Dentro de las transformaciones económicas que vive Cuba, el sector agropecuario desempeña un papel preponderante. Elevar la producción de alimentos y reducir importaciones es una exigencia actual que pasa también por una mejoría en el proceso de comercialización entre productores y destinatarios.
La coexistencia de diversos modos de producción y distribución hacen del entramado comercial cubano un sistema complejo que aún necesita perfeccionar sus conexiones. Los Lineamientos de la Política Económica y Social que en la actualidad rigen las modificaciones estructurales que vive la Mayor de las Antillas también se enfocan en este camino, de tal manera indican.
"Las relaciones económicas entre las empresas, las unidades presupuestadas y las formas de gestión no estatal se refrendarán mediante contratos económicos y se exigirá por la calidad del proceso de negociación, elaboración, firma, ejecución, reclamación y control del cumplimiento de los mismos como instrumento esencial para la gestión económica".
Es por ello que, luego de una acuciosa investigación el Ministerio de la Agricultura de la Isla reestructura las políticas y procedimientos a seguir para la contratación de la producción agropecuaria y forestal para el año 2014; prioridades y responsabilidades en el transcurso de la concertación, ejecución y control de los contratos son perfeccionados en busca de un mejor diseño y aporte del sector a las necesidades de la población y los mercados.
Si bien anteriormente se han realizado y puesto en vigor normativas referentes a los acuerdos mercantiles en la agricultura, este es un proceso en constante estudio y renovación. Los saldos son todavía altamente perfectibles y hacia ello se enfoca la nueva Circular del Ministerio.
En este sentido son ilustrativos los resultados en lo que va de 2013 con respecto a lo concertado antes. Destacan las fuentes consultadas que sobre todo laceran estos mecanismos: la no coincidencia entre las cifras previstas en los niveles de actividad del Plan de la economía programado; el no respaldo con insumos del total de la producción contratada; las imprecisiones en el cronograma de entrega; reticencia de las empresas a comprometerse en los recursos a otorgar; falta de credibilidad de los productores en la disponibilidad a tiempo de los insumos y/o servicios productivos que deben brindar las empresas; incumplimientos en el proceso de negociación entre las partes, resistencia a firma de contratos o su adecuada concertación, entre otros aspectos.
En general el desconocimiento natural y de las muchas prestaciones y facilidades que, sin dudas, podría implicar un sistema de comercio bien fundamentado ha sido el talón de Aquiles de dicha implementación. Mayor fuerza administrativa en la toma de decisiones y responsabilidad legal ante los incumplimientos han contribuido también a las insuficiencias que hoy exhibe el sector agropecuario y forestal. Es por ello que la programática de 2014 introduce importantes cambios, según refleja el documento presentado en conferencia de prensa.
Así, para el próximo año las Empresas Estatales contratarán con las Granjas Estatales y Cooperativas (UBPC, CPA y CSS) todas las producciones, con independencia de su destino y que los precios de las mismas sean centralizados o por mutuo acuerdo.
Además, serán contratados ciento por ciento de los productos agropecuarios que tributan a la sustitución efectiva de importaciones siendo estos: maíz, frijol, arroz, leche, carnes y huevo, a partir de haber definido las cifras destinadas para el autoconsumo, insumos productivos e insumos para alimento animal.
La confección más exhaustiva de los planes de producción, tanto para las cooperativas como para los agricultores pequeños será uno de los principales ejes de esta directiva. De tal manera, un conocimiento previo de cuánto y cómo se producirá debe viabilizar el acceso de los productos a la población, la industria y el turismo que son sus destinos fundamentales.
Asimismo, las Empresas Agropecuarias y/o las de Suministros contratarán con la base productiva la venta de insumos y servicios necesarios para respaldar lo programado sobre la base del incremento de los rendimientos, del Plan de la Economía y de la capacidad financiera de que disponen.
Se mantiene como una opción adicional la venta directa al turismo siempre mediante contrato previo; y resulta muy atractivo también que, conforme al Decreto 191/94, los productos que excedan los contratados y la producción no contratada queda a libre disposición del productor para su comercialización, aunque para acceder a la venta liberada es indispensable el cumplimiento previo de los contratos realizados para satisfacer los destinos del encargo estatal, tanto los que tienen precios de acopio centralizado como los que contratan a precios por acuerdo.
EL OCCIDENTE SE PONE A PRUEBA
En el camino a la actualización en la política de comercialización de bienes agropecuarios, La Habana, Artemisa y Mayabeque incluirán, a modo de prueba, otras prerrogativas, en donde la venta mayorista es también uno de los puntos más atractivos.
Así, se vincularán directamente a las unidades productoras con el abastecimiento a los mercados para que participen en mayor medida del precio minorista y los centros del consumo social podrán adquirir los productos agrícolas de todos los productores y comercializadores, a precios de acuerdo, teniendo como límite el presupuesto aprobado para estos fines.
