En la madrugada del 17 de abril de 1961, en la Bahía de Cochinos, al sur de la provincia de Matanzas, desembarcaba la brigada de asalto 2506, con alrededor de mil quinientos emigrados cubanos entrenados por militares norteamericanos en campamentos de Nicaragua, Guatemala y Costa Rica, con la autorización y el apoyo de sus gobiernos.
EL PREÁMBULO
Minutos antes de las 6:00 de la mañana del precedente día 15 se había producido el ataque simultáneo de ocho bombarderos B-26 procedentes de Puerto Cabezas, Nicaragua, a los aeropuertos militares de Ciudad Libertad y San Antonio de los Baños, en La Habana, y al internacional Antonio Maceo, de Santiago de Cuba. Ya en el territorio nacional se esperaba una “sorpresa”; por lo que la defensa de las bases aéreas estaba instrumentada y, desde meses antes, los medios de comunicación desarrollaron una campaña para preparar al pueblo, orientar, organizar y movilizar en defensa de la Revolución.
El periódico Revolución destacaba el 3 de abril: “La conjura contra Cuba/ Aviones yanquis refuerzan mercenarios en Guatemala”; el 6, en la columna Zona Rebelde: “Aumenta la ofensiva yanqui contra Cuba”; ese día el rotativo Combate notificaba: “Denuncia Cuba violación de sus aguas territoriales”; y el 7: “La Revolución responderá inclemente al terrorismo”.
El 16 de abril, en la esquina capitalina de 23 y 12, frente a la entrada del cementerio de Colón, al despedir el duelo de las víctimas del bombardeo del día anterior, en un acto de masas. Fidel declaraba el carácter socialista de la Revolución. Bohemia publica en el editorial “Cuba Vencerá”: “…Una gigantesca obra de aglutinación, de integración nacional ha hecho de la República un bloque monolítico, que ni siquiera pueden roer los minúsculos y cobardes grupos de la contrarrevolución”.
La vía de los medios de comunicación fue utilizada también para dar a conocer los comunicados oficiales, para decretar el estado de alerta e impartir órdenes militares a los batallones de milicia. El 17, en la zona de combate se presentaron decenas de reporteros que trasmitieron los sucesos a Cuba y al mundo. En la misma fecha, Revolución despliega: “¡Viva nuestra Revolución Socialista!”, “Emplaza Fidel a Kennedy”; el 18: “¡Todos a los puestos de combate y de trabajo!/ Fidel Castro”, “Lista la URSS y los países socialistas para ayudar a Cuba”, “Combaten nuestras fuerzas heroicamente al enemigo”, “Detenido jefe de espías yanki”; debajo en rojo: “Patria o Muerte ¡Venceremos!”. Y Prensa Libre exhorta: “A contestar con hierro y fuego a los bárbaros”, y en un gran cintillo en azul: “¡Adelante cubanos!”.
EN PIE DE LUCHA
Los hechos ocurrieron de manera paralela al decimoquinto periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, por lo que el propio día 15, el representante de Cuba, Dr. Raúl Roa, denunció los ataques aéreos y a los Estados Unidos de ser el máximo responsable. El 17, tras argumentar ampliamente su acusación, con materiales de la propia prensa norteamericana, concluyó diciendo: “…Un clamor unánime estremece hoy a toda Cuba, resuena en nuestra América y repercute en Asia, África y Europa. Mi pequeña y heroica Patria está reeditando la clásica pugna entre David y Goliat…”.
El 18, el representante de la República Árabe Unida dijo que la invasión a Cuba amenazaba la paz y la seguridad internacionales, y el premier soviético Nikita Jruschov, envió este mensaje al presidente norteamericano John F. Kennedy: “Me dirijo a usted, (…) a poner fin a la agresión contra la República de Cuba (…), prestaremos al pueblo cubano y a su Gobierno, toda la ayuda necesaria para rechazar la agresión armada a Cuba. Estamos sinceramente interesados en el debilitamiento de la tensión internacional, pero si otros van a empeorarla, les responderemos”.
Presidentes, organizaciones y la población de numerosos países, condenaron la agresión. Nuestras publicaciones periódicas lo corroboran. Revolución resaltó el 19 de abril: “URSS propone en la ONU se declare agresores a los EE. UU.”, “China popular: Respaldo total y absoluto al pueblo cubano”, “México: Cárdenas reta a los yanquis a derramar su sangre”, “Crece en todo el mundo la protesta antiyanqui”, “Clamor de América y el mundo: ¡Lucha contra el imperialismo!”.
EPÍLOGO:LA VICTORIA DEFINITIVA
El propio 19, el batallón de la Policía Nacional Revolucionaria, con la compañía ligera de combate del batallón 116, después de duros combates durante más de 10 horas, penetraron en Playa Girón. Se le sumaron fuerzas de los batallones 180 y 227, de la Escuela de Responsables de Milicias y de otras unidades y los tanques. A las 5:30 p.m. las tropas cubanas ocuparon Playa Girón y considerable cantidad de armas al enemigo que abandonaba sus posiciones y era capturado, o trataba de internarse en la vegetación.
A un costo de más de 176 muertos, de ellos 151 combatientes del Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y la Milicia Nacional Revolucionaria; unos 300 heridos y 50 discapacitados de por vida, el invasor había sido derrotado. Se hicieron 1214 prisioneros. Gabriel Molina cuenta en su Diario de Girón: “Los diarios del 20 de abril eran arrebatados prácticamente por la gente en la calle a los vendedores (…). La televisión alcanzaba en esos días audiencias récords”.
Los medios insulares celebraron a partir del 20 la victoria. Revolución pregonó: “Liquidada la invasión. Aplastante derrota del enemigo”, “Presentó Roa pruebas de la intervención yanqui”, “En pie de lucha el pueblo en defensa de la Revolución”. Prensa Libre en sus cintillos en azul reafirmó: “¡Venceremos!”/ Tercer Parte de Guerra”; el 21: “9 aviones yanquis derrotados”, “Victoria aplastante”; y Hoy: “Se rinden en masa los derrotados invasores”.
Los titulares demuestran cómo frente a la invasión a Playa Girón y la victoria posterior, la prensa cubana alertó, orientó y mantuvo al pueblo informado, exacerbando su valentía y patriotismo. De manera similar a lo que hizo al conocerse de otras agresiones imperialistas, devino arma de combate, ejerció su destino social con un mensaje periodístico comprometido y vehemente. Consumó su labor propagandística y movilizativa.
En la revista Verde Olivo del siguiente 30 de abril, Eduardo Yasells terminó su reportaje “Primera derrota del imperialismo en América./ La batalla histórica de la ciénaga”: “El imperialismo sufría así su primera derrota en Latinoamérica. Los héroes que habían caído libraron una hermosa batalla que la historia guardará para siempre (…) ellos dieron su vida porque la patria viva, ellos no morirán jamás”.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.