Se cumplen 63 años de aquella histórica conversación que sostuvieron el jefe de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, y el líder de los derechos civiles de los negros afroamericanos Malcom X. Un diálogo diáfano entre dos luchadores por la libertad de sus respectivos pueblos que versó sobre temas diversos, tanto históricos como filosóficos y que tuvo a la libertad como hilo conductor.
Por esos días, Fidel realizaba su primera visita a Estados Unidos con el propósito de intervenir en el período ordinario de las Naciones Unidas (ONU) y venía antecedido por una aureola de soberanía y libertad, bajada de la Sierra apenas un año medio antes, con el triunfo del 1ro de enero de 1959.
- Consulte además: Cuba: hitos en la Asamblea General de las Naciones Unidas
Ya el diferendo histórico entre ambas naciones había entrado en una fase álgida y ninguno de los dueños de los hoteles de lujo de Nueva York quiso hospedar al líder rebelde y el único en brindarse puso condiciones inaceptables; de ahí, la decisión de Fidel de ir a instalarse en casas de campaña en las afueras del edificio de la ONU, algo inédito y que rompía con las normas del protocolo internacional de atención a un jefe de estado.
Entonces vino la invitación de los luchadores por los derechos civiles de los negros, incluido Malcom X, para que Fidel se alojara en el hotel Theresa, del barrio humilde de Harlem; la cual, fue aceptada con beneplácito con el joven rebelde, figura cimera de una revolución radical a 90 millas del imperialismo norteamericano y enemigo jurado del sistema capitalista yanqui.
En ese contexto se produjo la cordial conversación entre ambos líderes.
Malcom X, convertido por entonces al islamismo y quien había adoptado la X como símbolo de rebeldía, al no saber a ciencia cierta su apellido de descendiente de esclavos y no querer asumir más el de su inscripción de nacimiento Malcom Little Norton, tenía un amplio prestigio entre la población afronorteamericana y era el principal portavoz de la organización Nación del Islam.
El diálogo resultó ameno y cordial y los temas versaron sobre historia de ambos pueblos y aspectos político-filosóficos. También se hizo referencia a Patricio Lumumba, el líder congoleño, a África, al racismo y a la solidaridad en la lucha por un mundo mejor y de igualdad de posibilidades para todos los seres humanos.
Un periodista norteamericano fue testigo de aquella histórica conversación –hace ahora 63 años- y reseñó los temas tratados y el contexto en que se produjo:
«Castro vestía traje militar verde de faena. Yo esperaba que estuviera tan desaliñado como aparece en las fotos de los periódicos. Para sorpresa mía su atuendo informal estaba inmaculadamente planchado y resplandeciente. Su barba en la tenue luz del cuarto era color café con una pizca de rojo.
«Miembros del grupo de Castro entraron del cuarto adjunto, haciendo que el pequeño recinto se sintiera más apretado. La mayoría de los cubanos fumaban largos puros, y cuando algo les hacía gracia se reían echando la cabeza hacia atrás y soplando humo al reírse.
«Su intérprete traducía las oraciones más largas de Malcolm X al español y Castro escuchaba atentamente y sonreía cortésmente».
Sobre la discriminación racial, Fidel le dijo a Malcom X: «Luchamos por toda la gente oprimida». Sobre África, preguntó en específico sobre Lumumba, a lo cual Malcom X sonrió, para luego afirmar Fidel: «Vamos a tratar de defenderlo enérgicamente»
También se habló sobre los derechos civiles de los negros afroamericanos. Al respecto, el líder cubano, dijo: «Ustedes no tienen derechos y quieren sus derechos».
Y en relación a las relaciones de Cuba con Estados Unidos, Malcom X señaló: «Mientras el Tío Sam esté contra ti, sabes que eres un hombre bueno».
La respuesta de Fidel a esa atinada reflexión, según el periodista testigo del diálogo, fue: «No el Tío Sam, sino los que controlan aquí las revistas y los periódicos....»
Reseña el propio periodista que Fidel sonrió al escuchar una anécdota en boca de Malcom X: «Nadie conoce al amo mejor que sus sirvientes. Hemos sido sirvientes desde que nos trajo aquí. Conocemos todos sus trucos. ¿Se da cuenta? Sabemos todo lo que va a hacer el amo antes de que lo sepa el mismo»
«El dirigente cubano escuchó la traducción al español y luego echó la cabeza para atrás riéndose animadamente: "Sí", dijo con entusiasmo, "Sí"».
La despedida fue igual de cordial, mientras el pueblo de Harlem coreaba con entusiasmo: ¡Viva Castro!
Días después, el 26 de septiembre de 1960, Fidel pronunció el primero de sus cuatro discursos en el seno de las Naciones Unidas. Duró cuatro horas y diez minutos y fue interrumpido 12 veces por los aplausos y ovaciones de las casi 800 personas, representantes de 96 naciones, que habían acudido con interés manifiesto a escuchar al joven rebelde.
Malcolm X fue asesinado el 21 de febrero de 1965, cuando se disponía a pronunciar un discurso, en un mitin en el Harlem, Nueva York. Tres hombres le dispararon y once balazos lo alcanzaron, fue trasladado al hospital pero no sobrevivió, tenía treinta y nueve años.
De ambos queda su legado. Fidel se convirtió en la figura política más influyente de la segunda mitad del siglo XX y todo un referente de defensa de las causas nobles del mundo. Regresaría a Harlem en 1995 y de nuevo sería aclamado de manera vehemente.
Malcom X sigue inspirando la rebeldía del pueblo negro de los Estados Unidos. Una de sus frases, continúa siendo un llamado en defensa de esos derechos pisoteados: «Si no estás preparado para morir por ella, saca la palabra libertad de tu vocabulario»
Iskra
19/9/23 11:32
Anoche vi el filme Malcon X. Excelente. Realmente Fidel se jugó la vida ese día. Habían muchos enemigos alrededor de Malcon.
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