Cooperativas, el alma de la agricultura en Cuba

El funcionamiento de las cooperativas, la producción y comercialización de productos agrícolas y la nueva política de precios para los insumos y productos estuvieron entre los temas más debatidos en la segunda jornada del XI Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) que sesiona en el Palacio de Convenciones, en La Habana.

Los 700 delegados y más de 150 invitados que participan en el evento más importante para los campesinos en país se dividieron en cuatro comisiones, en las que no faltó el debate y se ratificó el compromiso de los campesinos con la Revolución.

La presentación de la nueva política de precios fue uno de los puntos más comentados. De acuerdo con Marino Murillo, ministro de Economía y Planificación, el objetivo de esta política era incrementar el estímulo de la producción y la venta a las entidades estatales. Luego  reiteró que el primero de junio comenzará su aplicación y durante el resto del año se revisarán las particularidades.

Los problemas en la producción de alimentos también fueron analizados en varias intervenciones de los delegados. Para Abelardo Álvarez, presidente de la cooperativa Antero Regalado, de Güira de Melena, resulta difícil comprender por qué en la actualidad se produce menos que en años anteriores. “Ahora las potencialidades son mucho mayores y, sin embargo, los planes de producción son menores”, expresó y luego añadió que para que los productos bajaran de precio tendría que ser mayor la oferta que la demanda.

Según Rafael Santiesteban, presidente de la ANAP, no bastaba con tener productores que, de manera aislada, tuvieran resultados superiores, “nos hace falta mucho más: incorporar de manera activa a otros productores, en función de poder cubrir lo que necesita el pueblo y la economía del país”.

COOPERATIVAS AL DEBATE

La comisión número 1 abordó una idea esencial: el trabajo de las cooperativas. Para Gustavo Rodríguez Rollero, ministro de Agricultura, “una de las tareas más importantes que hemos diseñado en el proceso de perfeccionar la agricultura es el fortalecimiento de las cooperativas. Hemos llegado a la conclusión de que cuando una cooperativa funciona bien, lo hace la junta directiva y la asamblea, se cumplen todas las funciones que tienen asignadas: desde la tramitación del contrato, de los créditos, la búsqueda de los insumos hasta la comercialización. Y no hay desvíos de la producción”.

“Apostarlo todo por la cooperativa quiere decir que, aunque tú decidas las prioridades, para lograr el salto productivo y el mejoramiento de la eficiencia, hay que andar con una cooperativa donde todo funcione bien. Las cooperativas deben cumplir con el encargo estatal inicialmente y luego participar libremente en el mercado. Nuestras empresas agropecuarias no pueden tener las plantillas infladas con trabajadores indirectos, se precisan personas capaces para que jueguen el verdadero papel que les corresponde en estas transformaciones, que son la prestación de servicios y la capacitación de los trabajadores”, añadió el ministro.

En su intervención sobre este temática, José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, reafirmó que las cooperativas son las responsables de la atención de todo lo que está en la comunidad donde radican.

El también Vicepresidente de los Consejo de Estado y de Ministros señaló que le corresponde a los asociados de las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y Cooperativas de Crédito y Servicio (CCS) cuidar las instalaciones que sean de beneficio común.

“Lograr que los cooperativistas asuman con sentido de pertenencia no solo la producción de alimentos, sino también el mantenimiento del estado constructivo de escuelas, consultorios del médico y la enfermera de la familia, círculos sociales y demás locales de donde se sirven, permitirá la sustentabilidad en esas bases productivas”, aseveró.

CIENCIA Y TÉCNICA PARA PRODUCIR MÁS

El uso eficiente de la ciencia y la técnica en la producción de alimentos fue analizado en varias intervenciones. Yoel Palmero Meneses, miembro del Buró Nacional de la ANAP, explicó que la posibilidad de entrega de tierras en usufructo y la incorporación de nuevos miembros en las bases productivas exige que ese personal tenga información de los adelantos científico-técnicos.

El caudal de conocimientos no es propiedad de uno solo sino de todos los que labran la tierra, pues esta es una rama que debe y tiene que avanzar más en Cuba, por ser estratégica y de seguridad nacional, recordó Palmero, en declaraciones que publicó la AIN.

Enfatizó que no puede haber divorcio entre lo nuevo en la agricultura y quienes poseen y trabajan diariamente un pedazo de terreno y crían animales. Por eso, dijo, es inconcebible que todavía existan CPA y CCS sin emplear los avances en el mejoramiento de las semillas y la inseminación artificial, por solo citar dos ejemplos.

El fortalecimiento del trabajo político-ideológico en el sector campesino fue otro de los ejes abordados por los delegados en la sesión de trabajo.  Varios insistieron en la importancia de reforzar el contacto directo y personal con cada asociado, saber cuáles son sus inquietudes y cómo se pueden resolver en función de elevar su bienestar y el de la comunidad.

Para el avileño Yorki Navarro Pérez es una fortaleza contar con jóvenes en la ANAP, pues ellos constituyen, además de la vanguardia, el futuro del país. Hacia esa generación de cubanos, que ya no es minoría en la actividad agrícola, debe ir dirigida la formación de valores que siempre han caracterizado al campesino como la hospitalidad, honestidad, vergüenza y amor a la tierra, agregó.

Sobre esa misma línea intervino el holguinero Amaury Velázquez, quien explicó que, para influir en la nueva generación de manera positiva, había que partir del ejemplo y liderazgo de los miembros de las juntas directivas y no olvidarse de la historia de los campos en la Isla antes del triunfo de la Revolución.