La ley Photoshop y el nuevo CS6

Probablemente sea uno de los programas informáticos más utilizados en el mundo. Desde el diseñador profesional hasta la persona con menos conocimientos en el manejo de una PC emplean el Adobe Photoshop como una herramienta necesaria para trabajar con las imágenes.

Durante mucho tiempo la compañía que produce el software estuvo trabajando en la nueva actualización, la tan esperada CS6, que finalmente ya entró en su versión de prueba. El beta se encuentra disponible online, en el sitio Web de la compañía y cualquier usuario del mundo podría descargarla, menos los que navegan con una dirección IP de Cuba.

Al igual que ha sucedido en otras ocasiones, Adobe no permite obtener el instalador y muestra el nada agradable mensaje de “Access denied”, porque las reglas del Bloqueo norteamericano obligan a las compañías de ese país a frenar el acceso a los cubanos. Nada de esto es nuevo y de seguro las restricciones no impedirán que el beta del CS6 circule pronto entre los que utilizan el programa en Cuba; aunque resulta incomprensible y molesta que persistan los empeños por detener el uso no solo de ese software.

De acuerdo con el vicepresidente de productos de Adobe, Winston Hendrickson, el Photoshop CS6 "será un hito que va a empujar los límites de la innovación en las imágenes con una increíble velocidad y rendimiento". En una nota de prensa, publicada en la Web oficial de la compañía, los desarrolladores del CS6 identificaron varias de las modificaciones incorporadas a la nueva versión.

Por ejemplo, se agregaron más funciones a la herramienta de “Content-Aware Move” que les posibilita a los usuarios la selección y el movimiento de un objeto a otro lugar en la imagen, sin modificar los píxeles alrededor de lo que se está moviendo. Además, el CS6 mostrará un mejor rendimiento, a través del motor gráfico Mercury, el cual permitirá observar los resultados casi de manera instantánea de las herramientas de edición más populares, entre las que aparecerían Licuar, la deformación de posición libre—Puppet Warp—, así como la transformación y los efectos de iluminación.

Otros elementos agregados al CS6 y que han sido muy publicitados por Adobe son la interfaz—“más refinada y moderna, con herramientas para la creación de diseños de una manera más rápida y eficiente”—y las capas vectoriales con las que los usuarios podrían aplicar líneas de puntos y trazos degradados.

SOMBRAS EN LOS RETOQUES DE PHOTOSHOP

Aunque nadie se atrevería a negar las facilidades que ofrecen los editores de imágenes—entre los que está Photoshop—, la sobreutilización de esas herramientas ha provocado no pocas polémicas y varios países han considerado la idea de regular los retoques digitales que se realizan sobre personalidades famosas.

Las revistas de modas han sido acusadas, en múltiples ocasiones, de alterar las fotos de sus modelos. Mediante los retoques, los editores borraban de los cuerpos cualquier imperfección que se alejara de los “estándares”, promovidos por esa industria. Las estrellas de cine no envejecían, las cantantes lograban ocultar sus arrugas más allá de las cirugías estéticas y las modelos “agradecían” la destreza de los informáticos para desaparecer digitalmente alguna libra de más.

Esas prácticas están muy extendidas; pero podrían disminuir—al menos un poco—a partir de recientes acciones legales y por las posiciones asumidas por personalidades del cine y la música. En Israel se han tomado muy en serio la extrema delgadez de las modelos y por eso se aprobó allí la llamada “ley Photoshop” que impide la participación, en anuncios publicitarios, de personas con masas corporales muy bajas.

Las cifras oficiales indican que en ese país cada año 1500 niños son diagnosticados por desórdenes alimenticios. Con la “ley Photoshop” el gobierno quiere cambiar “la percepción idealizada que se tiene de la belleza” que, según un estudio de las autoridades médicas locales, citado por el diario Haaretz, es una de las principales causantes de ese tipo de enfermedades.

Uno de los elementos más interesantes de esta ley es el que obliga a los anunciantes a reconocer, de forma expresa, el empleo de algún editor de imágenes cada vez que muestren a un modelo “adelgazado digitalmente”.  En Estados Unidos también se habla de una posible “ley de la autoestima” que intentaría forzar a los medios de comunicación y a los publicistas a realizar lo mismo que se aplicará en Israel: incluir etiquetas que indiquen que los modelos han sido retocados en un grado significativo.

Personalidades del cine como Cate Blanchett, Brad Pitt, Kate Winslet y Uma Thurman han pedido que no se arreglen computacionalmente sus cuerpos cuando se publiquen fotos en las revistas; sin embargo, a pesar de este rechazo, no es difícil comprender que para frenar a las modificaciones digitales será necesario aplicar no solo leyes, ni publicar breves comentarios de condena de estrellas del espectáculo.

La parlamentaria británica Jo Swinson fue una de las que levantó su voz para protestar por la estandarización de los cuerpos “ideales” y sus palabras realmente tocaron el centro del dilema: “la industria de la belleza tiene que dejar de engañar a los consumidores con imágenes fraudulentas. Debería haber mucha más diversidad, muchos más colores de piel, muchas más edades, muchas más formas. Las imágenes pueden ser muy seductoras sin necesidad de ser falsas”, aseguró.