A pocos días de su asunción, el próximo día 1.o, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, realiza una segunda consulta popular ratificatoria este fin de semana sobre temas esenciales para su gobierno, en lo que se considera una nueva estrategia para cambiar la política interna del país.
López Obrador, conocido como AMLO, advirtió desde antes de ganar las elecciones en julio último, con más de un 53,19 % de aprobación popular, que en su administración habrá una interacción vinculante con el pueblo, uno de los rasgos que ya le diferencian del saliente Enrique Peña Nieto.
Tres obras de infraestructura —los trenes Maya y Transístmico y la refinería de Tabasco— seis programas sociales y la siembra de árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas en el sudeste, serán consultadas a la ciudadanía, aunque se trata de decisiones ya tomadas para implantar por el futuro gobierno, según explicó en el programa Tercer Grado, de Televisa.
Los mexicanos, acostumbrados a regímenes antidemocráticos, a partir de la asunción presidencial serán indagados sobre los más importantes problemas de la nación, con carácter vinculante, tal como indicó AMLO en su campaña.
Un programa polémico es la construcción del Tren Maya, un trazado de 1500 kilómetros para conectar los Estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo; con vistas a “fomentar la economía y el turismo”, un proyecto que algunas organizaciones, dicen, afectará el medio ambiente.
La obra se incluirá en la consulta, pese al anuncio de que su construcción comenzará el 16 de diciembre con un presupuesto inicial de unos 300 millones de dólares.
Otro punto será la obra de una refinería de 2500 millones de dólares, con la que el país aumentará la producción de gasolinas y se reducirán las crecientes importaciones del combustible.
Asimismo, AMLO planea conectar por medio de un tren los océanos Pacífico y Atlántico para desarrollar el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, y reactivar la economía en la región, además de plantar árboles frutales y maderables en un millón de hectáreas, creando 400 000 empleos permanentes.
La democratización en el mando nacional empezó por él mismo, pues advirtió que de no cumplir sus programas podrá ser revocado dentro de dos años y medio, cuando habrá elecciones parciales. El futuro jefe de gobierno indicó que, como método personal de trabajo, comenzará sus labores todos los días a las 06:00 (hora local), no vivirá en la residencia oficial de Los Pinos y venderá el avión presidencial de gran lujo usado por su predecesor.
Otras medidas que marcarán al nuevo gobierno es que AMLO cobrará la mitad de lo que gana Peña Nieto, cuyo sueldo anual supera los 150 000 dólares. Además, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, propuso eliminar la figura de la llamada primera dama, asegurando que se trata de un concepto “clasista”.
En la mesa de diálogo, organizada por Televisa, el entrevistado por un panel de periodistas explicó que hay varios ejes importantes para cambiar las actuales estructuras de la sociedad mexicana y una de ellos es el mejoramiento de la economía, con planes de creación de empleos y combate a la corrupción en las instancias gubernamentales, algunas comprometidas con los carteles estatales de narcotráfico.
Entre las medidas inmediatas están: duplicar la pensión a los adultos mayores de 68 años; becar y capacitar a 2,6 millones de jóvenes; becar a todos los estudiantes de las escuelas públicas de nivel medio superior y pensionar a un millón de personas con alguna discapacidad.
Sobre el tema económico, López Obrador reiteró que será con el combate a la corrupción y la austeridad republicana que se reactivará la inversión pública, para brindar confianza a la inversión privada y extranjera.
“Buscamos un plan de desarrollo con Estados Unidos y Canadá para impulsar la economía de la región. Es necesaria la inversión y la generación de empleos para el bienestar y la paz de México”, adelantó.
El político tabasqueño de 65 años dijo que está en comunicación con estos dos países para promover el progreso en México y Centroamérica y dar así una solución real a la migración. En estos momentos más de 5000 centroamericanos integrados en varias caravanas que salieron de Honduras, Guatemala y El Salvador están en México en espera de un pase a Estados Unidos por la zona fronteriza.
AMLO prometió a los emigrantes un empleo digno si desean permanecer en México, pues su plan de creación de empleos es suficiente para nacionales y extranjeros que quieran integrarse a la sociedad. “Nuestros planes —precisó— permitirán al país crecer un 4 % anualmente”.
Uno de los temas que mantiene en vilo a los sectores conservadores y de la delincuencia mexicana es la propuesta del líder del izquierdista partido Morena de crear la Guardia Nacional, integrada por 50 000 efectivos profesionalizados en derechos humanos y respeto a la ciudadanía. Desaparecerá, según los planes oficiales, la Policía Federal, la Policía Militar y la Policía Naval, entidades de las cuales serán escogidos los integrantes del nuevo organismo.
