Una Cátedra para transformar (+Videos)

Emplazar la inauguración de la Cátedra de Información y Comunicación para el Desarrollo en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, no solo legitima la iniciativa de un grupo de profesores y estudiantes de la Facultad de Comunicación (FCOM), sino también a los proyectos asociados a esta idea durante años.

Lo que pudiera representar el inicio de un camino no es más que la continuidad de dos décadas de trabajo persistente para transformar –en su sentido más amplio- espacios locales, a partir del asesoramiento en materia de comunicación a proyectos que parten de la comunidad, entre ellos los Talleres de Transformación Integral del Barrio.

Si fuese necesario citar fundadores, la profesora Rayza Portal es el rubro de los años de esfuerzo que se concretan en esta Cátedra. Su trabajo va más allá de erigir principios teóricos y sentimentales, su verdadero mérito está en cautivar a profesores y estudiantes de la FCOM, en lo que pudiese ser una quijotesca meta: transformar la realidad de los espacios locales en Cuba.

Los derroteros de la Cátedra trascienden los márgenes de congregar un grupo de expertos para investigar: se hará ciencia, pero no para engavetarla y obtener grados científicos, sino para llevarla a la comunidad, al barrio, para gestionar mejor los proyectos de desarrollo local, de cooperación internacional,  para asesorar procesos de desarrollo humano.

Esta inauguración se inserta en un contexto particular: un mundo donde la generación de riquezas (culturales y monetarias) está cada vez más asociada al acceso al conocimiento, a la información, a la comunicación y a las tecnologías que favorecen esos procesos. Por tanto, es obligación y no voluntad de la Academia bajarse del estrado para estudiar, conducir y potenciar desde el micro-espacio esa generación de riquezas que se relacionan con la comunicación y la información.  

Para Cuba, desde sus limitaciones infraestructurales en materia de tecnologías, pero también desde su tradición de ponderar la dignidad humana, la Cátedra viene a llenar un espacio para sensibilizar y hacer viables los proyectos económicos y culturales que nacen desde nuestros barrios.

El acto de inauguración no es solo la expresión legal de existencia, es también la mayoría de edad o la madurez de un proyecto, la concreción de aspiraciones no solo de sus miembros, sino también de aquellos que se favorecen directamente en los barrios: la gente, la gente de Cuba.