Refiere la Circular del Minagri para 2014 que se continuará abasteciendo de forma mayorista a los centros del consumo poblacional, vinculando los centros elegidos de las tres provincias con las entidades agropecuarias de Artemisa y Mayabeque, las que garantizarán el suministro directo y la transportación de los productos. El resto de los centros de La Habana serán abastecidos por la Empresa Provincial de Mercados.
Se destaca también el hecho de que en la capital se organizarán mercados mayoristas de abasto, donde puedan acudir para adquirir productos agrícolas, a precios por acuerdos los compradores estatales y no estatales.
A partir de estas modificaciones, en la zona occidental de la Isla ya señalada se reordenará la red de mercados minoristas con las denominaciones:
Mercados Agropecuarios Minoristas: no se diferenciarán por su tamaño, sino por la forma de administración. En todos los casos podrán vender productos agropecuarios, naturales y elaborados; para realizar estas actividades debe poseer la Autorización Comercial expedida por el Registro Central Comercial e incluyen los Mercados estatales como un nuevo modelo de gestión, Cooperativas comercializadoras, Mercados Agropecuarios de Oferta y Demanda (MAOD) y los Mercados Arrendados.
Puntos de venta: serán administrados por las bases productivas, empleando su propia fuerza de trabajo, también podrán pertenecer a campesinos dentro de su área de producción.
Trabajador por cuenta propia, carretillero o vendedor de productos agrícolas de forma ambulatoria: se mantiene la figura legal aprobada actualmente.
Apunta el documento que se reestructurará el transporte vinculado a la comercialización de productos agropecuarios en función de su especialización y balance de carga, que incluirá el arrendamiento de camiones a las unidades productoras y la creación de condiciones para realizar la distribución de productos en los horarios más adecuados, del oscurecer al amanecer.
Y, finalmente, las UEB de Comercialización de las empresas agropecuarias venderán sin subsidio los envases a los productores bajo el principio de retroventa a las propias entidades acopiadoras, al momento de entrega del envase lleno contra el vacío.
PRODUCCIÓN Y COMPETENCIA
Aunque se trata de una base documental ya conocida por los agricultores cubanos, la reciente actualización de estas normativas de contratación significa un paso superior en los procesos comerciales del sector. La circular 1 de 2013 del Ministro de la Agricultura estable las políticas y procedimientos de la contratación agropecuaria y forestal con las cuales se trabajará en el venidero 2014 y está en camino de implementación.
Consultas, investigaciones, conciliación con entidades y productores, estructuras estatales que dieron lugar a esta modificación que estudia las incidencias y deficiencias del año precedente e incluye las premisas a seguir de carácter general en todo el país y las especiales en el caso de La Habana, Artemisa y Mayabeque, como ya se señalara.
Consumo social, precios por acuerdo, centralizado, oferta y demanda son términos esenciales en este desarrollo hacia una mejor comercialización en donde los diferentes actores de la cadena se encuentren en igualdad de condiciones a la hora de realizar los contratos y venta posterior.
Al respecto, la especialista de comercialización del Ministerio de la Agricultura, Teresa Suárez, enfatiza los escalones imprescindibles: "la primera obligación es el cumplimiento de la contratación establecida con el estado para los destinos previstos como la exportación, la sustitución de importaciones, el consumo social, la industria, la semilla, los destinos predeterminados, etc. Luego, el resto de los bienes no contratados o excedentes quedan a disposición del productor y pueden negociarse en otras vías como las ferias, los puntos de venta, mercados de oferta y demanda, aunque no sean destinos de la producción. En todo ello está el arte de que las partes entiendan cuáles son sus obligaciones, sus deberes, derechos y hagan valer el contrato como arma, como ley de la relación comercial.
"Debe puntualizarse que hay un grupo preciso de productos como arroz, frijoles, maíz, leche, carne, huevo, que tributan directamente a la sustitución de importaciones que serán contratados ciento porciento de la producción pronosticada, pero una vez que el agricultor sobrecumpla sus indicadores, está previsto suplementar el contrato y adquirirlo por su relevancia en la economía nacional".
Sobre el impacto de estas modificaciones, la experta concluye: "lo primero es que debemos aprender todos qué tenemos que hacer y cómo. Esta forma de comercialización debe estimular el incremento de la producción, en donde el espectro y los nexos son mucho más amplios. La apertura finalmente de un mercado mayorista luego de aprobada la norma es también una experiencia a estudiar, que puede impulsar considerablemente la productividad y la competencia en los precios y ofertas. Esta cooperativa no agropecuaria significa un experimento que, sin dudas, dará resultados muy valiosos para seguir definiendo el camino y hacer las adecuaciones necesarias para luego extenderlas al resto del país".
Efrain Flores desde FB
30/7/13 12:27
Claro, amigos de Cuba, tienen que ser creativos para hacer sostenible su economía, es una necesidad para conservar lo que tanto han avanzado en otros aspectos, saludos solidarios desde Lima
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