Pilares básicos para una ancianidad feliz

Con un bastón y serias dificultades motoras, Abel apenas tiene conciencia de lo que fue años atrás. Era buen mozo, alto, robusto, con una fuerza incalculable en las manos debido a la profesión de tornero que ejerció durante décadas.

Hoy, al paso visible de los años, se le suma una pérdida notable de la memoria que muchas veces le hace preguntarse: ¿quién soy?, ¿dónde vivo?, ¿quiénes me rodean? Sin embargo, el anciano que cumplirá en diciembre próximo 85 años de edad puede considerarse un ser dichoso, ya que tiene una familia que lo quiere, respeta y cuida, pilares básicos para una ancianidad feliz.

La tendencia demográfica en Cuba, ciertamente, apunta hacia un envejecimiento cada vez más pronunciado. Una investigación del Centro de Estudios Demográficos (CEDEM), de la Universidad de La Habana, subraya que en el 2010 el 17,8 % de la población tenía más de 60 años, lo cual llegó a 17,9 % en el 2011, y a un 18,3 % en la actualidad.

Esa situación se incrementará en los próximos años, por lo que a partir del 2018 el segmento laboralmente activo disminuirá de forma sostenida en comparación con el económicamente dependiente, no solo a consecuencia del envejecimiento, sino por el lento incremento del número de habitantes.

¿QUÉ OPINAN LOS ACADÉMICOS?

La prioridad del asunto ha hecho que este sea objeto de estudio de varias instituciones, como la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) y el propio CEDEM. También fue contemplado de manera explícita en el Lineamiento 144 de la Política Económica y Social del Partido, aprobado en su VI Congreso, y analizado en el recién Consejo de Ministros.

El doctor Alberto Fernández Seco, director de Asistencia Social y al Adulto Mayor del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), ha comentado que en el 2050 Cuba será uno de los países más envejecidos del mundo pues, aproximadamente, un 30,8 % de la población tendrá 60 o más años. Las causas de este fenómeno —señaló— están en las políticas sociales llevadas a cabo por la Revolución desde su propio triunfo.

Por otra parte, Juan Carlos Albizu-Campos, investigador del CEDEM, considera que el envejecimiento no constituye un problema en sí mismo. “El reto está en cómo satisfacer las necesidades cambiantes de esa población, para lo cual resulta decisivo, entre otras acciones, aumentar la productividad del trabajo y lograr una mayor eficiencia en todo”, argumentó.

Algunos datos que caracterizan el contexto socio demográfico cubano actual y perspectivo, según el Centro de Estudios de Población y Desarrollo, de la ONEI, son: bajos niveles de crecimiento poblacional, de fecundidad, mortalidad y mortalidad infantil; alto desarrollo humano y elevada esperanza de vida.

Según datos aportados por Juan Carlos Alfonso Fraga, director e investigador de este centro —que toma como referente la información de la Oficina del Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas—, en el 2010 Cuba ocupó el puesto 53 en las clasificaciones globales y, por tanto, entre el grupo con IDH alto, y en sexto lugar si solo se toma en cuenta la región de América Latina y el Caribe.

“Esto refleja los logros alcanzados por los cubanos con 10 años de escolarización promedio entre adultos, casi 18 años de instrucción entre los más jóvenes y 78 años de esperanza de vida”.

 FECUNDIDAD. PUNTO Y APARTE

Cuando todavía no se hablaba del Censo de Población y Viviendas, efectuado el pasado año, los especialistas del tema demográfico ya aseguraban que en Cuba no llegaríamos a ser 12 millones. De hecho, cifras actualizadas certifican que ahora somos 11 167 325 (once millones ciento sesenta y siete mil trecientos veinticinco) habitantes; 10 418 menos que los censados en el 2002.

Sin duda, hoy tenemos una estructura de población envejecida, y su causa fundamental está en los bajos niveles de fecundidad; en eso también incide el elevado índice de esperanza de vida (77,97 años; 76, los varones y 80, las hembras), así como los bajos niveles de mortalidad infantil, explicó la doctora Grisell Rodríguez Gómez, también investigadora del CEDEM.

“En nuestro país, desde 1978, cada mujer no tiene una hija que la remplace en su rol reproductor, es lo que los demógrafos llamamos estar por debajo del remplazo. Por lo tanto, esto no es consecuencia del llamado período especial, sino, viene desde entonces y las razones no son, únicamente, financieras. Los patrones culturales y sociales de comportamiento nos dicen que ellas prefieren tener pocos hijos, familias pequeñas”.

El proceso social de los años 60 y el triunfo de la Revolución propiciaron la incorporación de la mujer al trabajo, el ejercicio de sus plenos derechos reproductivos; así como el uso de anticonceptivos, factores que han influido en los bajos niveles de fecundidad.

En el 2010, la tasa bruta de reproducción se comportó en un 0,82 (8 hijas por cada diez mujeres); en tanto, Guantánamo es la provincia que tiene mejor indicador (con 0, 97).

Para la estudiosa del tema, tal situación no debe verse como buena o mala. “Es el resultado del proceso de transición demográfica, de disminución de los altos niveles de mortalidad y fecundidad, como les ha ocurrido a los países más avanzados”.

 PLANES DE ACCIÓN A CORTO, MEDIANO Y LARGO PLAZO

Considerada como una prioridad, la situación actual y perspectivas de las Casas de Abuelos (con un régimen seminterno) y los Hogares de Ancianos (interno) fue analizada en la última reunión del Consejo de Ministros, que estuvo presidida por el presidente Raúl Castro, quien asegurara que “el problema del envejecimiento poblacional es un asunto serio”.

Es este un tema que no admite esperas, y el Estado está consciente de que las medidas no pueden tomarse de la noche a la mañana. Resulta imperioso garantizar una superestructura material y contar con especialistas preparados en las más disímiles ramas.

“Necesitamos más geriatras que pediatras; una mayor atención al adulto mayor, y no solo desde el punto de vista de la salud, sino como parte de un enfoque integral, que posibilite aprovechar más la experiencia de estas personas que rebasan los 60 años. De miras a una población envejecida, se hace imprescindible el trazado de acciones en materia laboral y económica”, sentenció la doctora Grisell Rodríguez.

Elevar la integración de estrategias educativas, de planificación familiar y de salud sexual y reproductiva; diseñar e implementar acciones con enfoque multisectorial para atender la mortalidad según diferenciaciones de edad, sexo, color de la piel; trabajar en el diseño e implementación de una política de migraciones internas, son algunas de las recomendaciones del CEDEM, que ratifican el hecho de que la “la atención a los ancianos es una prioridad”, según afirmara el presidente Raúl Castro recientemente.