No sirvió (+Infografía)

Soy de las personas que desayuna por compromiso, la verdad, comer a primera hora de la mañana me cuesta bastante. Sin embargo, otros suelen disfrutar sus desayunos, lo encuentran imprescidible, algunos inician el día solo con una taza de café y un cigarro y también están los que no necesitan que sean las nueve  para darse su ‘’cañangazo’’ de ron…..

-Vaya, date un buche que esto es oro líquido: añejo especial 7 años....

Así empezaba su semana Antonio* cuando cursaba el onceno grado de mi grupo del preuniversitario. Escenas como estas eran muy comunes, él y su grupo de amigos solían ingerir cualquier tipo de bebida. Sin importar el día y la  hora llegaban con sus termos cargados de los más disímiles tragos: rones, cervezas,whiskys (a veces ligadas incluso) y así lograban ese estado de ‘’relajación’’ tan necesario para  enfrentarse a los horribles 90 minutos del doble turno de matemáticas…

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el alcholismo se define como "cualquier deterioro en el funcionamiento físico, mental o social de una persona, cuya naturaleza permita inferir razonablemente que el alcohol es una parte del nexo causal que provoca dicho trastorno ‘’

En Cuba, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas representa un problema a tratar cuanto antes. En el artículo ‘’La hipertesión arterial según la Encuesta Nacional de Salud de 2018- 2019" se presentaron resultados alarmantes como que el 68% de los encuestados empezó a consumir bebidas entre los 10 y los 19 años de edad.

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Después de los primeros turnos, de los que que apenas lograba copiar la fecha y el asunto, Antonio hacía uso de sus dotes de acróbata para saltar por el muro del patio trasero para escaparse de la escuela y recalar en el parque que estaba en frente donde continuaba la ingesta de alcohol como si se tratara de agua fría en un día de verano.

• Consulte además: ¿Cómo eliminar el Alcoholismo?

-A mí me pelean en la casa, pero me da igual. En la familia todos toman cuando hay fiestas , ahí fue donde empecé, con los hombres de la familia cuando tenía catorce años y desde entonces no paro chama, aunque me regañen y me digan que eso no es bueno , a mí me encanta partirme la cara .

-Macho pero entrarle así a las clases es demasiado, tú a las 11 de la mañana hay días que ya estás en nota.

-Lucky asere no seas bobo, esto pone a uno riquísimo y lo puedes encontrar de calidad en cualquier parte a buen precio, pero ya yo estoy que la calidad me resbala. A mí lo que importa es volarme  y desentenderme de todo, así se vive más suave y en mi grupo todo el mundo le descarga a volarse, así que todo rico, todo rico.

Las semanas pasaban y las cosas no mejoraban con Antonio, los constantes llamados de atención de los profesores a la familia no evitaban que el muchacho volviera a las andadas y cada día tenía un nuevo llamado de atención. Pese a que era de las personas más inteligentes que había conocido, sus resultados académicos se veían notoriamente afectados y eso, la verdad, no parecía molestarle mucho….

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Según el artículo ‘’Caracterización del consumo de Alcohol en el adolescente’’ publicado en la Revista Cubana de Medicina Física y Rehabilitación en 2018, la adolescencia es una etapa compleja donde hay una transición entre la infancia  y la adultez, en la cual el individuo se siente miembro y partícipe de una ‘’cultura de edad’’ caracterizada por sus propios comportamientos, valores, argot, espacios y modas.

También este trabajo menciona la relación existente entre los adolescentes y el consumo de bebidas en fiestas y recalca la importancia que tiene la prevención para evitar que la ingestión  de estas y otras sustancias noscivas no se vuelva un hábito.

Por otro lado resaltan que pese a que la venta de bebidas a menores de 16 años es penado por la resolución 334 de 2004,  había en 2018 una notable tendencia a que los adolescentes comenzaran a beber desde edades muy tempranas y hace un llamado de atención a lo tolerantes que suelen ser las autoridades con respecto a este fenómeno cuando se puede percibir en plazas y parques los días festivos o fines de semanas pese a las regulaciones existentes.

