El progreso está en el reciclaje (+Fotos)

Hasta el año 2012, las entidades estatales lideraban la entrega a la industria de desechos reciclables, entre otras razones porque la Ley 1288 de 1975 les imponía esa responsabilidad. El suministro restante provenía de las casas de compra, y de las contribuciones de cederistas y pioneros durante los festivales de “recogida”.   

El panorama cambió con la aprobación de la Política de Reciclaje, que responde al lineamiento 235 de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, el cual plantea “promover la intensificación del reciclaje y el aumento del valor agregado de los productos recuperados”.

Con 24 tareas hasta el año 2016, esa política busca introducir modernas tecnologías para incrementar la recuperación y procesamiento de los desechos, reducir los costos de operación y añadir valor a las producciones. La combinación de esos objetivos conllevará a la necesaria sustitución de importaciones, el incremento de las exportaciones y un sustento en el cuidado del medio ambiente.

Como parte de la implementación se crearon cooperativas —hoy suman ocho en funcionamiento y antes de que culmine este mes deben incorporarse otras siete— para la compra de desechos, tanto al sector estatal como a la población.

Asimismo, se entregaron licencias de trabajadores por cuenta propia a quienes se dedicaban a esta labor desde antes y se fomentó la introducción del tema en los programas de estudio del sistema nacional de educación, para elevar la cultura del reaprovechamiento en el país.

TRABAJO CONJUNTO, ASIGNATURA PENDIENTE

El grueso del material que recibe la entidad encargada de la recuperación, procesamiento y comercialización de desechos reciclables en Cuba proviene de las cooperativas y de las instituciones estatales.

No sucede lo mismo, sin embargo, con las empresas de Servicios Comunales, pese a que en los desechos que recogen hay muchos materiales reutilizables. Una parte de estos la recopilan los trabajadores de esa misma entidad para vender en las casas de compra y conseguir un dinero extra. Otra, luego del depósito en los sitios establecidos, es acopiada por personas que también las venden al sistema de recuperación. Al final, el destino es el mismo, la industria del reciclaje, pero el recorrido, más largo y más lento.

Tal vez un convenio entre ambas organizaciones (Comunales e industria del reciclaje) podría eliminar ese resquicio, igual que sería de utilidad fortalecer los vínculos con la industria de Envases y Embalajes.

A principios de 2014, en el programa de radio y televisión Mesa Redonda, Adriana Barceló, directora general de Gestión Industrial del Ministerio de Industrias, expresó que los recipientes de papel y cartón son los más demandados, seguidos por los de plástico.

Explicó que han fortalecido el programa de reciclaje para lograr mayor acceso a fuentes nacionales de envases de plástico y de vidrio. Sin embargo, dijo, se importan volúmenes significativos de envoltorios flexibles, como los de yogurt y café; latas de aluminio para la cerveza, cajas de jugos y compotas.

El director de la Unión de Empresas de Recuperación de Materia Prima (UERMP), Jorge Luis Tamayo, reconoció que en los últimos tiempos han presentado problemas con el papel ondulado, que se utiliza en la fabricación de cajas de cartón, lo que ha conllevado un déficit de cuatro mil toneladas de dicho artículo.

SI DE IMPACTO SE TRATA

La Política de Reciclaje supone un impulso para un sector cuyo aporte es crucial en el avance económico de la nación.

Según Jorge Luis Tamayo, desde 2012 se aprecia un crecimiento sostenido en la recuperación. En el actual año —afirma el titular de la UERMP— “debemos estar alrededor de las 470 mil toneladas de artículos no ferrosos recolectados en toda nuestra organización”.

También este año deben alcanzar los 250 millones de dólares por concepto de sustitución de importaciones, agraga el directivo.

El reciclaje no solo beneficia a la producción nacional. “Los excedentes de la recolección o de la producción en nuestras organizaciones se envían hacia la exportación”, explica Tamayo, quien estima que las ventas externas este año sean de aproximadamente 58 millones de CUC.

VICISITUDES A LA VISTA

Aun con los buenos dígitos que muestra hoy la UERMP, su gestión no está exenta de dificultades. Su director refiere como las más recurrentes “la no aplicación de la Ley 1288 en todos los organismos centrales del Estado y empresas, falta de cultura y conocimiento del reciclaje, y problemas organizativos al interior de la entidad”.

Para erradicarlos, o al menos disminuir su incidencia, se ha establecido la capacitación del personal; se ha fijado la responsabilidad de quien origina el desecho, en su recolección, preservación y entrega, y se han elaborado campañas divulgativas para acercar a la población al tema.

Todavía se aprecia poca conciencia sobre el valor de la reutilización e insuficiente comprensión de que situar cada objeto en su lugar y clasificar el desecho desde el sitio donde se origina, no solo ayuda económicamente al país, sino también beneficia al medioambiente.

Por ello, entre otras acciones, la UERMP pretende insertar en los programas de estudio de las distintas enseñanzas tópicos relacionados con la necesidad de hacer de la recuperación un modo y un estilo de vida saludable.

Respecto a la obsolescencia tecnológica, la sobreexplotación de equipos y la falta de medios de transporte, Tamayo expuso que se realizan inversiones —como la del desguasadero de barcos Ciro Redondo, en la provincia de Artemisa—, y planteó la necesidad de seguir reparando equipos que pese a los años de trabajo siguen siendo útiles, pues agregan valor a sus producciones.

VIENTOS DE CAMBIO

A menos de dos años de implementada la Política de Reciclaje, es posible hablar de impactos y avizorar esta actividad como uno de los baluartes de la economía nacional.

Pero lograr eso requiere el cumplimiento eficiente de la Política y llevar a buen término el lineamiento 235, con la responsabilidad y el compromiso de los más de 7 mil trabajadores de la entidad recuperadora, el director de la UERMP.