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lunes, 7 de octubre de 2024

Ternura, que hace tanta falta y tanto bien…

Redescubrir a Martí, enamorar a Cuba con Martí y salvarla también con él, fue la solución que encontró Carlos Alberto Cremata, director de la Compañía Infantil de Teatro La Colmenita, para ser más útil a su Patria...

Leticia Martínez Hernández en Exclusivo 28/01/2017
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Como semilla que se planta en tierra fértil, van los niños de La Colmenita hablando de Martí

El primero de mayo del año 2016 le pusieron a Tin en el pecho la medalla de Héroe del Trabajo de la República de Cuba. Cuando el Presidente cubano se le acercó y le enganchó el sello con la Estrella de Oro, tembló. Dice que Raúl le dio una palmadita en el pecho; él le dijo ¡Cuba, Va!; y se abrazaron.

Esa noche no pudo dormir. Pensaba que aún no merecía el reconocimiento, “quizás dentro de veinte años pueda rozarlo”. Entonces, se dijo, “no me queda más remedio que tratar de empezar de cero y trabajar de verdad”. Sentía que la Revolución lo había empoderado para serle aún más útil: “Lo que vendrá ahora será de ¡Apaga y Vamos!”.

Fue un parteaguas ese primero de mayo. Sobre aquella sensación de querer hacer más, nació la Pandilla de Maestros Ambulantes para Crecer con Martí, lo que ahora mismo le quita el sueño, o se lo devuelve, a uno de nuestros héroes más jóvenes. Redescubrir a Martí, enamorar a Cuba con Martí y salvarla también con él, fue la solución que aquella noche encontró Carlos Alberto Cremata, director de la Compañía Infantil de Teatro La Colmenita, para ser merecedor algún día de tamaña distinción.

Desde entonces los pequeños andan como los Maestros Ambulantes del Apóstol, porque “los hombres necesitan quien les mueva a menudo la compasión en el pecho, y las lágrimas en los ojos, y les haga el supremo bien de sentirse generosos”. Luego de leer a Martí, desde el corazón y sin atropellos, levantando palabra por palabra, salen de la Colmena para hacer el bien en sus escuelas, en los barrios, en la casa con sus familias, esparciendo ternura “que hace tanta falta y tanto bien a los hombres”.

Luego llueven las historias, que se comparten en talleres antes de los ensayos y se guardan en diarios personales que como tesoro mayor guardan. A Maciel y María Carla muchos las dieron por locas cuando salieron a la calle a preguntar sobre Martí, pero no desistieron. Se encontraron con una pareja que romanceaba e indagaron: “¿qué quiso decir el Apóstol con deja a otras el mundo frívolo, tú vales más"? La muchacha, embelesada, les explicó y de vuelta les regaló “un truco”. Les dijo que marcaran en sus celulares el número 8 cuatros veces y escribieran la palabra “Martí”. Entonces en sus teléfonos leyeron: “La familia unida por la comunidad de las almas, es más sólida y me es más querida, que la familia unida por las comunidades de la sangre”. Ese misterio de Martí que nos acompaña, diría Lezama Lima.

Danna, de cinco años, preguntó a una señora blanca en canas: “Abuelita ¿que usted entiende por tu alma es tu seda?”. Cuentan que la anciana no paraba de abrir los brazos y decir: “¡NO puede ser, en estos tiempos, una niña de ese tamaño haciéndome en serio esa pregunta! ¡No puede ser! ¡No puede ser!”

Y así, como semilla que se planta en tierra fértil, van los niños de La Colmenita hablando de Martí, viviendo como Martí, poniendo el bien en el corazón del incrédulo, que termina por multiplicar la ternura recibida.

Es 28 de enero, día que a Cuba le nació uno de sus mejores hijos. Hagamos como los niños de Tin — ese merecidísimo Héroe del Trabajo de la República de Cuba— y esparzamos el bien entre nosotros, crezcamos con el Apóstol, honrémoslo. No habrá homenaje mejor para quien se dio por entero a su Patria.

Nota: Rescato estas letras de algunos correos que intercambié en mayo pasado con Tin. Le escribí hace unos días para pedir su permiso y revelarlas. No me respondió, debe estar trabajando como todo Héroe. Pero si de irradiar ternura se trata, no podía guardarme para mí tanto amor de colmena. A ti que lees, te toca seguir la cadena.


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Leticia Martínez Hernández

Madre y periodista, ambas profesiones a tiempo completo...


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