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martes, 24 de diciembre de 2024

Sobre el filo de la navaja

Jugar al duro tiene un límite que no debe tentarse...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 15/12/2021
1 comentarios
Estados Unidos - Ucrania
Tropas USA y de Kiev en recientes maniobras conjuntas. (HispanTV)

¿Llegada “la hora de los mameyes” cree realmente el Washington oficial que sobreviviría al holocausto militar que hoy fabrica en su empeño por  cercenar a sus dos grandes rivales del Este?

Si es así, perdidos estamos entonces como género humano, porque nadie en absoluto quedará para ver el final ni hacer el cuento…es una absoluta y alarmante realidad.

Pero del lado de los que siembran malos vientos parecería que sí, que están confiados en que tensar clavijas puede doblegar voluntades ajenas y restaurar la nunca lograda aspiración de que los poderes fácticos Made in USA se sienten en el trono global “por siempre y para siempre.”

Solo ello explica que luego de la muy reciente cumbre virtual de Joe Biden con Vladímir Putin, permanezcan intactas las tensiones y la agresividad de los Estados Unidos contra Moscú, y sus empeños de colocar a sus vasallos otanistas a las puertas de Rusia a través de Ucrania a pesar de la diatriba de la Casa  Blanca acerca de “responsabilidades compartidas” con el Kremlin para evitar desenlaces fatales.

Y es que aún noticia de primera página en no pocos medios de prensa lo acontecido en el citado intercambio de alto nivel, Washington afirmó que considera enviar más tropas al Este europeo en posible socorro de Kiev ante una “planeada” agresión armada rusa que el propio Putin desmintió ante la pantalla que  compartió con el inquilino de la Oficina Oval por largo rato.

Por demás, y era lógico en ese cuerda, la Casa Blanca se ha hecho la sorda notoria frente a la solicitud de Moscú de formalizar por escrito el viejo compromiso gringo-occidental de no amenazar directamente la frontera oeste del gigante euroasiático, al tiempo que los altaneros voceros de la OTAN desautorizaron la solicitud del Kremlin de evitar la inclusión de Ucrania en ese organismo bélico de corte netamente agresivo. “Eso es asunto nuestro y de Kiev”, se barruntó desde Bruselas…y punto, como si las afectaciones por tamaña decisión tuviesen presunto uniforme de ucase.

Mientras, las cacerolas mediáticas siguen sonando contra Moscú y sus pretendidos planes de una absurda invasión militar rusa contra Ucrania, así como la “urgencia” de “defender” a sus autoridades acérrimamente occidentales frente a tamaño riesgo proveniente de una Rusia que, en términos de distorsión malsana de imagen, no tiene nada que envidiar a la  dispensada por decenios contra la extinta Unión Soviética.

Y en ese “desorden” estratégico y táctico no dejan de sumarse notables e inusitadas experiencias. Así, un inesperado despacho noticioso acaba de indicar que Alemania, dependiente en extremo, como buena parte de sus vecinos euro occidentales, de los suministros externos de energía, acaba de pactar con Biden la no puesta en marcha del recién construido gasoducto Nord Stream 2 entre los yacimientos rusos y el territorio germano, si Moscú “insiste” en agredir a Ucrania.

Fiesta sin dudas en un Washington que intentó sabotear repetidamente dicho proyecto para vender sus remanentes de gas licuado al Viejo Continente a precios más altos y por la vía de una complicada transportación marítima, y pavor casi seguro entre no pocos consumidores del  oeste europeo por el asedio a sus mermados bolsillos y el riesgo de cortes energéticos que la “iniciativa” germana puede provocar. Pero en fin, entre socios asimétricos esas cosas son comunes.

La realidad de la que se obvia hablar con eterna mala intención, es, a juicio del analista Pepe Escobar en la publicación digital Insurgente, que las claves del conflicto residen en la mezcla de la agresiva estrategia hegemonista contra Rusia y el incumplimiento por Ucrania de los acuerdos de Minsk de febrero de 2015, que establecieron el compromiso de Kiev de “ceder autonomía al Donbás mediante una enmienda constitucional, referida como un estatus especial ; otorgar una amnistía general; y empezar un diálogo con las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.”

“Con el paso de los años -añade el estudioso-  Kiev no cumplió con ninguno de sus compromisos”, mientras que la maquinaria mediática de OTAN rodaba la versión de que Moscú estaba violando el pacto de Minsk, en cuya letra ni siquiera se menciona una vez a Rusia.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista

Se han publicado 1 comentarios


JUAN CARLOS MENA
 30/12/21 20:55

ESTOY COMPLETAMENTE SEGURO QUE LA CRISIS CREADA POR LOS USA Y LA OTAN, QUEDAN RESUELTOS CON LA SOLA UBICACIÓN DE LOS MISILES NUCLEARES RUSOS EN LA ISLA DE CUBA. PROBLEMA RESUELTO AL INSTANTE

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