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sábado, 16 de noviembre de 2024

A mal tiempo…

La UE y Japón deciden poner manos a la obra por sí mismos...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 24/07/2018
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Unión Europea y Japón firmaron-acuerdo de libre comercio
La Unión Europea y Japón sellaron su amistosa relación comercial (Foto: ADN Paraguayo).

Es de imaginar que en el mundo económico norteamericano no debe haber caído nada bien el reciente anuncio de que la Unión Europea y Japón firmaron un trascendente acuerdo de libre comercio, el de mayor magnitud en la historia de ambas partes, precisamente cuando desde la Casa Blanca las políticas de corte proteccionista están a la orden del día como condimento del principio “Estados Unidos primero” enarbolado por la administración de Donald Trump.

No es por casualidad que el Viejo Continente y Tokio decidieron concretar precisamente en estos tiempos un memorando que se viene cocinando desde el año 2013, y que terminó de cuajar en apenas 18 meses luego de las primeras acciones oficiales del nuevo ocupante de la Oficina Oval, en Washington, en materia comercial.

En pocas palabras, que sin dudas los ataques de Trump a una economía internacional (incluidos todos sus tradicionales aliados) “desventajosa para los Estados Unidos” ha tenido mucho que ver con el nacimiento del pacto nipón-europeo de libre comercio, que involucra a dos socios encargados del cuarenta por ciento del comercio global y del treinta por ciento del Producto Interno Bruto, PIB, del orbe.

Lo confirmaron así, sin mayores limitaciones, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, Jean-Claude Juncker, jefe de la Comisión Europea, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, quienes, cada cual por su lado, destacaron su apego al libre comercio y el rechazo concertado a medidas arancelarias de corte proteccionistas que conducen a una inexorable guerra económica internacional de consecuencias imprevisibles.

Vale indicar que precisamente semanas atrás, en marzo último, Donald Trump ordenó unilateralmente imponer aranceles del 25 por ciento al acero y del 10 por ciento al aluminio importados desde China y otros países, incluidos Rusia, India, Japón y Turquía, medida que en mayo se hizo extensiva a la Unión Europea, Canadá y México, que al principio quedaron exentos.

Por demás, apenas asumir su cargo, el presidente entrante retiró a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), y la emprendió con el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte, a los que considera lesivos para la primera potencia capitalista.

Ahora, el tratado nipón-europeo apunta a la futura reducción de aranceles mutuos en el 99 por ciento de los productos intercambiables de uno y otro lado, lo que, según los primeros cálculos, hará crecer el PIB japonés en uno por ciento, o lo que es lo mismo, en 44 000 millones de dólares, y le proveerá 290 000 puestos de trabajo.

Por su parte, la Unión Europea espera un incremento de 33 por ciento en sus exportaciones y el surgimiento de 140 000 nuevos puestos de trabajo.

Japón tendrá además la oportunidad de colocar en Europa buena parte de su producción automovilística, que enfrenta la competencia severa de Corea del Sur y las amenazas arancelarias de la Casa Blanca, en tanto, el Viejo Continente puede sustituir las ventas alimentarias que hoy adquiere la economía nipona en los Estados Unidos.

Eso por una parte… de la otra un asunto sustancial que subyace en estas actitudes, y es que, quiéranlo o no, los sectores norteamericanos casados con las políticas hegemonistas transitan hoy por un irreversible escenario global de orden multilateralista que condiciona que aquellos que, según los cálculos imperiales, deberían inclinar la cerviz ante cada ceño norteamericano, sencillamente se sobrepongan a los intentos de ser golpeados y busquen por sí mismos soluciones y remedios válidos a sus premuras.

Bien valdría —sería bueno indicar por último— que estas decisiones que obvian las presiones absolutistas estuvieran de moda en todas las aristas del devenir internacional, desde el comercio hasta la protección medioambiental, desde el tema de los aranceles hasta la conjura de los riesgos de guerra generalizada, desde las finanzas hasta el respeto por todo y por todos en igualdad real de condiciones.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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