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viernes, 4 de octubre de 2024

Convivencia difícil

El pueblo venezolano recobra su Asamblea Nacional, pero se augura un álgido encontronazo con la oposición...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 08/01/2021
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Presidente de la Asamblea Nacional-Jorge Rodríguez
Solemne fue la designación de los nuevos dirigentes de la AN, fue electo como presidente el exministro de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez.

Venezuela instaló la renovada Asamblea Nacional (AN) en la que posee mayoría, en un solemne acto en que retornaron al recinto las fotos de los líderes revolucionarios Simón Bolívar y Hugo Chávez, expulsados por la anterior legislatura. Nadie piense, empero, que la activación de uno de los más importantes poderes del país será un paraíso político, por el contrario, la presencia allí, ganada en las urnas, de miembros de partidos opositores auguran álgidas discusiones que empezaron de inmediato, cuando ninguno de sus diputados fue propuesto para integrar la cúpula del órgano legislativo.

No obstante, el hecho de que la AN comenzara su funcionamiento el día 5 de este mes, como establece la Constitución Nacional, es una victoria contundente de las fuerzas revolucionarias, ya que las elecciones legislativas de un mes atrás se realizaron en medio de la pandemia de la COVID-19 y una angustiante situación económica fomentada por Estados Unidos y sus medidas extremas en la guerra no convencional y unilateral que ya dura dos décadas.

Esos comicios efectuados el pasado 6 de diciembre contaron con cerca de 1500 observadores y 300 representantes de más de 34 países. La oficialista alianza Gran Polo Patriótico (GPP) ganó el 67,6 % de los votos emitidos.

Solemne fue la designación de los nuevos dirigentes de la AN, donde por amplia mayoría —los diputados opositores no quisieron votar— fue electo como presidente el exministro de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, psiquiatra de profesión y veterano dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fundado por Chávez.

Aunque en desacuerdo con la propuesta, la oposición no presentó ningún candidato, una expresión de la división interna existente en esas agrupaciones que sí aceptaron presentarse en los comicios legislativos.

A Rodríguez lo acompañan en su nueva función Iris Varela, como primera vicepresidencia, y Didalco Bolívar, segundo vicepresidente, luego de ser electos a mano alzada por la mayoría.

También el diputado Pedro Çarreño, de la alianza oficialista, propuso y fueron electas Rosalva Gil, como secretaria de la AN, e Inti Hinojosa, como subsecretaria.

Con la designación de sus nuevos líderes, el ala más radical de los conservadores pierde la trinchera de mayor poder, pues aunque en desacato y sin vínculos con el Ejecutivo y el Tribunal Supremo de Justicia, urdió macabros planes contra el gobierno de Nicolás Maduro y sirvió de trampolín a vasallos de Estados Unidos (EE. UU.), entre ellos el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó.

Considerado una figura sin seguidores, pero que sigue recibiendo financiamiento de la Casa Blanca para desarrollar sus siempre fracasados planes, este martes, Guaidó puso en funcionamiento un legislativo paralelo, ya que, en su opinión, los recientes comicios fueron fraudulentos. Por tanto, y para seguirle aún la rima al saliente presidente Donald Trump, armó su tarima y juró a sus diputados fantasmas de manera virtual.

Mientras, en el plenario de la legítima AN, Rodríguez pronunció un discurso catalogado de reconciliador en el que, de entrada, llamó la atención sobre la necesaria unidad de los 277 legisladores que juraron lealtad a sus cargos, para luego de cinco años perdidos enrumbar los verdaderos propósitos del órgano unicameral.

Ante invitados de varios países y el cuerpo diplomático acreditado en Caracas, el exministro, y uno de los principales interlocutores en el diálogo de paz alcanzado con partidos opositores durante varios meses, denunció los desmanes de los anteriores dirigentes, advirtió que esta legislatura está obligada a triunfar a favor del pueblo, apegada a la Carta Magna.

Tras señalar que las estrategias utilizadas en los años de una AN opositora causaron mucho daño al país, pues sus miembros solo dirigieron las acciones de violencia que dejaron decenas de fallecidos, intentos de magnicidios frustrados y hasta la solicitud por medio de sus voceros para que EE. UU. interviniera militarmente en el país.

