Tras los quehaceres semanales, Cuba y sus ciudades invitan a pasear, bailar en discotecas o, simplemente, a platicar en el parque, para aquellos que, como John Travolta, gozan la “fiebre de sábado por la noche”. Sin embargo, en los amantes del calor hogareño, queda el infortunio de cambiar de canal, hasta presionar el botón de apagado en el mando a distancia, después del noticiero.
El televisor, sin ánimos de enfriarse aún, parece gritar, a punto de perder la batalla: “¿Dónde está el acostumbrado musical sabatino que antes reunía en casa a toda la familia? ¿Por qué no han resultado los intentos por rescatar la calidad de este espacio en los últimos años? ¿Cómo lograr un programa acorde a las expectativas de los receptores de hoy?”
Vivimos en la Isla de la música. Es hora de asumirlo. No es solo un eslogan publicitario y el público continúa ansioso de constatarlo en pantalla. Durante tres meses, se adueñó de los domingos el finalizado “Sonando en Cuba”, que en la segunda edición, (todavía con algunas sombras), dejó bien alta la parada en la programación televisiva, pues demostró la posibilidad de concebir y materializar verdaderos espectáculos de participación.
Pero el vacío queda en la parrilla del séptimo día. Muchos extrañan los tiempos de “Sabadazo” y la efervescencia de esa azotea aglutinadora de buenos acordes y fino humor, en el crudo período especial. Fue una fórmula bastante acertada la del director Julio Pulido y los miembros de aquel aguerrido equipo. Dejó un sello único, en correspondencia con el contexto, de ahí que tratar de copiarla en la actualidad, quizás sería poco inteligente.
Hoy existen otras opciones para el consumo audiovisual, condicionado por la penetración de productos foráneos de buena y mala factura, mientras nuestras transmisiones, resquebrajadas por tantos altibajos, precisan también transformarse, a tono con los cambios que experimenta la sociedad y sus rutinas.
Este martes el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, acogió nuevamente el encuentro Comunicar TV. Allí se reunió una selección de públicos no especializados , así como académicos y reconocidos directores de programas musicales latentes en la memoria colectiva.
Sabiamente, el director de De la Gran Escena, José Ramón Artigas, expresó en su intervención: “El gran show de sábado debe tener de todo, pero la base es un estudio serio. Mucha gente no sale el sábado por la noche, su compañía natural es la televisión; debemos investigar qué por ciento de cada generación está frente a la pantalla” y llamó también a convocar “talento y creatividad pero con recursos.(…) A todos nos duele la televisión…”
En tal sentido, el Centro de Investigaciones Sociales del ICRT desarrolla con frecuencia pesquisas que sirven de medidores en la cuestión de definir la marcha de los programas y su teleaudiencia. ¿Serán siempre consultadas por los decisores? ¿Entenderán también cómo es diferente el alcance y la apropiación de los mensajes en el campo y la ciudad?
Una vez más salen a colación las dificultades financieras a la hora de emprender un proyecto capaz de satisfacer, al menos medianamente, las expectativas de un público heterogéneo. El estudio 10, por ejemplo, apenas puede sobrevivir a las carencias tecnológicas y constructivas que atentan contra la calidad del sonido y la aplicación de un buen diseño escenográfico. Verídica es la existencia de “una ruptura entre las capacidades de la producción y las necesidades de la propia televisión”, como afirmó, el realizador Víctor Torres, en tanto, provocaba la reflexión en los asistentes a este foro.
Los problemas económicos pueden sortearse si el ingenio toma las riendas. Bien pudieran hallar eco en la TV, los conocimientos de jóvenes graduados en áreas como: la música, la actuación, la Comunicación Social, y las especialidades de dirección cursadas en la Facultad de Medios Audiovisuales del ISA, (donde aún falta incorporar el perfil de guion). Es hora de convocar, además, a los aficionados, y capacitar a aquellos que esconden una voz melodiosa en la ducha o la emplean para conversar con sus amigos con la fluidez de un locutor.
Harto está el pueblo de la repetición de esquemas, conductores poco profesionales, el exceso de entrevistas sin intencionalidad definida, donde predominan rasgos de servilismo a los artistas y las presentaciones de una prestigiosa compañía, como el Ballet de la Televisión Cubana solo para “remendar agujeros”. Urge detener la difusión de los mismos cantantes y orquestas en cada emisión, o la exacerbación de géneros comerciales en detrimento de las músicas culta y alternativa, que bien colocadas, se aceptan siempre.
No estamos a la espera de un milagro. Frotar la lámpara de Aladino tampoco hará surgir de la nada el soñado musical que enamore y trasmita los verdaderos valores del universo sonoro, vital entre las esencias de nuestra cubanía. Se necesita trabajar y mucho, contar con mayor apoyo popular y del gobierno. Pero es imposible seguir detenidos, privados de la oportunidad de ir a la cama el sábado, con el dulce sabor de una noche en familia junto a la TV.
robertoartemisa
12/11/16 11:49
carlosvaradero
10/11/16 15:24
Sonando en Cuba demostrò que cuando se quiere se puede....
Despuès de Juntos a la 9 o Sabadazo, la noche de los sabados nunca volviò a ser la misma
Hace años esperamos el gran musical que tenga sentados a los cubanos frente a la pequeña pantalla, es una deuda que tiene la TV cubana con los televidentes.
Gracias!
armando
7/11/16 11:32
Saludos:
Pienso que UD nacio hace pocos años y no en este pais, o siempre ha sido ajena a la TV de este pais.
Muy injusto ese nombre para el articulo.Pienso que Ud le alcanza su salario y no conoce cuanto cuesta hacer television en los paises en que pocos pueden salir a disfrutar sus ratos libres.
No estamos en el extranjero, donde los patrocinadores ganan mas y mas dinero.En este pais la TV tiene un mensaje educativo. Gracias que se puede ofrecer esta programacion, por los 5 canales que pienso que "Ud no disfruta"
Si desea ver un programa de TV como en el extranjero, la invito a tramitar el pasaporte, comprar el pasaje y haga un viaje a esos paises, "" por que pienso que Ud no paga el paquete semanal"".
anti-retrógrados
2/12/16 14:23
y yo pienso que por personas como Ud. es que no existen buenos programas el sábado en la noche, mire mi señor, ella nunca ha hablado de hacer un programa de factura extranjera pq bien sabemos que no está a nuestro alcance, pero eso no tiene nada que ver con la calidad y la creatividad, se pueden hacer excelentes programas, que diviertan a la población, con muchísima música cubana sin la necesidad de grandes gastos, y el ejemplo clásico fue el gran SABADAZO, como expuso la periodista, que por demás se hizo en pleno período especial, para que vea Ud.
Jorsamo
7/11/16 11:08
Es que nuestra televisión de los sábados, desde hace rato (con la muerte de “Sabadazo”) está falta de ideas, de deseos de mejorar, de trabajar y de hacer las cosas en favor del público y para el público; les ha faltado mucha iniciativa, se aprecia demasiado conformismo e inmovilismo, seguimos durmiendo con la desidia, es muy probable que en cualquier momento se decida “botar el sofá” el día en que alguien se le ocurra decir: no más musicales los sábados, pues para eso tenemos otros días de la semana para poner un buen musical, y ya, san se acabó.
Habanera
7/11/16 10:13
En lo que sucede el milagro y aparece el musical del fin de semana, bien podrían ir poniendo otra cosa. Están torturando a los telelvidentes cada sábado.
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