Revolución de los Rendimientos

A propósito de que la Redacción de Cubahora convocó al foro ¿Qué dudas tienes sobre las medidas aprobadas para impulsar la producción alimentaria? es oportuno recordar que el 10 de enero de 1976 hubo una reunión de balance del primer aniversario de un movimiento denominado Revolución de los Rendimientos en la antigua provincia de Las Villas.

Gracias al apego a la gestión documental de un centro científico ubicado en el municipio villaclareño de Santo Domingo, su director, el investigador Sergio Rodríguez Morales, ha podido explicar con exactitud en qué consistió aquella iniciativa y, sobre todo, los principios básicos que la guiaron.

Aquellas ideas podrían servir para el debate en el foro, así como para tenerlas en cuenta al leer y analizar sobre el tema.

Quizás el único folleto impreso que se conserve con el discurso de resumen a cargo del entonces primer secretario del Partido en ese territorio, Arnaldo Milián Castro, sea el que está actualmente en el Archivo del INIVIT (Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales).

El doctor en ciencias agrícolas Rodríguez Morales recuerda que en aquella reunión efectuada en un plan agrícola de Juraguá, en la actual provincia de Cienfuegos, se fijó la diferencia entre la revolución en la productividad del cultivo de las viandas y el plan técnico económico de su producción.

La incorporación de un área a ese movimiento dependía de que tuviera condiciones objetivas tales como disponibilidad de agua para el regadío y, también: “Para llevar a cabo esa revolución es indispensable hacer una combinación de la ciencia y la técnica, de las dos cosas.
"Con la ciencia sola, nosotros no podemos hacer una revolución en la productividad de las viandas, con la técnica sola, tampoco, porque si nosotros a través de las investigaciones, de los cruces genéticos podemos producir semillas de alta productividad y todo eso corresponde a la ciencia, y después en lo que es la preparación del suelo, las técnicas del cultivo y de todo lo demás, no lo aplicamos, hacemos mal trabajo, no obtenemos altos rendimientos. Si aplicamos bien la técnica y no hay semilla de alta calidad, tampoco podemos hacer una revolución en la productividad de las viandas”.

El dirigente partidista planteaba: “Hay dos cuestiones que son básicas: una es la organización de la fuerza de trabajo, que esto es una cuestión que es competencia de la administración, pero es decisiva la organización de la fuerza de trabajo para hacer una revolución en la productividad, y lo otro es la planificación de las tareas que hay que hacer, porque casi siempre estamos atrasados. Los cuadros juegan un papel decisivo, esto es un problema que tiene que quedar resuelto”.

Y cobra especial actualidad: “Entonces, hay que ir a la mecanización completa de todas las viandas, saque a mano, eso no corresponde, no se puede hablar de una revolución donde estemos sacando un cangre a mano o con un palo, una mata de boniato, ni nada de eso”.

Otra de las ideas que cita Rodríguez Morales es: “Yo creo que todo esto requiere, además, un trabajo con los obreros. Yo no concibo que pueda haber una revolución como la que nosotros estamos hablando, si al mismo tiempo no hay, no solo una buena organización de los trabajadores por área, sino además, si no hay seminarios para que un obrero cualquiera, si tiene que sembrar una mata de boniato sepa lo que es el suelo, sepa cómo la planta recibe los nutrientes que se echan en el suelo, y cuando se hace un riego malo, qué efecto ocasiona en esa planta”.

Aunque han pasado más de cuatro décadas de aquellas acciones cuyos resultados se recuerdan, son útiles los principios básicos para lo que actualmente se aspira en la producción de alimentos.