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Llegaban los sábados y nos reuníamos en la fuente o en calle G a pasar el rato por las noche y ahí estaba Antonio con sus amigos. Ellos eran los encargados de comprar las botellas, misión que cumplían con el mayor de los gustos. Aunque la mayoría probamos nuestro primer trago en esas andadas, casi ninguno llegaba a un tercer buche, sin embargo:

-Traga,Traga, Traga, Tragaaaaaa

Antonio y su ‘’combo’’ de colegas apostaban a ver quién tomaba más. Era simpático ver cómo tenían hasta un sistema de competencia con eliminación directa y nos pedían que fuéramos árbitros y testigos de sus épicas batallas de consumo . De pronto Antonio es campeón pero él y su rival caen al suelo envueltos en vómitos que parecen dejarlos vacíos.

 Después de llevarlos al policlíno y luego a sus respectivas casas cargados al hombro casi en estado de coma etílico, varios de nosotros nos quedamos pensativos. Eso no era normal pero ellos parecían no poder controlarlo, necesitaban ayuda antes de que fuera muy tarde.

Sin embargo, las cosas no cambiaron mucho. Tony y sus colegas no salían de una para entrar en otra: fueron arrestados por bañarse en el malecón, otro día por una pelea en el desfile del primero de mayo, luego dejaron botados los documentos de identidad, dos actas de advertencia por ausencias y llegadas tardes a la escuela. Podía decirse que sus futuros les eran indiferentes, solo necesitaban estar borrachos ante la vida.

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No son pocos de adolescentes como los que se presentan en esta historia, y muchas veces desconocen cómo y dónde  buscar ayuda para enfrentar estos problemas. Para el Máster en Ciencias en psiquiatría y adicciones Yali López Guido resulta primordial en trabajo que se realiza en Cuba en aras de elevar la percepción de riesgo y brindarle ayuda a quien la necesite. El especialista resaltó lo importancia de  dar con los códigos de comunicación correctos para hacerles ver a esos jóvenes y adolescentes que no están solos y que hay un grupo de instituciones y personal  en los que pueden auxiliarse.

También agregó que Cuba cuenta con consultas para pacientes que presenten problemas de adicción en cualquier edad y que los grupos de ayuda están disponibles en todas las comunidades de la nación. Por otro lado añadió que hay varios tipos de terapias como la práctica de deportes de equipo y aerobios al aire libre que contribuyen a la mejora de los enfermos que se encuentran en recuperación.

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No recuerdo exactamente cuando noté el cambio, creo que fue cuando entramos al curso siguiente. Antonio y uno de sus secuaces se replanteron muchas cosas después de sus últimos incidentes. Un día marcó al 103 y decidió empezar a recibir tratamiento.

 Aunque fue muy difícil y tuvo que dejar de frecuentar a determinadas personas y cambiar muchos hábitos y costumbres logró salir adelante, terminó el preuniversitario y hoy por hoy estudia en la Universidad y trabaja, sin embargo no a todos les fue así.

En una de esas reuniones de grupo que tuvimos la necesidad de posponer por la llegada de la pandemia, volvimos a vernos. Lo ví ahí, pero también  vi a otro de sus antiguos compañeros de andadas, o bueno, a lo que quedaba de él: más delgado, dientes amarillos, no paraba de caminar, si pasaba 10 minutos sin prender un cigarro le temblaban las manos, no articulaba dos frases seguidas con sentido; fue horrible presenciar esa imagen.

 Le pregunté a varios de los presentes y fue Antonio el único que me supo decir:

-Ale* siguió descontrolado, no paró de tomar y mira que traté de que fuera con Manuel* y conmigo a la rehabilitación pero no pudimos y en determinado momento nos tuvimos que alejar de ese medio. Pero él siguió y a los meses también empezó a bajar drogas. Ya lo han tenido que ingresar de urgencias dos veces.

-Que triste mi hermano y ¿la familia qué dice?

Lucky, su mamá ya no sabe que hacer. Le ha vendido hasta los muebles. Lo miro y me entran ganas de llorar, si no llego a retirarme de toda esa mi… hubiera terminado igual. No vale la pena macho, de verdad que no sirvió.

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*Los nombres de Antonio, Manuel y Ale son pseudónimos para proteger la identidad de los verdaderos protagonistas. Los hechos contados en este trabajo son verídicos, aunque sufrieron pequeñas modificaciones.