Antes de firmar la disposición del bloqueo económico, comercial y financiero a Cuba en febrero de 1962, el entonces presidente John F. Kennedy encargó a su Secretario de Prensa, Pierre Salinger, que le comprara mil tabacos H. Upmann, pues a partir de ese momento sería ilegal hacerlo.
Desde el ángulo un tanto humorístico, tal compra pudo ser el primer acto de acaparamiento relacionado con el mercado cubano, aunque no lo hizo para revender, sino para garantizar la disponibilidad de su marca favorita durante la escasez.
Lo que sí pretendía aquel documento rubricado por el mandatario era provocar inestabilidad en los suministros, acaparamiento, reventas incontroladas, y calamidades que duran hasta los días de hoy, agravadas por el recrudecimiento del bloqueo y los efectos del virus SARS-CoV-2.
Como respuesta cubana en 1960 surgió la ley 697 de Protección al Consumidor, contra el encarecimiento de los productos, pero al ser insuficiente, antes de que el acaparamiento sobrepasara los límites, el 12 de marzo de 1962 se creó la Junta Nacional para la Distribución de los Abastecimientos y se implantó el racionamiento de productos básicos.
Casi un año después, el 12 de julio de 1963, al crearse las extinguidas Oficinas de Control y Distribución de Alimentos (OFICODA), cada núcleo familiar recibió la Libreta de Control de Abastecimientos, actualmente llamada “Control de venta para productos alimenticios” la que confecciona y entrega la Oficina de Registro de Consumidores.
Aquella sintéticamente llamada Libreta fue acompañada por otra para prendas de vestir y calzar, que también fueron reguladas para que cada cual recibiera lo mismo, a precios controlados centralmente.
Durante sus 57 años, La Libreta ha estado entre las principales víctimas de todas las formas de guerra de pensamiento, incluyendo las más sucias para asociarla con escasez, limitaciones, padecimientos déficits y despojarla de su verdadera esencia.
¿Su verdadera esencia? Sí, esa que en estos días de pandemia está más a la vista que nunca y que los detractores callan y los que injurian tampoco se han atrevido a agredirla, ni siquiera en tonos humorísticos porque saben que nadie reirá la gracia.
Si bien en un momento de confusión generalizada arrancaba carcajadas que apuntaban y disparaban para su extinción, desaparición o muerte por considerarla causante de males que precisamente contribuye a enfrentar, lo cierto es que su esencia es tan testaruda, que por mucho que traten de negarla, está ahí.
Los de menos ingreso pudieron haber sido los primeros en reaccionar, pues La Libreta garantizaba hace tres años pagar apenas el 12 por ciento de lo que cuesta la cuota, pero luego se generalizó el apoyo y en los actuales momentos de pandemia, hay fuertes clamores de exigir su utilización para adquirir otros productos que no están normados.
La distribución justa de acuerdo con la situación es garantizada por la esencia de La Libreta, que abre las puertas a todos para acceder a bienes escasos que lamentablemente todavía se les da también en igual cantidad a quienes por una u otra razón no debieran recibirlos tan igualitariamente.
Hace pocos años la clientela cubana le dio la bienvenida a la participación de La Libreta para controlar la venta de la papa, una de las experiencias esgrimidas por muchos hoy para que, sin precios subsidiados, se regule también el expendio de lo que ya estuvo: la pasta dental, los jabones, el detergente que fue liberado por existir mayor cantidad en esos momentos.
Y no se reclama que subsidien esos y otros productos incluidos los que se ofertan en la red de tiendas por divisas, sino que se vendan “por la Libreta” y no “por la libre” para evitar a los acaparadores que especulan y revenden a altísimos precios, causantes de desorganización en el sistema de distribución que con tanta justicia se trata de realizar en tiempos de pandemia.
