En busca de Chandni Chowk

India es un lugar sui generis para el mercadeo… Abundan las mercancías, algunas de mejor calidad que otras, no pocas en extremo brillosas, y todas requieren regateo. Nunca el precio que se dice es el precio real, ya me habían advertido, y no solo uno como extranjero se convierte en víctima de esas picardías.

Es necesario entonces regatear hasta el final hasta un 70 %, para que, cuando más, se quede el precio en un 40 %. Sucede así en todos los mercados de la ciudad y también en las calles, porque a cada paso hay una mesa vendiendo lo que sea. En los grandes centros comerciales es distinto, clásicas tiendas con precios establecidos y en las que se pueden encontrar ropas al estilo occidental, más caras.

Un grupo de los colegas de mi curso decidimos aventurarnos hacia Chandni Chowk, uno de los mercados más famosos de la India, específicamente en la parte añeja de esta ciudad, Old Delhi. Alejada de la zona en la que estudio fue preciso viajar en metro y luego caminar y caminar y caminar por varias calles, en las que se vendía de todo en una venta al por mayor.

Lo curioso para mi lente fotográfico fue todo lo que captó alrededor del mercadeo. Una cosa son las películas y otra es vivirlo en directo. Otra vez las calles y las fachadas sucias, pero sobre todo mucha, mucha gente…. Apenas se puede avanzar al caminar, y como de hecho aquí el tráfico no se respeta, se hace casi imposible cruzar una calle, lidiando con los peatones, los tuk tuk y los carretilleros.

Sí, muchas carretillas ancladas en bicicletas, tiradas por bueyes o por motos inundan las calles en esta zona. Encima, cajas y cajas, y de todo transportándose de izquierda a derecha y a la inversa. El olor a especias te hace estornudar, y el calor que roza los 45 grados te hace sufrir, a pesar de que ingieras mucho líquido.

Chandni Chowk fue entonces eso… más de lo mismo pero multiplicado por 5. Terminé exhausta, pero siempre vale la pena la experiencia nueva. Cambiar de línea de metro y sentir que estás desorientada con tantas letras en hindi en los carteles, siguiendo las flechas. Buscar la mejor opción del regateo. Mirar a todos lados para que no se te escape ningún detalle y aceptar un vaso de agua de rosas, de Gulab, cuando compras incienso; todo es parte también de la vivencia.

Luego llegas cansada, te acuestas en la cama y repasas las fotos. Es increíble que tanta gente se aglomere en un mismo lugar. Compraste algo y te sientes satisfecha, pero, repito, cada paso en India fuera de la residencia en la que te aíslas tanto te nutre. Como siempre, comparto fotos.