Un coctelito de Cuba en este ardiente verano

Quizás por la misma razón que en Trinidad, exista una casa Daiquirí: la popularidad de ese trago y su renombre en el mundo.  Como estrategia de marketing al menos, funciona desperdigar esta bebida por  todo el verde caimán.

La  administradora de dicho bar en la central ciudad villaclareña, dijo a Cubahora que entre los tragos de mayor demanda figura, por supuesto, la especialidad de la casa y sus variantes Daiquirí Rebelde y Daiquirí Natural.

“Tenemos clientes que vienen año tras años y se llegan hasta aquí donde ofrecemos cocteles nacionales e internacionales, pero los tragos cubanos se llevan siempre la gloria.” Anay Rodríguez Rodríguez  afirma que los turistas gustan mucho del Cuba Libre y del Mojito pero que también sucede con los usuales de la ciudad.

Y es que estamos hablando de una bebida cuyo renombre la trasciende y crece cada vez más. Surgió en Santiago de Cuba, por la inventiva del ingeniero norteamericano Jennings Cox. A falta de ginebra Cox ofreció a unos coterráneos el ron local, y temeroso de que les resultara muy fuerte se los mezcló con azúcar cubana y zumo de limones cosechados en las cercanías de la playa oriental Daiquirí. En aquel momento el brebaje obtuvo un éxito que ha ido en aumento.

Así el cine hace homenaje a este trago: “¿Cómo se dice Banana Daiquiri en español” le pregunta Fredo a Michael Corleone en una terraza en la Habana en el Padrino II, y éste responde: “Banana Daiquiri”.

Ernest Hemingway ha sido uno de los famosos que más honores hizo al coctel cubano. Cuentan que dos veces por semana, durante la tarde, se movía hasta el El Floridita, ubicado en el centro de La Habana Vieja, donde se tomaba algunos daiquiris. Especulan las revistas de época que en una ocasión bebió 16 tragos de una sentada. Así existe un Daiquirí Hemingway, cuya fórmula sustituye el zumo del limón por jugo de toronja, explicó el cantinero Osbel Morales.

La bebida preferida del escritor norteamericano obtuvo relevante premio en el Festival Varadero Gourmet que se realiza en el  balneario más importante de Cuba. Esto evidencia que el éxito de tal coctelería para nada se quedó retenido en los años de Neocolonia, sino que su esplendor es perenne. El propio Osbel, en sus 23 años de experiencia detrás de la barra, así lo manifiesta.

“Lo turistas piden mucho el Cuba Libre, el Mojito, el Ron Collins, porque incluso ya vienen con la idea preconcebida de que quieren degustar  un determinado trago cubano.”  Al decir del especialista de El Daiquirí sanclareño, la magia radica nada más y nada menos que en el ron oriundo.

“Especialmente tenemos el Havana Club, pero también existe el Santiago y el Cubay, la personas de diferentes lugares del mundo buscan los sabores de estos rones en la coctelería.”

Embajador de la Isla en los 5 continentes, con más de siglo y medio de existencia, nuestro descendiente de la caña de azúcar le otorga el distintivo de lujo a los más populares brebajes, entre los que se incluyen también el Presidente, Isla de Pinos, Saoco, Mulata, Havana Special y el Mary Pickford.

La dulzura del Caribe se también a través de sus frutas y plantas. Se trata, por demás, de una alquimia que ha matizado la historia de colonización y criollismo, años de rebeldía mambisa y otras conquistas que ha estado sometido el archipiélago.

Anécdotas relacionadas con famosos. Actrices y escritores, ciudades y playas hermosas, presidentes y hoteles de esta tierra. De ilustres Bartender's da fe la coctelería nacional: Emilio Gonzáles, más conocido como el genial Maragato, Eddy Woelke, Fred Kaufman y muchos más.

Con el paso del tiempo se han consolidado las joyas clásicas a base de ron ligero cubano. Y es solo uno de los tantos atractivos que tiene para el verano la “tierra más hermosa…”. 

Paisaje natural, una culinaria de variados tonos y sabores, arquitectura y tradiciones que se rejuvenecen le atribuyen premios como los obtenidos en el Varadero Gourmet. Estos se unen a un alarga lista de distinciones, títulos y reconocimientos de valor internacional. La estadía en nuestro país resulta una garantía de recreación y deleite tanto para los de adentro como para quienes traspasan nuestras costas durante los soleados julio y agosto.