Una dieta saludable en nuestro entorno tropical

Cuando se menciona la palabra dieta muchos creen que solo deben someterse a ella porque están pasados de peso o que deben mantener el consumo de alimentos exclusivos, o que no existen en nuestro entorno, para mantener la buena salud. Pero no es así, se considera dieta a los alimentos que consumimos habitualmente. Dieta es lo que acostumbramos a comer cada día en el desayuno, el almuerzo, la comida y para algunos afortunados, la merienda.

Los seres humanos necesitamos un conjunto de nutrientes para mantenernos en pie. Dígase ganar energía, estabilizar el metabolismo y ya de paso estar en forma. Pero no se confunda, usted puede verse muy bien y no tener en sangre el alimento necesario.

Según la ciencia, las personas necesitamos más de 40 nutrientes diferentes para vivir. Entre ellos: proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, fibra y grasas. Sí, grasas. La grasa vegetal aporta al organismo la energía necesaria para caminar, estar de pie muchas horas seguidas, estudiar, porque estudiar también requiere de mucha energía mental, entre otras actividades que consuman esfuerzo de este tipo.

Por lo tanto, es recomendable que usted consuma todos estos nutrientes de manera equilibrada dependiendo, claro está, de su estatura, peso y actividad diaria, pues cada persona no procesa de igual manera los alimentos.

No se asuste, sabemos que en nuestro país hay algunos productos que escasean, pero podemos sustituirlos por otros que sí podemos consumir de manera regular.

El pan, el arroz, las pastas (entre ellas los espaguetis y fideos) contienen una gran cantidad de hidratos de carbono que, al igual que las grasas, aportan una gran cantidad de energía al organismo, de hecho, según especialistas, entre el 50 % y el 60 % de nuestros alimentos diarios deben contener hidratos de carbono. Así que coma pan sin exceso.

Puede comer también algún que otro vegetal o fruta de estación que son el complemento ideal de las grasas. Si usted come fruta o vegetales a diario puede compensar el consumo de alimentos fritos, que nos encanta, como unos buenos tostones o unas croquetas, pues la fibra que contienen los vegetales y las frutas aportan al cuerpo humano antioxidantes, minerales, y ayudan al organismo a evacuar y deshacerse de los elementos nocivos que afectan el sistema cardiovascular. Así que no viene mal un aguacate u otro vegetal de estación que podamos conseguir.

Se recomienda además no comer mucho de una vez, sino espaciar los tiempos y las cantidades de comida para que el organismo no se desbalance. Porque si come espaciado y grandes cantidades de alimentos el cuerpo se protege y almacena más la comida porque no sabe cuándo volverá a comer, lo que es una tendencia a que engordemos un poco, contario a lo que muchos creen. Lo mejor es comer poco y más veces por día.

Un elemento que ayuda muchísimo la digestión y el equilibrio nutricional es el agua. Consumir agua regularmente, lo más recomendable es de uno a tres litros diarios para que el cuerpo se mantenga depurado y limpio de impurezas nocivas para nuestra salud. Por supuesto, el consumo de agua está también aparejado al calor. En Cuba, al ser un país tropical, debemos consumir mucha más agua que en otros lugares, puesto que si la dejamos podemos deshidratarnos además de problemas renales.

Se recomienda asimismo masticar los alimentos adecuadamente, los científicos exhortan a que se debe masticar cada comida diez veces de cada lado de la boca. Nosotros, tan ajetreados en la vida diaria, subiendo y bajando autobuses, caminando el día entero y trabajando con tiempos muy apresurados no tenemos ese tiempo, pero cuando comamos debemos tener en cuenta que masticar bien es parte del proceso digestivo y es necesario masticar un poco para evitar tragarnos la comida de golpe y que se nos paralice la digestión, lo cual traería peores consecuencias.

Por último, para mantener una dieta saludable y quemar las grasas se recomienda hacer ejercicios. Con esto nos pasa lo mismo que con lo de masticar tantas veces, creemos que es suficiente el ejercicio que hacemos a diario en la calle y el transporte público. Si no tiene tiempo de ir a un gimnasio, camine en horarios que el sol no lo derrita, como de siete a nueve de la mañana o de seis a ocho de la noche; también puede, si lo prefiere, bailar; si trabaja en un edificio, y su oficina no está en el primer piso, suba a su lugar de trabajo por las escaleras.

Recuerde que todas estas son recomendaciones, usted lo hace si lo desea. Usted debe comer en dependencia de su físico y su metabolismo, claro está, no vaya a ser que un día se desmaye por comer espaciado o por subir a la oficina por las escaleras. Tengamos en cuenta que vivimos en un país con muy altas temperaturas.