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lunes, 25 de noviembre de 2024

Basura: más allá de las calles pasarelas

Una característica cada vez más notable de la ciudad capitalina es la falta de atención hacia un tema crucial para el medio ambiente urbano y la salud pública: la acumulación de basura y residuos sólidos...

Carol Cuellar Díaz en Exclusivo 13/04/2024
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Sociología de la basura
El Gobierno Provincial del Poder Popular de La Habana sustituyó la Resolución 87 del 2022 por la Resolución 190 del 2023. Esta actualización de medidas se dice que intenta respaldar el cumplimiento del Reglamento para el Ornato, la Higiene y los Servicios Comunales. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Una característica cada vez más notable de la ciudad capitalina es la falta de atención hacia un tema crucial para el medio ambiente urbano y la salud pública: la acumulación de basura y residuos sólidos.

Los cubanos han llegado a considerar el problema de la basura como una más de las muchas carencias diarias que definen sus vidas, quizás percibida como la menos apremiante cuando en los hogares existen otras preocupaciones pendientes de solución.

Sin embargo, los microvertederos se multiplican y no existe un sistema de recogida eficaz que solucione la nueva imagen de la ciudad capitalina, llena de basura y mal olor. Una fetidez que para los pobladores es tan habitual que ya no se preocupan. Porque la frase dejó de ser “hace una semana no pasa el camión” para convertirse en “hace meses que no pasa”.

Por su parte, el Gobierno Provincial del Poder Popular de La Habana sustituyó la Resolución 87 del 2022 por la Resolución 190 del 2023. Esta actualización de medidas se dice que intenta respaldar el cumplimiento del Reglamento para el Ornato, la Higiene y los Servicios Comunales.

No obstante, para abordar de manera efectiva la crisis de desechos, es crucial reconocer que la gestión de residuos en la ciudad muestra deficiencias estructurales y de planificación que contribuyen a la insalubridad.

La ineficacia se refleja en la falta de servicios para la recolección de desechos generados en actividades, como la tala de árboles, lo cual evidencia una carencia de organización y coordinación en la gestión urbana. ¿Por qué no se prioriza si es claro que estas tareas son previamente planificadas?

A su vez, con la proliferación de proyectos ambientalistas sin fines de lucro, se han organizado limpieza de playas y sus alrededores. A pesar de coordinar con Servicios Comunales para la recolección de los desechos, la falta de respuesta hace que la única opción sea depositar lo recolectado en torno a los contenedores.  

Lo que fueron buenas intenciones, terminan siendo un caos de basura que recogiste en determinadas áreas para estancar en otro punto.

Es una realidad a voces que el país atraviesa una crisis económica grave, sin embargo; la no inversión en la infraestructura para la recolección, transporte, tratamiento y disposición final de los desechos sólidos no puede solucionarse de otro modo. 

Ello lo evidencia la escasez de contenedores adecuados que conducen a una sobrecarga de los existentes, que se vuelven sucios y malolientes, dificultando su correcta manipulación por parte de la población. Esta situación se ve agravada por la falta de vehículos, neumáticos, piezas, combustible y la incompatibilidad entre los mecanismos de volteo y los depósitos de basura. Lo que evidencia claramente que hace falta más que un par de medidas para paliar la situación añun y cuando se realicen esfuerzos por parte de las empresas destinadas a esta tarea. 

Por otra parte, la población no está exenta de culpas. Muchos en lugar de caminar hasta el basurero prefieren arrojar su ‘'javita con basura'' en una acera cualquiera propiciando un foco de atracción para más desperdicios.

La contraparte es llegar al carrito y que esté desbordado. Como casi siempre. ¿Hay que llevarse la basura a casa o arrojarla alrededor del contenedor? 

Quizás esté alejado de lo adecuado, pero la gente, en su mayoría, lo arrojan ahí mismo porque nos le queda otra opción. Lo peor de esa situación es que ya no existe un ápice de malestar al hacerlo porque ya se volvió una costumbre.

Esta problemática destaca la necesidad de abordar la gestión de residuos de manera integral y urgente, involucrando no solo a las autoridades locales, sino también a la comunidad en general para buscar soluciones sostenibles y efectivas a este desafío ambiental.

Mientras tanto la situación no mejore, como pinta hasta ahora, algunos barrios de Cuba, se convertirán en sendas y sendas de desperdicios y otros más afortunados continuarán siendo las envidiables calles pasarelas de nuestro país.

El punto no es echarle la culpa a unos u otros; lo que se necesita es acción y solución por parte de TODOS. 


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Carol Cuellar Díaz

Estudiante de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.


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