Se quedó Ciego (+Fotos)

Ciego de Ávila, no Las Tunas. El cuarto clasificado a las semifinales de la Serie 51 de la pelota en Cuba se definió este domingo y resultó el equipo del DT Roger Machado, cuyo triunfo aseguró un duelo revancha en la final de la Liga Oriental. 

Otra apertura de calidad de Yander Guevara, combinada con par de cuadrangulares decisivos, les granjeó a los Tigres la victoria de 4x1, tercera de la seguidilla (10x2 y 12x2 los anteriores triunfos) con la cual le dio vuelta a una desventaja de 1-3 en el play off al mejor de siete juegos de pelota. 

Guevara, muy controlado, casi perfecto con sus primeros pitcheos, lanzó las nueve entradas en las que solo les permitió cuatro hits a los Leñadores, cuya impotencia madero en ristre no desapareció en ningún compás del partido, pese a contar con el apoyo de la mayoría de los cerca de 6 000 aficionados reunidos en el Julio Antonio Mella, de la capital tunera. 

El diestro permitió la única carrera en su contra en el mismo primer acto, cuando los anfitriones lograron empatar 1x1 en virtud de un biangular de Andrés Quiala, que avanzó a tercera por rolling del segundo bateador Jorge Jonson. En esa situación el tercer bate, Danel Castro, conectó una rolata a tercera base y, cuando Raúl González tiró a primera base, Quiala se arrojó sobre el home plate y logró llegar quieto, aunque  el inicialista Yorelvis Charles intentó frenarlo con un rápido tiro al receptor.

A partir de ahí, el abridor retiró a todos los bateadores que comparecieron del segundo al quinto capítulos, y mantuvo a su novena con ventaja de 3x1, antes de enfrentar su peor momento del desafío en el sexto acto.

Los Tigres anotaron en su primera oportunidad ofensiva, cuando con Raúl González y Mario Vega en primera y tercera, por sencillos, el tercer bate Rusney Castillo bateó para doble play. Y la diferencia de dos carreras se decretó en el marcador por un cuadrangular de Yorbis Borroto, con Yoelvis Fiss en circulación, a la altura del segundo capítulo.     

Todo ese ataque, y más, lo emprendieron contra Yoelkis Cruz, el abridor y perdedor del desafío, que lanzó ocho entradas, permitió nueve hits y cuatro carreras limpias, con dos boletos, un pelotazo y cuatro ponches. 

Fue en el sexto cuando Ciego vio que el partido se tornaba color de hormiga. Yordanis Alarcón bateó hit al jardín central en la apertura del inning seis, y, tras el ponche a Ernesto Lalana, Quiala se apuntó sencillo por dentro del cuadro. 

Pero, a continuación, Yander Guevara interpuso su mano derecha ante una fortísima conexión de Jorge Jhonson para facturar el segundo out en la tercera almohadilla y terminó por dominar a Danel Castro en un fly inofensivo al jardín central. 

En lo adelante, sin secuela alguna del golpe, volvió a ser dueño de la situación. A excepción del boleto al sustituto Michel Brito, no le permitió llegar a primera a ningún leñador y hasta se dio el lujo de dominar en el noveno, con facilidad, a los segundo, tercero y cuarto artilleros del DT Juan Miguel Gordo.

Para colmo de bien, su compañero de batería, Lisdey Díaz, autor de una jugada defensiva inspiradora, bateó un cuadrangular solitario en el séptimo, conexión que tranquilizó los nervios de los tigres y completó el 4x1 definitivo.  

Yoelvis Fiss y Mario Vega conectaron dos imparables cada uno, casi la mitad de los nueve disparados por los actuales subcampeones de Cuba. Y Quiala se apuntó dos de los cuatro de los tuneros, que se incluyó entre los ocho primeros un año después de finalizar en la undécima posición.   

A ley de un triunfo estuvo Las Tunas de sorprender a todos con la eliminación de los Tigres, pero sus bates se enfriaron cuando menos lo esperaban. 

De este modo, Ciego quedó con vida y pactó una revancha en la final de la Liga Oriental. Los Tigres y Granma, semifinalista en la Serie de Oro, se volverán a ver las caras por el título del Este desde el próximo jueves.