Este 2022, Cuba tuvo que aprovechar los dos años de experiencia ante la pandemia de la COVID-19 para prevenir un alza de los contagios y regresar al país a una nueva normalidad. Ha sido el año de eliminar el uso obligatorio del nasobuco, retomar las clases presenciales, las actividades públicas y la vida cotidiana.
No obstante, tras la destructiva variante Delta comenzó a aflorar en el mundo la Ómicron, más contagiosa, pero con síntomas menos graves. Sin embargo, ya nuestro país se encontraba preparado para un rebrote, con sus vacunas propias logró inmunizar a la mayoría de la población e incluso ya avanzaba en la vacunación de refuerzo. A esto se le sumó la actualización de los protocolos para el tratamiento y prevención de la COVID-19, el control sanitario y el llamado a la autorresponsabilidad en todo momento.
Se protegieron sobre todo a las personas con comorbilidades, las embarazadas, las puérperas, la población pediátrica y en los últimos tiempos a aquellas que no han podido vacunarse por diversas causas.
Todas estas acciones llevaron a proteger la vida y contener la enfermedad. Pasamos de tener días con cientos de contagiados a mediados de la pandemia a reportar cifras como las de ayer: 25 positivos en el día, según datos del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
Reporta el MINSAP que, hasta el 21 de diciembre de 2022, Cuba acumulaba un total de 1 millón 111 mil 757 pacientes diagnosticados con la enfermedad, de los cuales permanecen ingresados con evolución clínica estable unos 107.
En total se han realizado unas 14 millones 263 mil 452 muestras hasta esa fecha, un símbolo del trabajo del personal de salud, de laboratorio y de las pesquisas.
Lamentablemente, se acumulan unos 8 mil 530 fallecidos por la COVID-19, esto representa una letalidad de 0,77% frente a la 1,01% en el mundo y la de 1,56% de las Américas.
Actualmente, no se reportan pacientes graves ni críticos confirmados en los Cuidados Intensivos del país y se cuentan en total 1 millón 103 mil 061 altas médicas.
La disminución de los contagios está dada por la inmunización de la población. El MINSAP en su informe del 20 de diciembre indicaba que se aplicaron en el territorio cubano hasta esa fecha unas 42 653 183 dosis con las vacunas cubanas SOBERANA 02, SOBERANA Plus y ABDALA.
Esto significa, según el organismo, que han recibido al menos una dosis 10 718 095 personas. A modo general, destaca que el 90.3% de la población cubana tiene el esquema completo (3 dosis), unas 10 003 169 personas.
Asimismo, cuentan con dosis de refuerzo unas 8 669 790 personas, de ellas 325 352 como parte del Estudio Clínico y 8 344 438 como parte de la vacunación de refuerzo que se aplica a poblaciones de riesgo seleccionadas.
Además de la COVID-19, otros peligros epidemiológicos del 2022…
Otra situación epidemiológica importante este año fueron los índices elevados de dengue en los meses de verano. Según reportó el Ministerio de Salud Pública en la semana 37 de 2022 las provincias con mayor tasa de incidencia fueron Santiago de Cuba, La Habana, Guantánamo, Las Tunas, Matanzas y Mayabeque, así como el municipio especial Isla de la Juventud.
- Consulte además: Dengue, enfermedad infecciosa que mantiene incidencia en el verano
El ciclo de tratamiento focal en el país detectó que el 71,5% de los focos de Aedes Aegypti estaban en los depósitos para almacenar agua. Esos meses demostraron que no se puede ignorar el control del dengue y que se deben tomar todas las medidas pertinentes para que su agente transmisor no prolifere, las cuales se activaron con más fuerza al aumentar el número de casos. Ya para el mes de septiembre se apreciaba una disminución de la velocidad en que se transmitía el virus.
Cuba tiene una larga experiencia en el tratamiento de esa enfermedad y en la campaña antivectorial, un saber hacer que debe aprovecharse para contener los contagios y atender con celeridad a los enfermos.
Además, estuvo la amenaza de la viruela del mono, ahora nombrada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como mpox, para evitar opiniones racistas y estigmatizantes.
Se trata de una enfermedad contagiosa que parte de un virus que usualmente está en pequeños mamíferos africanos y puede pasar hacia primates y humanos. Su síntoma más característico es una erupción cutánea. Los pacientes pueden necesitar hospitalizarse si su condición agrava y puede causar la muerte.
El 23 de julio de 2022 la OMS declaró a la mpox como una emergencia de salud pública internacional, la consideración más alta que tiene y que solo comparte con el coronavirus y la polio.
No obstante, a pesar de que se extendió por Europa y los Estados Unidos, con más 80 mil casos positivos en todo el mundo hasta noviembre, afortunadamente en Cuba y por las medidas de control sanitario, no se ha extendido la enfermedad. Se han reportado ocho casos, todos adultos; seis hombres y dos mujeres.
Este 2022 ha demostrado otra vez la importancia de mantener buenos sistemas de salud y alerta temprana ante riesgos epidemiológicos. La calidad de la atención médica no debe descuidarse ni tampoco las medidas para evitar enfermedades contagiosas.
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