se les suministra mediante pipas, cisternas, señaló el funcionario.

A pesar del aumento de las lluvias en 2016, actualmente los embalses se encuentran al 43 % de su capacidad, y nuevamente la zona centro de Cuba presenta las áreas más afectadas. Una de las provincias más afectadas es Sancti Spíritus. La presa Siguaney en el municipio de Taguasco almacena solo el 19 % de su capacidad, lo cual refleja el rigor de esta sequía que afecta a poco más de la quinta parte de la población espirituana.

“La presa Zaza, la mayor del país, acumula solo el 15 %. Hoy tenemos 11 provincias por debajo del 50 %, de ellas dos, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila no alcanzan el 20 %, comentó Hernández Álvarez.

PARA MANEJAR EL RIESGO Y NO LA CRISIS

“Es importante gestionar una mayor eficiencia de los recursos que tenemos para obtener un mejor aprovechamiento del agua que se dispone, ante la prolongada sequía que hoy afecta al país”, aseguró el general de división Ramón Pardo Guerra, jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil de Cuba, en la reunión del Grupo Provincial de Enfrentamiento a la Sequía en la Habana en 2015.

De ahí que, en medio de un panorama extremadamente complejo, con el objetivo de reducir las pérdidas de agua, el INRH trabaja actualmente en la rehabilitación de las redes hidráulicas, la eliminación de los salideros y el reordenamiento del servicio de distribución del líquido con ajustes a las condiciones de cada territorio.

“En el caso de la agricultura, cañera o no, que consume el 60 % del agua del país. Se toman medidas para lograr sistemas eficientes de riego, se busca variedad en los cultivos para que sean más resistentes a la sequía y con mayores rendimiento”, explicó el directivo del INRH, José Antonio Hernández Álvarez.

El gobierno cubano destina recursos importantes para reducir el impacto de la sequía en el país. A propósito del tema, el ingeniero Ricardo Limias Díaz, director de Gestión de Inversiones del INRH, explicó que la Política Nacional del Agua, conformada por programas, establece y regula estas acciones.

Sobre la desalinización del agua de mar, el ingeniero adelantó que se construye actualmente el equipo necesario para este fin, un tema que suscita mucho interés en los lectores y del cual se ofrecerán detalles más adelante.

“En el caso de Sancti Spíritus se perforan pozos y estrategias de distribución, mientras que en Ciego de Ávila se realizó la interconexión Norte-Sur para llevar el agua desde una zona donde se agotó la fuente hacia otra donde todavía existe disponibilidad del líquido”, expresó Limias Díaz.

En paralelo se continúa con la estrategia de la ejecución de los trasvases, obras que permiten conducir el agua hacia lugares donde no hay este recurso.

“Ejemplos de ello son la provincia de Holguín, la cual se beneficia del trasvase Este-Oeste; el sur de Guantánamo, con el trasvase Norte-Sur para la producción agrícola; mientras que en Santiago se han construido tres para mejorar la distribución del líquido”, añadió el funcionario.

Pero más allá del esfuerzo y la voluntad del gobierno cubano por crear las condiciones necesarias para frenar las consecuencias de este fenómeno, se hace necesario elevar la conciencia y el conocimiento de la población, con vistas a que todos podamos contribuir al ahorro de tan importante recurso. El mensaje es claro: es importante prever, para luego no lamentar.


Compartir

Rosmely Alvariño Alvarez

Se han publicado 3 comentarios


senelio ceballos
 11/3/17 11:09

Saludos colegas comentaristas...ALLI en cubadebate.salio un articulo similar....[ entrar  y leer los comentarios]  ...Aqui solo diremos este articulo...muy panoramico / presentatativo  / explicativo....etc..NO queda duda que nuestra generacion construyo machas presas, sistemas de riego, miniCHE etc......BRAVO!!... Pero ha quedado claro / clarisimo  que somos malos explotadores y usuarios del agua....Ejemplos y argumentos tenemos de sobra......QUE HACER?...para cambiar la situacion....Sobre las regiones orientales y occdentales...No conozco a fondo los problremas hidraulicos...PERO EN MI REGION  NATAL...Tenemos ejemplos de sobra, sobre el manejo o mas BIEN el mal manejo de las aguas......LOS SALIDEROS, LOS BAJOS RENDIMIENTOS DE LOS SISTEMAS DE RIEGO, LOS POZOS CONTAMINADOS, etc,etc......Obras que se construyeron y nunca se han usado a plenitud, inversiones subutilizadas , serian imnumerables los prblemas, cont

elpidio
 10/3/17 11:56

Dicen ustedes que mi comentario fue enviado ¿dónde está?

elpidio
 10/3/17 11:53

Lo lamentable es que cada vez que Rubiera pronostica el tiempo, por lo general, no tiene en cuenta que cuando las realidades cambian así debe hacerse con los conceptos. Lo expreso pues cuando anuncia que no habrá lluvias generalmente dice que habrá buen tiempo. El otro día en un pronóstico decía que habría lluvias  para el centro del país pero que, afortunadamente, no las habría para el occidente.Yo creo que abundantes lluvias, con excepción de los azotes de los frentes fríos en el malecón habanero, es un síntoma de buen tiempo ante le enorme sequía. La valoración de las variables meteorológicas debe tener carácter relativo, gracias

Deja tu comentario

Condición de protección de datos