ANPP: sobre juguetes y proyectos comunitarios

Si algo han demostrado los proyectos comunitarios es que donde tienen su radio de acción hay muchas opciones culturales que pueden ponerse en función del desarrollo local; pero, también, que pueden llegar, por ejemplo, a lugares muy distantes o apartados donde las ofertas para la satisfacción de los lugareños son escasas. Pero hay más: estas iniciativas contribuyen a cambiar conductas en favor del bienestar de la sociedad y tienen un impacto en la formación de un ciudadano comprometido con el desarrollo y el bienestar de su entorno.

Esa certeza se evidenció en una de las comisiones permanentes de trabajo de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que acontecen desde ayer en el capitalino Palacio de Convenciones de La Habana, como antesala del Noveno Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de este órgano, convocado para el 14 de julio. Los debates acontecidos entre los diputados confirman que a la Mayor de las Antillas la distingue su diversidad cultural y dentro de ella la multiplicidad de proyectos comunitarios.

Pese a esa importancia todavía existen dificultades para seguir encausando por buenos caminos el trabajo comunitario, según se dijo en la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Existe, por ejemplo, la ausencia de una estrategia de formación sobre el tema; falta de integración, articulación y coordinación para el desarrollo de esta actividad, dado que no se basa en diagnósticos sobre los intereses de los habitantes de la comunidad.

Ello se evidencia en el Informe presentado por el diputado Luis Morlote Rivas, vicepresidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, quien presentó a los parlamentarios el informe de fiscalización realizado por los diputados a este tema. Otros de los problemas es que en algunos lugares se manifiesta una insuficiente claridad sobre el rol del Gobierno en el trabajo comunitario, no son suficientes los promotores culturales, los instructores de arte, y hay muchas expresiones de falta de presupuesto para realizar este trabajo.

La necesidad de fomentar propuestas estéticas de calidad desde el accionar comunitario, introducir cambios estructurales para el fortalecimiento de la institucionalidad, desarrollar una cultura económica que acompañe la gestión del trabajo cultural comunitario, insertar en la estrategia de informatización de la sociedad a través de un mayor uso de los medios en función de esta actividad, trabajar con mayor intencionalidad la dimensión del trabajo comunitario en la formación del maestro e implementar en los principios planteados en el perfeccionamiento de la educación, la vida de la comunidad, son algunos desafíos del asunto, al decir de Morlote Rivas.

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, apuntó que ante las propuestas de las plataformas de restauración neoliberal, resulta vital fomentar iniciativas locales que se aparten de lo banal e indecente y fomenten los valores éticos defendidos por el país. Expresó que hay que tomar en cuenta las aspiraciones de la comunidad, unificar las potencialidades y mediante el ejercicio participativo y los diagnósticos integrales, dar solución a los problemas propios de los territorios.

Su intervención formó parte de los análisis de la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, que abordó el trabajo cultural comunitario y el papel de las alianzas institucionales y centros educativos en función de esa labor, un tema que, como precisó Díaz-Canel Bermúdez, exige rigor profesional, toda vez que ayudará a mejorar la calidad de vida de la gente, su compromiso con la Revolución y la unidad nacional. Señaló que no podemos ver la labor cultural y educacional por separado, sino hacerlo con enfoques integrales.

DE JUGUETES EN LA MIRA

Proponer la creación de un grupo nacional de trabajo integrado por los ministerios de Industrias, Finanzas y Precios, Comercio Interior, Economía y Planificación, y la Unión de Jóvenes Comunistas y la Organización de Pioneros José Martí, para transformar la situación actual con respecto a la producción, importación, distribución y comercialización de juguetes, fue el principal acuerdo de la Comisión de Atención a la Juventud, la Niñez y la Igualdad de Derechos de la Mujer de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que analizó el tema.

Ello viene como anillo al dedo si tomamos en cuenta que para no pocas familias y sus hijos, la compra de juguetes se ha vuelto un tema muy escabroso ante el déficit y el encarecimiento de esos artículos que ahora se expenden principalmente en las tiendas en divisas. Duele decirlo y más cuando se ratificó este lunes en la Comisión parlamentaria que no existe una política ni una estrategia definida para el seguimiento al tema.

A ello hay que agregar, como apuntó Odalys Escandel García, viceministra primera de Comercio Interior (Mincin), que no se ha podido disponer de un financiamiento oportuno para este tema, y hace varios años las empresas de comercio, los mercados de artículos industriales y de servicios no venden juguetes. Los que hoy se han tenido son los captados de las industrias locales y las tiendas recaudadoras en divisas.

Una visita de control y fiscalización al tema que el pasado año realizó la citada Comisión con 750 personas entre padres, niños, directivos, trabajadores de tiendas en divisas y del sector no estatal, promotores del programa Educa a tu hijo, delegados, presidentes de consejos populares y pobladores, en 28 municipios de las provincias de Guantánamo, Granma, Holguín, Santiago de Cuba y La Habana, confinó que el acceso de los niños a los juguetes resulta insuficiente.

Olga González Naranjo, directora de producciones seleccionadas del Ministerio de Industrias (Mindus), apuntó que no vamos a tener una solución inmediata para estos temas, pero se empezó a dar pasos con un grupo temporal de trabajo creado en su entidad para buscar soluciones a este problema. “No existe una política que responda a la producción, comercialización, distribución e importación de juguetes en el país. Hay muchas cosas escritas pero son normas de hace más de 40 años.

“Nos comprometimos que antes de diciembre vamos a presentar un cronograma de las acciones que estamos realizando hoy”, dijo la funcionaria, quien confirmó que crear en Cuba una industria de juguetes sería una opción a largo plazo, pero “hay 14 empresas del Mindus que tienen propuestas de trabajo en ese sentido, a partir de recursos mínimos con los cuales se pueden hacer cosas, pero eso no satisface ni el 50 por ciento de lo que se demanda”.

Explicó que se ha trabajado con la industria deportiva y conocen de las demandas para las 577 instituciones del deporte que necesitan de implementos. Igualmente, dijo existe un proyecto de la industria ligera para desarrollar juegos didácticos, en especial los más carentes, es decir, para los niños de 0-6 años. Afirmó que se revisan proyectos que existían en el país con proveedores chinos para ver que se puede rescatar del que existió en los años 2000 relacionado con los juguetes y se potenciará las producciones locales y hasta con la industria electrónica.

González Naranjo subrayó que también en todo lo que se haga hay que tener en cuenta las nuevas formas de gestión, las cuales deben sumarse cumpliendo con todas las políticas establecidas. En tal sentido, puso el ejemplo, la propuesta de la cooperativa no agropecuarias Decorarte, de Matanzas, con la propuesta de Gabi & Sofi, perteneciente a su Ministerio, con un proyecto muy acabado en este tema, con productos muy buenos, el cual acompañaremos en todo lo que necesiten, pues se trata de la más avanzada.

Hoy se hace necesario avanzar con urgencia en este tema, pues los juguetes constituyen, más que simples objetos de fabricación industrial o artesanal, piezas espirituales clave en la formación de los infantes en el ámbito familiar y social. Como apuntó en dialogo con este reportero la Doctora en Ciencias Pedagógicas Keyla Estévez García, investigadora del Centro de Estudios sobre Juventud, “a pesar de que hoy en día parecen ser diferentes a los de antaño, su fin siempre ha sido el mismo: llevar alegría y placer, y crear oportunidades para incrementar el aprendizaje y el desarrollo”.