Armando
25/5/20 10:02
Nuestro pueblo forjado en todos los enfrentamientos contra el enemigo y dirigido por nuestro comandante en jefe fidel ,ha podido resistir durante 60 años,porque se crearon los CDR y se implantó la libreta de abastecimiento del cual el fue el artífice y en estas se potenció el control de la sociedad en lo político,social y economico, sobre esta creación estratégica nuestros enemigos han dirigido toda la propaganda y realmente están logrando el propósito.porque el pensamiento irracional, la arbitrariedad se esta imponiendo,por individuos que se han olvidado que estamos en guerra y somos un país sitiado,esos individuos se olvidan del legado de de FIDEL y MARTI aunque propaguen llevar en si sus enseñanzas cuando en la práctica vemos que esa obra que es el escudo de la nación tratan de destruirla para que un enemigo letal nos venga a recordar,estas dos herramientas que han enfrentado con estoicismo el genocidio de la historia, con esta experiencia vivida por nuestro pueblo en condiciones más complejas, la exigencia del pueblo, para que se implementara el uso de la libreta cayó en punto muerto y todos los días teníamos que asistir a los cumpleaños colectivos a pesar de los llamados a estar en casa ,mantener el aislamiento social se le daba rienda suelta a este festejo,y nos preguntamos ¿como es posible que antes de la pandemia no existiera problema de abastecimiento al país,y se le comenzara a informar al pueblo posteriormente de situaciones no creibles? Todos los sectores están paralizados principalmente el turismo y la gastronomia,donde está la reserva de alimentos y aseo para enfrentar las situaciones de catastrofe? Por eso debemos de estar indignados,en un país como este las malas ideas generan crisis,FIDEL yMARTI nos hicieron libres,estaremos atentos a esos que están esperando que le regalen el caballo de troya. LA LIBRETA Y LOS CDR ALMA Y ARMA DE LA NACION CUBANA. ,
carlos
14/4/20 15:00
Oye buenas tardes, casi la eliminan (la libreta) como hicieron con la de productos industriales, a veces se le sigue la corriente al enemigo, y caemos en sus trampas ideologicas y tergiversadas, la libreta no es por nuestra revolución socialista por demas es para el pueblo y por este pueblo, se creo por los EEUU que nos han trancado todo antes y despues del triunfo, y claro no dejan pasar nada para decir que mi gobierno nuestro gobierno socialista no sirve, no resuelve, no reparte no, no no cab... y una pila de bobos e ilusos se rien, pero fue y es una necesidad, para controlar, para repartir, para llegar a los agradecidos, a los que no pueden, a los todos que son más, mucho más que esos ricos de pacotilla, que tienen cuatro pesos verdes, y compran casi todo por bolsa negra, por la izquierda, y pregonan quitenla, quitenla que esta obsoleta, debiamos mejorar el papel que la forma, forrarla y cuidarla ella es y será otro bastión necesario para el pueblo mi pueblo nuestro pueblo, gracias.
Felina
12/4/20 16:39
Para muchos países Europeos es una locura pero aseguró que en tiempos de pandemia les haría falta a todos las personas se vuelven egoísta y comprando como una forma impulsiva que da resultados pésimos dejando a las demás personas sin nada es más que un egocentrismo del egoísmo ingrato por eso malo o bueno la libreta es una forma de garantizar a las personas desde cualquier rincón del país tener su cuota garantizada un buen resultado de nuestro sistema viva Fidel con sus Ideas seguiremos luchando para erradicar la pobreza de la humanidad
Juan Carlos
10/4/20 11:41
Siempre he considerado la libreta de abastecimiento como algo positivo que garantiza la distribución equitativa y "segura" de un grupo de productos para todos los núcleos familiares, algo que muchos en el mundo quisieran tener asegurado. Es por todos conocido que lo que en ella se da normado no satisface la demanda real, pero allí lo tienes asegurado. Ojalá existiera disponibilidad suficiente de todo lo que ella regula para que no se tuviera que normar nada, pero la realidad ha demostrado su valía en todos los tiempos, más en situaciones excepcionales como en los ciclones. Se podrá eliminar cuando existan las condiciones, pero por ahora con el recrudecimiento del bloqueo que impone EE.UU, es practicamente nuestra salvación.
CGonzalez
10/4/20 15:00
Vivir del cuento pegó mucho porque nos equivocamos con la Libreta, y reíamos con cada chiste que la choteaba.
¿Quién se atreve ahora a burlarse de La Libreta? Solo a un Aguaje delincuente se le ocurre. O a un Facundo simulador. Claro, desde las 90 millas. Solavayaaaaaaaa
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