miércoles, 21 de agosto de 2024

Motivos y remedios a la epidemia de obesidad

La escasez de actividad física por un sedentario estilo de vida asimismo favorece de manera significativa el aumento de peso…

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 15/07/2024
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Obsesidad en Cuba
La región de América Latina y el Caribe reporta los mayores índices de obesidad registrados a nivel mundial (Foto: Jarmoluk/Pixabay).

La epidemia de obesidad es un multifacético fenómeno con profundas raíces en la interacción de diversos factores sociales, individuales y ambientales. A nivel individual, las fuentes de la obesidad envuelven prácticas alimenticias poco sanas, como el excesivo consumo de alimentos elevados en calorías, azúcares refinados y grasas.

La escasez de actividad física por un sedentario estilo de vida asimismo favorece de manera significativa el aumento de peso. Conjuntamente, factores como la falta de sueño, el estrés y la tendencia genética pudieran jugar un importante papel en la propensión a la obesidad.

En el ámbito ambiental y social, la facilidad y disponibilidad de comestibles altamente calóricos y procesados, así como la agresiva publicidad de estos artículos, y piense en los voceadores callejeros, ejercen una significativa influencia en las pautas alimenticias de la población.

La globalización y la urbanización han conllevado a variaciones en los costumbres dietéticas, promoviendo la prevalencia de alimentos procesados y rápidos por encima elecciones más sanas. Esta anormalidad es sobre todo alarmante en comunidades de ingresos bajos, donde la falta de acceso a alimentos nutritivos y frescos pudiera ser una barricada añadida para dificultar la adopción de una dieta equilibrada.

Soluciones a la vista

Con el fin de afrontar esta difícil crisis de salud pública, se necesita una estrategia integral que implique a múltiples actores, desde organizaciones de salud y gobiernos hasta la sociedad en su conjunto y la industria alimentaria. Primeramente, es decisivo concebir políticas públicas que promuevan la disponibilidad y la producción de saludables alimentos, como subsidios para campesinos que cultivan productos frescos y normas sobre la divulgación de alimentos llevada a niños.

La educación nutricional igualmente cumple un fundamental papel en el combate contra la obesidad. Es ineludible compartir conocimientos sobre una equilibrada alimentación y hábitos de vida saludables desde una temprana edad, tanto en el ambiente escolar como en la colectividad. Impulsar la actividad física es otro apoyo importante en el tratamiento y la prevención de la obesidad. Esto puede conseguirse a través de la instauración de ambientes urbanos que patrocinen el transporte activo, como la caminata y el ciclismo, así como el apoyo a movimientos recreativos asequibles para todas las edades.

La asociación con la industria alimentaria también puede ejercer un papel manifiesto en la disminución de la obesidad. Es posible instituir arreglos para reformular productos y reducir su contenido de azúcares, grasas saturadas y sodio, así como optimizar el rotulado nutricional para que las clientelas puedan adoptar decisiones mejores en relación a su alimentación. También es esencial abordar las diferencias socioeconómicas que pesan en los hábitos alimenticios, para garantizar equitativamente un acceso a comidas saludables, como son las frutas y los vegetales, en todas las familias y promover políticas de bienestar en los sitios de trabajo.

Conjuntamente, es sustancial concienciar a los ciudadanos sobre los peligros vinculados con la obesidad y acometer una labor de bienestar que estime a la salud por arriba de solo la apariencia física. Esto puede conseguirse a través de programas de apoyo comunitario y campañas de concientización que estimulen activos estilos de vida y una saludable alimentación. La investigación mantenida también es fundamental para mejor comprender los componentes profundos de la obesidad y desenvolver métodos más efectivos para tratar y prevenir esta enfermedad.

Abordar la epidemia de obesidad necesita un camino holístico que observe la complejidad de sus orígenes y la obligación de intervenciones coordinadas en niveles múltiples. Solamente a través del compromiso conjunto de gobiernos, industria, instituciones y sociedad civil se puede invertir esta preocupante tendencia y fomentar el bienestar y la salud de las generaciones presentes y futuras.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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