Un excelente diseño (+Fotos)

Su bella y brillante coloración, y su diseño que indica a cualquiera de sus posibles depredadores inequívocas señales de peligro, hacen que ninguno de los depredadores nativos haya incluido al pez león en sus dietas, en tanto que esa misma coloración y forma de sus exagerados apéndices, les da tremendo parecido a numerosos organismos sésiles del entorno arrecifal, lo que propicia que muchos pequeños peces se les acerquen, buscando en ellos refugio. Luego, su ataque es tan inesperado y efectivo, que por lo general ningún objetivo atacado escapa para mostrar luego temor ante la presencia del depredador. Por otra parte, los demás peces pequeños que estuvieron cerca de la víctima, no tienen tiempo de percatarse, no logran identificarlo como enemigo y siguen acercándosele como si se tratara de una especie sésil cualquiera del entorno.

Hemos sido testigos de esos ataques en varias ocasiones y de no haber sido grabados en video, no habríamos obtenido ni la mitad de la información del evento. ¿Qué puede pedirse a los pequeños peces, muchos en fase juvenil?

Algunos instructores de nuestros centros de buceo han tratado de enseñar a los meros y a los tiburones a depredar a los peces león, pero parece ser sin mucho éxito hasta el presente.

Por otra parte, de las experiencias obtenidas en los monitoreos de los peces león en nuestras aguas, al menos podemos asegurar dos cosas, al margen de la cuestión científica: no es tan difícil cosecharlos y su carne es realmente exquisita y una tercera cosa se desprende de todo lo anterior: en nuestra área, el único depredador identificado que puede contribuir al control de sus poblaciones, es el hombre y desde aquí hacemos una exhortación a participar en la cosecha de estas especies exóticas y dañinas en nuestros ecosistemas marinos.