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martes, 8 de octubre de 2024

Orgullo y esencia de cubanidad

Diversas son las causas que influyen en la percepción de orgullo nacional que siente el campesinado cubano...

Francisco Domínguez Almaguer en Exclusivo 17/05/2017
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Día de la Tierra 05
El campesino de hoy ha trascendido su tiempo y cambiado la mentalidad hacia formas más sustentables de producciones y consumos. (Fernando Medina Fernández / Cubahora)

De niño acostumbraba en vacaciones visitar a mis parientes en las zonas rurales donde vivían, tenía esa necesidad de respirar el aire no contaminado de las ciudades, andar por el campo y entrar en contacto con esa gente sana y sencilla que los habita, “la gente de la tierra”, como suelo referirme con sano orgullo a los compatriotas dignos y verdaderos.

Un día quise probarme en las labores agrícolas, pedí que me permitiesen desyerbar treinta surcos en una hectárea plantada de yuca, comencé con la fresca y al caer la tarde andaba yo a mitad del campo, extenuado. En medio de un verano intenso di gracias a la abuela que me había asistido con un poco de agua y alguna merienda.

Casi a la noche apareció un guajiro, sonriente tomó el azadón y me dijo: “…mira muchacho, el trabajo en el campo es duro, muy duro, requiere entregarse en cuerpo y alma, así y solo así se comprende, pero se experimenta también una satisfacción tremenda cuando ves germinar el fruto de tu esfuerzo, más aún cuando lo que produces llega a la mesa de cada familia, al pueblo…”.

Aquello me hizo comprender con el paso del tiempo, cuánto de cierto había en esa breve reflexión, y por qué me habló con tanto amor. Pronto las enseñanzas en la escuela y la cotidianidad de la vida acrecentaron en mí, una identificación indescriptible con los campesinos, de respeto, admiración y justa interpretación del por qué constituyen orgullo y esencia de cubanidad.

Luego, al estudiar la obra de José Martí, pude apreciar la vigencia de su impronta en el conocimiento del campesinado, cómo en una de sus citas refiere que “son la mejor masa nacional, y la más sana y jugosa, porque recibe de cerca y de lleno los efluvios y la amable correspondencia de la tierra, en cuyo trato viven”. Cierto es, mientras más cerca anda el hombre de la tierra, más humildad y modestia lo dignifica cuando la atiende y la hace producir para alimentar a sus semejantes.

En esencia, diversas son las causas que influyen en esa percepción de orgullo nacional que siente el campesinado cubano, y que en ese inobjetable compromiso a la par sentimos todos sus compatriotas, al apreciar en ellos valores morales y sociales que los hacen ser dignos de sus orígenes y de su cultura.

Mucho sufrieron las familias campesinas antes del triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959, en su justa lucha por las reivindicaciones sociales, el acceso a la educación, la salud y otros derechos. La inmensa mayoría vivía en condiciones de insalubridad, sin ningún tipo de asistencia social, plagados de miserias y enfermedades, cuántos no se vieron expuestos a desalojos, asesinatos y represiones por querer alcanzar reformas agrarias sociales e integrales, por oponerse a las privatizaciones y los latifundios.

En medio de todas esas contiendas se fue forjando ese espíritu solidario, los sentimientos de amor a la familia y al terruño que los vio nacer, que no es otra cosa que la patria misma, la esencia de cubanidad que los enaltece hoy. Es grato ver cómo reciben y tratan a la gente que les visita, la acogida en sus casas, comparten lo que tienen con humildad y desinterés y se muestran prestos a enseñar cuanto de bueno hay en los campos y los avances que vienen experimentando en las labores agrícolas.

Similar aprehensión se observa en la manera que el campesino coopera con sus coetáneos en el tratamiento y desarrollo de las más diversas formas de atención a los suelos y los cultivos, en cómo producir y conservar los alimentos, y su constante adaptación a los cambios que se vienen produciendo en el clima que también les afecta.

El campesino de hoy, de una instrucción muy superior a los primeros años de Revolución, ha trascendido su tiempo y cambiado la mentalidad hacia formas más sustentables de producciones y consumos. Lleva solidaridad y cultura agraria a otras naciones, comparte las experiencias de manera intencionada para contribuir a resolver los problemas comunes en la producción de alimentos sanos para las familias y los pueblos.

En ese empeño apoya las luchas por alcanzar el autoabastecimiento, el acceso a los mercados sin intermediarios ni monopolizaciones, a precios justos y formas cooperativas de producción, y distribución equitativa de bienes y riquezas.

En Cuba viene ocurriendo un fenómeno inverso a otras regiones del planeta donde las familias campesinas desaparecen por millones al año, y la población rural ve desaparecer a sus jóvenes. La situación y evolución de la agricultura campesina en esta Isla es quizás única en el mundo, y ello se debe a políticas públicas de fomento y apoyo a la agricultura campesina, fuerza con la que sin dudas no sería posible jamás alcanzar la soberanía alimentaria que nos hemos propuesto.

Hoy, en medio de celebraciones por el aniversario 56 de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), creada precisamente en los albores de la Revolución para aglutinar en sus filas al campesinado cubano, siento que ese amor, ese orgullo y esencia de cubanidad cobra mayor relevancia porque se ha acrecentado la conciencia campesina en la necesidad impostergable de diversificar y producir la mayor cantidad posible de alimentos para satisfacer la demanda interna; ampliar los rubros exportables y disminuir las importaciones.

A golpe de esfuerzo y sacrificio los campesinos cubanos han contribuido a que el país exhiba hoy un sistema de producción diversificada, orientada en primerísimo lugar a la alimentación del pueblo, cuyo avance es innegable al evaluarse tasas crecientes de productividad y eficiencia en varios renglones, resultados que demuestran que el campesino seguirá siendo retaguardia segura del pueblo trabajador.


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Francisco Domínguez Almaguer

Escritor, guionista y productor de Cuba Hoy


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