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martes, 8 de octubre de 2024

La Güira: donde naturaleza y cultura develan la magia (+ Fotos)

Devenidos en parque nacional, los terrenos de la antigua Hacienda Cortina atrapan a visitantes nacionales y extranjeros por su amplia biodiversidad y la cuidada decoración de sus espacios abiertos...

Aileen Infante Vigil-Escalera en Exclusivo 11/03/2017
3 comentarios
Parque nacional la Guira3
José Manuel Cortina era aficionado a representar en su hacienda elementos de los sitios que visitaba durante sus viajes al extranjero. El parque francés y esta réplica del paseo de Versalles así lo demuestran. (Aileen Infante Vigil-Escalera / Cubahora)

Dicen que fue la abundante presencia en la zona del árbol Crescentia cujete L —conocida comúnmente como Güira, Güira común o Totuma— lo que dio nombre a la Sierra donde se ubican las cerca de 133 caballerías de tierra adquiridas en 1906 por el notable abogado, político y diplomático cubano José Manuel Cortina, quien solo unos años después la convirtió en el embrión de una de las más grandes, bellas y prósperas propiedades del occidente cubano: la Hacienda Cortina.

Alrededor de La Güira este hacendado erigió un latifundio de 1 800 caballerías de tierra con particularidades naturales y geográficas idóneas para la explotación de materias primas lucrativas en el mercado nacional e internacional, la cual llegó a abarcar territorios de los municipios pinareños de Consolación del Sur, La Palma y Los Palacios, en la década de 1940.

En sus fértiles tierras se desarrollaron 150 vegas tabacaleras y extensos potreros para la cría y ceba de caballos, ganado vacuno y cerdos; se produjo café, naranja, mango y otras variedades de frutas, además de la miel de abejas; y se fomentaron los pinares y la siembra de encinos y otras variedades de madera en proceso de extinción en la región.

También se desarrolló una política de protección a la fauna que limitaba la caza, y promovía la incorporación de nuevas especies que se reproducían libremente en sus extensos bosques.

Tales medidas constituyen la base de la increíble biodiversidad que exhibe hoy día la hacienda devenida en Parque Nacional La Güira, aun cuando el paso devastador de los huracanes Ike y Gustav en 2008 propició daños terribles a la población de Crescentia cujete L en toda la zona.

Entre las formaciones vegetales potenciadas en gran medida por Cortina en estos terrenos, y que llega a nuestros días como elemento distintivo del lugar, sobresale un frondoso bosque semideciduo y de pinar en el que se han podido censar hasta la fecha 61 de las más de 100 especies de aves reportadas, y que constituyen la mayor riqueza de la fauna regional con un 50 por ciento de endemismo.

La Cartacuba, el Tocororo, el Zorzal gato (Turdus plumbeus), el Negrito (Merropiria nigra), el Tomeguín de la tierra y del pinar, así como el Cabrero (Spingalis cena), el Arriero, la Chillina (Teretistris fernandinae), el Aparecido de San Diego (Cyanerpes cyaneus), el Gavilán colilargo, y para los afortunados, la Siguapa (Asio stygius) y el escurridizo Ruiseñor, fácil de oir pero dificilísimo de ver, son solo algunas de las más conocidas y atractivas.

La flora del lugar se caracteriza por una abundante población de pinares (Pino macho y hembra), y la presencia de otras especies como el Encino (único roble verdadero que existe en el país) y la Guayabita del Pinar (endémica en Cuba). Además de Cedros, Dagames, Jocumas, Atejes Yaya, Yaiti, Guairaje, Guara, Sigua, Ciguaraya, Cabo de Hacha y otras.

 Estas particularidades, unidas a la belleza natural de la región más occidental del país y a la afición de Cortina por el arte y la cultura, convirtieron a la propiedad en la hacienda de recreo más fastuosa del país. Como en ningún otro sitio, espaciosos jardines con faroles de bronce que iluminan pequeñas plazas rodeadas de bancos, copas, esculturas, estanques, fuentes y glorietas circundadas por árboles marcan la ruta hacia la vivienda principal construida en 1924, y que hoy, algunas décadas después del incendio que destruyó casi por completo su estructura original, alberga el restaurante de la Casa Club del parque.

Significativo de la identificación de este abogado con la cultura oriental resaltan dentro de los terrenos de La Güira las casas japonesa y china, contruidas en 1920 y 1940 respectivamente, y donde llegó a existir una importante colección de objetos y obras de arte que se convirtieron en exponente nacional de la civilización asiática. 

Pero Cortina no se limitó a la cultura oriental, sino que intentó representar a lo largo y ancho de su propiedad elementos artísticos distintivos de cada uno de los lugares que visitó durante su vida.

Son ejemplos la réplica del paseo de Versalles ubicado dentro del parque francés, las esculturas de mármol de carrara y bronce que recuerdan a ninfas y dioses de las leyendas griegas, y las representaciones de construcciones medievales como la impresionante portada de la hacienda edificada en 1920.

Si a esto sumamos el lago artificial navegable que brinda un panorama inigualable de la biodiversidad del parque, no caben dudas de que en La Güira naturaleza y cultura se empeñan, aun después de tantos años, en seguir atrapando con su magia.


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Aileen Infante Vigil-Escalera

Se han publicado 3 comentarios


Zoila Peña Herrera
 22/1/23 14:40

Me gustaría visitarla en familia ,saber lugar y precio .gracias.

LAVIGNE
 16/3/17 10:41

Les  puedo decir que este lugar es, sin duda alguna especial. Vivo cerca y lo he visitado desde niña. Me gustó mucho el escrito de Aileen Infante Vigil-Escalera, solo le faltó decir que hoy este lugar presenta un servicio de hospedaje en muy buenas condiciones, para todo aquel q guste de la naturaleza y la relajación q esta nos brinda. Además cuenta con varios lugares q son del disfrute de todo la familia como 2 piscinas, una mesa de billar, restaurant, un mirador una piscina de agua natural, entre otros.

 

 

Ivette
 22/3/17 10:18

Hola Lavigne

Tienes razón. Todo el conjunto es admirable. Puedes enviarme formas de contacto con el hotelito de alli? Este es mi correo ivettef@neuro.ciren.cu

Gracias

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