En su primer discurso, Rodríguez se refirió a la política fascista de los anteriores diputados, y planteó: “…perdón sí, pero sin olvido, perdón sí, pero hay crímenes que tienen que ser pagados, porque fueron contra el pueblo venezolano”, en tanto recordó las actuaciones de Guaidó y sus aliados.

El presidente de la AN recordó que, entre otras fechorías contra la institucionalidad del país, llegaron a pactar con narcoparamilitares y con otros actores políticos para entregar el territorio Esequibo a cambio de apoyo y se robaron los activos de Venezuela, que debían ser utilizados en la compra de alimentos y las vacunas contra la COVID-19, por ejemplo.

Precisó que la mayoría de esos exlegisladores “se robaron hasta el dinero entregado por el saliente Donald Tump para derrocar al gobierno bolivariano y su presidente Nicolás Maduro y ahora viven en barrios exclusivos de Bogotá, Miami y Madrid”.

Según Rodríguez, el epicentro, el núcleo de esos planes, fue ese recinto, que se arrodilló ante el gobierno de Estados Unidos y de Trump, uno de los políticos más reaccionarios de la potencia norteña.

En lo que puede calificarse como sus primeras orientaciones a los parlamentarios, llamó a sus colegas a escuchar al pueblo, a salir a las calles y a no encerrarse en el confinamiento de las reuniones de la AN, con el interés de responder al mandato popular.

Anunció que se nombrará una comisión especial parlamentaria para el desarrollo de un diálogo nacional de reconciliación e invitó a participar a todos los sectores políticos y sociales de la nación suramericana. En los próximos días también, dijo, presentaremos 12 proyectos de leyes de beneficio nacional.

El presidente de la AN indicó que desde ese órgano se promoverán los parlamentos comunales, mientras mostró su seguridad en el sostén del presidente Maduro para recuperar el estado de bienestar que trajo a la población la Revolución Bolivariana, a pesar de las sanciones y de los bloqueos de sus enemigos.

La decisión del pueblo venezolano de vivir en paz y democracia, fue puesta de manifiesto en la victoria del llamado 6D, en que el oficialista Gran Polo Patriótico encabezado por el PSUV ganó en las urnas.

Aunque Guaidó se niega a morir políticamente y siga considerando fraudulentos los comicios que lo sacaron de manera definitiva de su escaño en la AN, ni siquiera la oposición, en especial la más poderosa, reconoce su supuesto liderazgo.

Empero, este día 5, el fantoche creado por Trump encabezó una sesión virtual durante la cual instaló esa AN opositora, conformada por decenas de diputados, cuyo mandato expiró pero seguirán legislando para dar “continuidad administrativa” a sus funciones, alegando la falta de legitimidad del Parlamento electo en diciembre pasado.

En ese sentido, el canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, rechazó un comunicado de Washington en respaldo a Guaidó y aseguró que la administración ultraderechista saliente pasará a la historia de la antidiplomacia.

“En una de sus últimas funciones, aparece el dueño del circo. El agónico gobierno de Trump insiste en su errática estrategia de cambio de gobierno por la fuerza, derrotada por la realidad y por el digno pueblo venezolano”, escribió el titular de Relaciones Exteriores en la red social Twitter.

Para quienes, como Guaidó, pensaron hace cinco años que sin la AN el chavismo tenía los días contados, una vez más se equivocaron. En medio del golpe que representó perder el Poder Legislativo, el Gran Polo Patriótico convocó a una Asamblea Constituyente plenipotenciaria en 2017 y luego Maduro fue reelecto en 2018 en elecciones transparentes en las que superó en votos a varios líderes conservadores.

Para el politólogo venezolano Ricardo Sucre: “La oposición optó por una estrategia a partir de un supuesto equivocado: que el chavismo iba a ser más débil y se iba a fragmentar con Maduro”. Sin embargo, no solo fracasaron los planes contrarrevolucionarios, sino que la población demostró el espíritu de resistencia y de lealtad hacia el chavismo en una época terrible, amenazado constantemente por EE. UU. y sancionado con alevosía. Nunca les han podido torcer los brazos a los venezolanos.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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