En un edificio de estilo colonial vive Rafael Grillo Hernández, ensayista, poeta y uno de los grandes promotores del periodismo literario en Cuba. Cuando llegué al apartamento 1222, me recibió su figura soñolienta, de cabello enmarañado y mirada inquisitiva como si quisiera analizarlo todo.
Tras una breve presentación, me invitó a sentarme y, mientras tomábamos una taza de café, pude observar cada detalle de la sala.
Las paredes exhibían los diplomas del concurso Luis Rogelio Nogueras y el Premio Nacional 26 de julio, junto a obras de diferentes pintores. Sobre las estanterías descansaba una extensa colección de libros. En dirección a esta, el escritor señaló con especial orgullo las ediciones más recientes de sus antologías Isla en Negro y Revolicuento.com.
- POR LO VISTO ES UN GRAN AMANTE DE LOS LIBROS. ¿CÓMO SURGIÓ SU PASIÓN POR LA LITERATURA?
“Desde niño leía los textos de la pequeña biblioteca de mi padre. Prefería, sobre todo, autores de aventuras como Jack London, Julio Verne y Emilio Salgari. Con ellos descubrí diferentes mundos, espacios y tiempos. Me interesé, en mi adolescencia, por el mundo de la novela negra gracias a los policíacos de Agatha Christie o Raymond Chandler”.
- TENIENDO EN CUENTA SU VOCACIÓN POR LAS LETRAS, ¿POR QUÉ DECIDIÓ ESTUDIAR PSICOLOGÍA?
“La vida es un carrusel, da muchas vueltas y a veces ocurren sucesos inesperados. De adolescente quería ser periodista porque muchos grandes escritores habían pertenecido a la profesión. Incluso pasé las pruebas de aptitud para entrar a la carrera, pero en la última fase, era casi un requisito pertenecer a la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Yo no era miembro, por lo tanto, tuve que estudiar psicología”.
Su mirada adquirió un brillo desafiante. Aun después de varios años, le resulta difícil conversar sobre aquella experiencia. Sin embargo, rememoró con cariño su etapa en la Facultad de Psicología, pues lo hizo adentrarse en el campo de las comunicaciones.
Comentó que tiempo más tarde pudo unirse a la revista Cubahora gracias al escritor Félix Guerra. Trabajar en el primer medio digital del país le permitió componer crítica de arte e iniciar un Diplomado de Periodismo en el Instituto Internacional José Martí. Hasta ese momento, solo había escrito ficción en sus tiempos libres.
- ¿CÓMO FUE SU TRÁNSITO DEL LENGUAJE LITERARIO AL PERIODÍSTICO?
“Cuando empecé en el mundo de la literatura desconocía el estilo periodístico. No tenía un esquema mental solo escribía mis pensamientos y emociones. Con el tiempo, descubrí que no es una cuestión de lenguaje sino de satisfacer las necesidades informativas de diferentes públicos.
“El autor de ficción tiene el pacto de ser verosímil, de escribir un universo comprensible para el lector. Mientras tanto, el periodista debe ser veraz, publicar hechos reales. En mis artículos utilizo el lenguaje de manera similar a un novelista, pero sin dejar a un lado la función de informar.”
- TAL VEZ POR ESO INCURSIONÓ EN EL PERIODISMO NARRATIVO, ¿LO CONSIDERA UNA MEJOR HERRAMIENTA PARA CONTAR HISTORIAS REALES?
“No pienso que sea más eficaz, pues cumple una función diferente a los géneros informativos. Por ejemplo, en su reportaje Hiroshima, el corresponsal norteamericano John Hersey contó la vida de seis personas justo antes de la explosión del misil nuclear. De esa manera, acercó a los lectores a la magnitud del suceso. El periodismo narrativo va más allá de datos fríos y cifras; posee la capacidad generar empatía".
- ¿CREE QUE EL PERIODISMO CUBANO DEBE ACERCARSE MÁS AL ESTILO NARRATIVO?
“Por supuesto, y se está haciendo en los últimos años, porque desde la academia y otras vías lo hemos promovido. En los inicios, el periodismo literario era un tema tabú, pero insistimos pues conocíamos su importancia.
“Es imprescindible que la prensa cubana resulte interesante y cuente historias capaces de hacer vibrar al espectador. Los periódicos no deben llenarse de las actividades de los dirigentes, sino de la cotidianidad de las personas y sus problemas.”
- RESPECTO A ESE TEMA, ¿CUÁL OPINA QUE ES LA MAYOR PROBLEMÁTICA DEL PERIODISMO CUBANO ACTUAL?
“El principal defecto del periodismo cubano es que no abarca toda la realidad. Muchas historias y situaciones quedan fuera de los medios debido a los intereses de la agenda política. La prensa debería ofrecer un retrato más exacto de los hechos y, de esa manera, cumplir su función de orientar a las personas”.
Tras dos horas de conversación, Rafael Grillo había terminado su taza de café y descansaba recostado en un sofá. Antes de despedirme, le realicé una última pregunta.
-EN SUS OBRAS SUELE ABORDAR SITUACIONES CONSIDERADAS COMO TABÚ EN LA SOCIEDAD. ¿SE DEFINE COMO UN TRANSGRESOR?
“A mí no me gusta transgredir por el simple hecho de hacerlo. Siempre he querido mover los límites de la realidad y romper los esquemas porque no ayudan al entorno en donde vivo. No lo hago para expresar mis derechos individuales, sino para construir la libertad de otros. Pienso que la rebeldía debe ser una actitud natural del ser humano, porque transgredir es la única forma de avanzar”.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.