Otro de los asuntos priorizados por el futuro ejecutivo es el de la inseguridad ciudadana. El plan para combatirla está basado en un 80 % en cambiar la política económica y 20 % en una estrategia de seguridad. De inmediato será puesto en funcionamiento el Plan Nacional de Paz y Seguridad para combatir la violencia y pacificar el país, que contempla, entre otros acápites, la legalización de algunas drogas con fines terapéuticos y lúdicos y el eventual desarme de grandes bandas criminales por la Guardia Nacional.
El programa aplicado en los últimos gobiernos, que no dio resultado, se basaba en el combate militar y policial a la inseguridad, pero AMLO va por otro camino, ya que plantea prevenir los delitos y atender las causas de la inseguridad ciudadana.
Con el criterio de que “no se puede enfrentar la violencia con violencia”, Alfonso Durazo, propuesto como secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, comentó que el índice de homicidios violentos sigue en crecimiento, y de mantenerse esa tendencia, este año puede terminar con más de 154 000 asesinatos.
Para Durazo, quien presentó el Plan de Seguridad, “algunas corporaciones policiales se convirtieron en parte de la delincuencia, un elemento que profundizó la incertidumbre”.
La idea del futuro mandatario es “promover leyes especiales para poner fin a las confrontaciones armadas, posibilitar el desarme y la entrega de los infractores”. Los derechos de quienes acepten la propuesta serán respetados, e incluso se pretende ofrecer reducciones de pena por los delitos cometidos.
Algo importante en esta parte del Plan de seguridad es la posibilidad de “amnistías condicionadas al perdón de personas y colectividades que hayan sido afectadas”.
En el fondo se trata de un proceso de justicia transicional similar al que se aplica en países con situación de guerra o donde se cometieron delitos de lesa humanidad. Estas acciones comprenden sobre todo justicia para las víctimas, reparar los daños que hayan sufrido y garantías de que no se repetirán.
Según el equipo del presidente electo, una de las razones principales del crecimiento de la inseguridad es la corrupción. Esto se nota en el tráfico ilegal de drogas con total impunidad. En México existen algunos de los carteles más poderosos y violentos del mundo. “El tamaño de las organizaciones criminales solo puede entenderse con la corrupción en oficinas públicas, especialmente las instituciones de combate a la criminalidad”, señaló Durazo.
Entre las propuestas para erradicar el problema se incluye modificar las leyes para que este delito sea considerado como grave, y que quienes lo cometan no tengan derecho a enfrentar el proceso en libertad.
Otra de las acciones en el Plan de seguridad de AMLO es volver obligatoria la entrega de una declaración patrimonial, fiscal y de conflictos de interés para todos los funcionarios públicos.
También se eliminará el fuero o protección a quienes ocupen altos cargos en el gobierno, así como un incremento sustancial en el sueldo de fiscales y policías.
El plan contempla además castigos ejemplares para quienes estén involucrados en casos de tortura o desaparición forzada, uno de los temas donde hay más señalamientos de organismos internacionales hacia el actual gobierno mexicano. “Terminar con esta práctica será orden presidencial”, advierte López Obrador.
“Por el bien de todos, primero los pobres” ha reiterado en sus discursos, por lo que sus propuestas tienen como base su idea de que “no puede haber un gobierno rico con un pueblo pobre”.
AMLO indicó en repetidas ocasiones que revisaría la reforma energética realizada por el gobierno de Peña Nieto y que abrió la puerta a la inversión privada en la explotación de hidrocarburos. Su plan para el sector se centra en la producción de energía y combustible en México y para ello prometió modernizar y construir nuevas refinerías, así como impulsar la extracción de gas.
A partir del día 1.o de diciembre la educación pública gratuita y de calidad será implantada en todos los niveles de estudio. En opinión del presidente está será una enorme contribución para acabar con la pobreza y el uso de niños y jóvenes reclutados por los narcos.
López Obrador posee las mejores intenciones políticas aunque sus enemigos están concentrados en la oligarquía mexicana y la media hegemónica. El cambio estructural de una nación parece una meta muy alta que solo tendrá respuestas a partir de que AMLO inicie su gobierno.
billjobs
27/11/18 18:18
Pues precisamente porque es un país democrático AMLO ganó las elecciones. Si fuese una oligarquía como ud. se refiere no habría sucedido así. No lo habrían permitido los oligarcas. Saludos y respetos para Cuba desde México.
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