PIB de Cuba: para llevar el 4 por ciento al día a día

Más de un cubano leyó con agrado un titular aparecido recientemente en el diario Granma “Economía cubana crece en torno a lo previsto”; minutos después de publicada la nota, múltiples medios de comunicación se hacían eco de la misma: “El PIB de Cuba crecerá poco más de 4% en el primer semestre del 2015", dijo el vicepresidente cubano Marino Murillo, en una reunión del Consejo de Ministros.

¿Y qué significa que el PIB de un país crezca? Muchas veces los significados de las cifras macroeconómicas se nos escapan, pero lo primero que saltó a la mente fue la búsqueda de datos en contexto: en 2014, la economía cubana apenas tuvo un crecimiento de 1.3%, inferior al 2.2% previsto.

De modo que recibir estas cifras en 2015 representa la noticia de que Cuba camina en la dirección correcta. Murillo destacó que "la economía lleva buen ritmo de crecimiento" y que el país está "en condiciones de terminar bien el año, pero tenemos que seguir trabajando duro".

Recordemos que, desde diciembre, Murillo había vaticinado la expansión de 4% en el crecimiento del PIB, con el que precisó que la economía nacional revertiría "las moderadas tasas anteriores y la tendencia a la desaceleración de los últimos años".

Según explica el vicepresidente, se observa un crecimiento en todas las actividades, pero las cifras más altas se concentran en la industria azucarera,  la manufacturera, la construcción y el comercio; mientras que los incumplimientos están centrados fundamentalmente en transporte, almacenamiento y comunicaciones.

¿Qué de positivo y de negativo se puede leer entre líneas del Informe presentado en la Reunión del Consejo de Ministros? ¿Qué retos tiene el país por delante?

Entre las buenas noticias se hallan, por ejemplo, que la balanza comercial mostrara un comportamiento positivo durante el año; que se prevea cumplir el plan estatal en la construcción de viviendas, y que, por esfuerzo propio de la población, se estime concluir 6 000 en el semestre y 17 000 en el año, número superior en 5 301 a las edificadas en el 2014.

Otra buena nueva para compartir es que el salario medio creciera a partir de los incrementos realizados, fundamentalmente, en el sector de la Salud en el segundo semestre del 2014; mientras que la productividad del trabajo aumentó un 5,3 %.  Por otra parte, los ingresos al Presupuesto del Estado ascendieron el año pasado a 47 000 millones de pesos, lo que significa un 103 % de cumplimiento del plan, y de los 33 000 millones de pesos dedicados a la actividad presupuestada, más del 55% quedaron en actividades claves para la población como Salud Pública, Educación, Cultura, Arte y Deporte.

Sin embargo, Murillo ha llamado a la reflexión sobre aspectos claves para continuar creciendo. De los datos y consideraciones publicadas por Granma saltan preguntas como: ¿Por qué los incumplimientos se localizan, sobre todo, en transporte, almacenamiento y comunicaciones? ¿Por qué se ha mantenido inestable la presencia de varios productos alimenticios en la red de tiendas en divisas, debido a que no se cumplen las producciones nacionales y las importaciones para ese mercado interno en surtidos como queso, pollo, embutidos, picadillos y salchichas?

¿Cómo entender la no materialización de las inversiones previstas para el 2014 y el 2015 por falta de partes, piezas y agregados, problemas en los talleres para brindar servicios, persistencia de problemas organizativos y baja disponibilidad técnica del sistema ferroviario y automotor?

Marino Murillo nos ha puesto a pensar sobre distintos temas y ahora es el momento de actuar. En cuanto a inversiones, se ha anunciado que para el cierre del 2015 se estima un incumplimiento, por lo que, indicó Murillo: “se debe ir avanzando poco a poco en diseñar el plan de manera tal que todas las capacidades estén creadas desde el año anterior”.

¿Qué puede haber impulsado, además, ese 4 por ciento? Recordemos que desde hace un año entró en vigor la nueva Ley de Inversión Extranjera y, hasta el momento, hay seis empresas aprobadas para radicarse en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), cinco de ellas de inversión extranjera cien por ciento, cuyo objetivo fundamental es la producción de bienes en la zona.

De acuerdo con Rodrigo Malmierca, ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera,  en el reciente Foro de las Américas: “Cuba necesitaría alrededor de 2,500 millones de dólares anuales en inversión extranjera para estimular un crecimiento que devengue en desarrollo, prosperidad y sustentabilidad para su proyecto socialista”, cifra que reconoció llevará tiempo alcanzar.

“Lo más importantes es lograr encadenar productivamente los distintos sectores y que la inversión extranjera haga que la economía cubana sea más integrada”, afirmó.

Por otra parte, en las buenas noticias de 2015 también encontramos un aumento del turismo durante los primeros dos meses del 2015, con 731  299 visitantes respecto a los 636 224 del mismo periodo en 2014, según informó la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).

Ya vemos reflejados a nivel macroeconómico los primeros resultados de los pasos dados por Cuba. Mientras leemos una y otra vez el informe publicado por Granma, no dejamos de pensar que son avances importantes y prometedores, pero para que el regocijo sea total, tendrán que trascender la parte macroestructural y llegar al día a día de los cubanos. Solo entonces ese 4 por ciento significará una transformación notable para la vida cotidiana de los cubanos y cubanas.