Pocos dudan de la calidad del tabaco cubano, considerado como el mejor del mundo y muy apreciado por los fumadores de todos los confines del planeta, incluido los norteamericanos, quienes paradójicamente, no pueden disfrutar del placer de aspirar el humo de habanos y cigarrillos elaborados en esta Isla.
Desde que en febrero de 1962, el entonces presidente norteamericano John F. Kennedy, quien gustaba de los buenos tabacos, firmó el decreto 3447 que estableció el bloqueo a Cuba, los estadounidenses quedaron fuera del mercado tabacalero cubano.
Resulta singular que Kennedy, que no era bobo a nada, poco antes de firmar el maldito decreto, mandó a un asistente a comprarle varias cajas de tabacos cubanos para pertrecharse de una buena cantidad de habanos, pues sabía que desaparecerían casi de inmediato del mercado estadounidense.
Por eso, en la actualidad es imposible hallar un expendio de tabacos cubanos en Estados Unidos, donde siguen siendo tan gustados como antes, lo que impulsa a algunos a utilizar caminos tortuosos para burlar las prohibiciones y llegar hasta las ansiadas vitolas.
Siguen siendo tan gustados que algunos dicen que William Clinton, cuando hace unos años se sentaba en el sillón de la Oficina Oval de la Casa Blanca, pedía en secreto a sus amigos que le compraran habanos en Europa.
Incluso, se habla de que fue un puro cubano aquel que protagonizó el escándalo sexual con la becaria Mónica Lewinsky, quien, con la experiencia de aquella práctica amatoria clandestina, puede dar fe de la calidad del tabaco cubano.
Por eso, cada año, algunos norteamericanos, más o menos famosos y más o menos desembozadamente, se dan un salto rápido hasta La Habana para asistir al Festival del Habano, un encuentro que reúnen a un millar de distribuidores y aficionados que degustan puros, participan en seminarios y visitan fábricas.
Además de presentar nuevas líneas de habanos, en el Festival se subastan elegantes humidores cuya recaudación se destina al sistema de salud pública nacional.
La ausencia de las marcas cubanas ha sido aprovechada por otras de menor calidad para copar el mercado norteamericano, donde no puede llegar Habanos S.A., empresa de capital mixto entre Cuba y la francoespañola Altadis, que comercializa más de 300 tipos de habanos en más de 150 países.
Con Montecristo como producto líder, Habanos S.A. lidera su segmento de actividad con el 70 por ciento del mercado global, a excepción de Estados Unidos por el impedimento que significa el entramado legal que conforma el bloqueo.
Durante el pasado año, la empresa Tabacuba dejó de exportar hacia el mercado norteamericano más de 278 millones de puros, lo que significa el 64 por ciento del tabaco Premium, que es el que se elabora a mano, con lo que el país perdió ingresos millonarios.
Para que se tenga una idea de hasta qué punto llega la obsesión de Washington, en marzo del pasado año la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro, bloqueó a la compañía colombiana Puro Habano y Ron, LTDA, la compra a Cuba de estos productos por 135 mil dólares.
Y en fecha más cercana, en febrero último, también la OFAC congeló 137 mil coronas danesas de un ciudadano de Dinamarca que trataba de comprar tabacos cubanos en Alemania.
Tampoco Cuba tiene acceso al mercado del tabaco mecanizado, un sector que la Isla ha desarrollado en los últimos años para producir las marcas Minis, Club y Puritos, y que tiene una demanda de más de cinco mil 500 millones de unidades anuales en Estados Unidos.
Si la producción cubana hubiera tenido acceso solo al uno por ciento de ese mercado, hubieran ingresado al país más de siete millones de dólares.
La obcecada política de Washington, que desde hace 20 años es rechazada internacionalmente y que el próximo 13 de noviembre volverá a ser debatida en Naciones Unidas, hace que los norteamericanos vivan sin poder degustar el humo de nuestros afamados puros habanos.
Tide
30/10/12 0:36
¡ELLOS SE LOS PIERDEN! En USA, al no degustar los buenos habanos cubanos (y no es redundancia porque otros tabacos, muchos hechos en ni se sabe dónde, ostentan esa distinción) y el inigualable ron cubano, se conforman con productos de mucha más baja calidad tan solo porque en sus anillos o etiquetas les imprimen nombres que les hacen creer que son los originales e inigualables producidos en Cuba. Un amigo me contó que en una feria interestatal usamericana había encontrado tabacos con la marca Cohíba con precio de 35 USD la unidad. Los probó, porque es fumador y buen conocedor del aroma de los hechos en la isla, y quedó desencantado a tan solo las primeras bocanadas. Se puede hacer un tabaco con vitola cubana, no es difícil, pero sin usar las hojas cubanas, con una calidad reconocida desde mucho tiempo atrás de ser el mejor tabaco del mundo, lo que logran es un chamisco. Y por favor, perdonen a este dilatante. Yo no he fumado en mi vida.
Claudia Pérez desde FB
29/10/12 8:53
Se pierden los habanos, el maravilloso ron, conocer un lugar maravilloso, pero bueno, ellos creen que tienen todo y no necesitan nada...el ignorante es mucho más feliz que los demás.
Wilson Medina desde FB
29/10/12 7:57
Un país gobernado por políticos que se niegan a aceptar un país tan digno como Cuba.
Inés María desde FB
29/10/12 7:55
Es lo único que podemos esperar del gran país del Norte.....
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