A pesar de los logros de los gobiernos del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FLMN) de El Salvador por mejorar los índices económicos y sociales de esa nación en los últimos 12 años, solo las urnas decidirán el próximo día tres si esa organización política seguirá en la Presidencia o dará paso a un partido de la actual oposición de derecha.
Estos comicios del venidero domingo serán los sextos desde la firma de los acuerdos de paz en 1992 y el ganador gobernará desde el 1 de junio de este año hasta el 30 de mayo de 2024.
Según anunció el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en caso de que ningún candidato obtenga el requisito de la mitad más uno de los votos válidos emitidos, se celebrará una segunda vuelta el domingo 10 de marzo entre los dos ocupantes de los primeros lugares.
Se estima que las elecciones serán reñidas entre los candidatos, pues a la política de continuidad de los logros alcanzados y los nuevos retos de mejorar la calidad de vida de la población del FMLN se alzan las voces de la oposición derechista, que pretenden darle un giro de 180 grados al progresismo salvadoreño.
En momentos en que el imperialismo de Estados Unidos intenta destruir el movimiento progresista implantado en América Latina, tras el triunfo del presidente venezolano Hugo Chávez en 1998, las elecciones en El Salvador serán una dura prueba para el izquierdista FMLN.
Los medios de comunicación al servicio de la oligarquía local, no descansan en tratar de desprestigiar al FMLN y su postulado, mientras sacan a la luz elementos no comprobados de corrupción del expresidente Mauricio Funes.
Durante la gestión del actual mandatario Sálvador Sánchez Cerén hubo una ligera mejoría en algunos rubros sociales pero la pesada herencia dejada por una guerra civil, y las artimañas opositoras dejan aun mucho trabajo económico y socio-político por realizar.
En las tres gestiones del FMLN se hizo la reforma del sistema de salud pública y el avance a los programas de protección social a las clases más vulnerables.
La reforma, iniciada en 2009 por Funes, permitió un aumento en el número de centros asistenciales, entre ellos el Hospital Nacional de la Unión, y el Centro Oftalmológico del Hospital Nacional Santa Gertrudis.
El programa continuado por Sánchez Cerén permitió la eliminación de enfermedades como la malaria, el sarampión y las paperas, además de una notable reducción de la mortalidad de menores de un año y la materna, pues ahora las embarazadas acuden a las unidades de salud a dar a luz.
Antes de la llegada al gobierno del FLMN, la mortalidad infantil era de 23 por cada mil nacidos vivos, y ahora es de un 10% y con la meta de llevarla a cero. La mortalidad materna se redujo del 50% al 32% de las embarazadas.
Las administraciones del FMLN también pusieron a andar el Plan de Formación Docente, que permitió la capacitación de más de 30 000 profesores del sector público y con ello una elevación de la calidad en la educación.
En una de sus intervenciones, Sánchez Cerén informó que también se dio seguimiento a los cursos dirigidos a los especialistas y docentes de las áreas de educación física, artística, inglés y primera infancia.
A fines de 2017, el gobierno salvadoreño puso en marcha la rehabilitación de 1 500 centros escolares para el programa Escuelas Abiertas para la Convivencia, enfocado en la prevención y la seguridad ciudadana, ya que el pequeño país es uno de los más violentos de Centroamérica al constituir uno de los corredores del narcotráfico hacia Estados Unidos.
El interés del Presidente saliente es que los niños y adolescentes usen de manera positiva el tiempo libre y evitar que caigan en manos de los grupos mafiosos que los obligan a trabajar para ellos.
Cinco mil computadoras Lempitas fueron entregadas a niñas y niños salvadoreños, y se estableció la Universidad en Línea, que ofrece ocho carreras universitarias con una matricula en 2018 de más de mil jóvenes.
Las administraciones del FMLN disminuyeron los índices de pobreza, del 40 al 30% gracias al desarrollo de esquemas de subsidio social para personas y familias pobres, en lo que emplean el 46% del presupuesto nacional.
Se estima que 250 000 salvadoreños dejaron atrás la pobreza extrema, y la desnutrición crónica disminuyó en más del 42% en menores de 10 años.
También sobresalen otros índices importantes. Según el Instituto Salvadoreño del Seguro Social se crearon en el período más de 200 000 vacantes y se han registrado más de 135 000 comerciantes privados. Desde 2011 se viene incrementado el salario mínimo, privado y público, en más del 40 por ciento.
Estas son algunas de las credenciales que presenta al electorado el candidato del FMLN a la presidencia, Hugo Martínez, canciller del país, ex secretario general del Sistema de la Integración Centroamericano y exdiputado a la Asamblea Legislativa.
Martínez es un político apegado a la línea política de izquierda y ha dado muestras de sus preocupaciones por las clases más vulnerables del país.
El tradicional derechista partido Arena postuló al empresario Carlos Calleja, a quien las encuestas no le dan muchas posibilidades de victoria.
La coalición Gran Alianza por la Unidad (Gana) eligió como su representante en la lid al derechista ex alcalde de San Salvador Nayib Bukele, quien propició una alianza entre varios partidos opositores al FMLN.
El Partido Demócrata Cristiano (PDC) fue el único de los legalmente inscriptos que decidió no participar con un candidato, y en sus elecciones internas escogió a la economista Carmen Aida Lazo como vicepresidente de Callejas.
La Agrupación Vamos lleva a Josué Alvarado. Es destacable que en estos comicios se han constituido varias alianzas internas, en aras de derrotar al Frente, como es el caso de Bukele.
El pasado día 3, la Fiscalía de El Salvador recibió los primeros votos procedentes de Estados Unidos, donde están habilitados para votar 5 948 ciudadanos. La emigración salvadoreña, una de las mayores de la región centroamericana, es un baluarte económico dado su aporte en remesas a sus familiares.
Una encuesta de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas afirmó que aunque la población ve una mejoría en la situación del país, eso no capitaliza votos para el FMLN, según el voceo Andreu Oliva.
Esa investigación también arrojó que Bukele encabeza las preferencias del voto popular de poco más de cinco millones de convocados a las urnas.
Para el 71,9 % de los interrogados, el candidato y su proyecto es lo más importante en el escrutinio, 17,7% se inclinaron por el partido político y 7,2% indicaron que no votarán o anularán su voto.
El último de los tres simulacros de procesamiento y transmisión de resultados electorales se realizó el pasado día 20 con resultados satisfactorios, afirmó el presidente del Tribunal Supremo Electoral, Julio Olivo.
Serán 5 268 411 los ciudadanos convocados a las urnas, quienes decidirán el ganador de estas presidenciales que pueden dar un negativo vuelco a la vida nacional, o mantener los logros de un partido de izquierda con 12 años en el poder.
Un indicio de lo que pudiera ocurrir se observó en uno de los debates preelectorales, en el que no participó Kubele, cuando Alvarado y Callejas criticaron por sus sistemas políticos a Cuba, Venezuela y Nicaragua, e incluso Calleja se autocalificó como ¨el candidato más capaz para fortalecer la relación con Estados Unidos.
Martínez, en cambio, aseguró que en su función de Canciller, dio ¨muestras claras de promover una política exterior abierta al mundo y "sin ataduras ideológicas".
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