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Institución cubana encargada de realizar el pronóstico del tiempo, así como el monitoreo de la contaminación ambiental y vigilancia de el clima. Investiga la génesis y evolución de los ciclones tropicales y los cambios climáticos. Fundado en agosto de 1965.
Los impactos del huracán Flora (1963), y del Cleo (1964), unido al equipamiento entregado a la Academia de Ciencias de Cuba por la entonces Unión Soviética y otros países socialistas para montar al menos cincuenta estaciones, y la impronta de tener un centro que además de su labor operativa realizara acciones de investigación y desarrollo, fueron factores esenciales en el nacimiento de la entidad.