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martes, 1 de octubre de 2024

Sobre ascuas

El mundo no vive hoy precisamente días de seguridad en materia bélica...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 11/08/2021
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Misiles rusos
Rusia tiene en Crimea un amplio despliegue de los modernos misiles S-400, entre otros poderosos medios defensivos. (Tomada de HispanTV)

Cuando en nuestros días se pasa objetiva revista a ríspidas declaraciones de casas de gobierno, movimientos tácticos de tropas y de aviones y buques militares, constantes ejercicios bélicos, desarrollo y prueba de nuevas armas, conflictos militares puntuales, e intentos de algunos poderes de incomodar el criterio público con relación a sus pretendidos oponentes, se hace evidente que los riesgos de guerra andan cerca y rápido.

En pocas palabras, todo semeja una suerte de retorno a los días de altas tensiones originadas decenios atrás por la existencia de dos grandes potencias nucleares con ideologías contrapuestas y sus respectivos aliados.

Y los ejes son, de hecho, los mismos. Un pretendido líder de un no menos pretendido “mundo libre” enfrentado a sus “tenebrosos y aviesos enemigos”, en esta época constituidos en formidable dueto: China y Rusia.

El coctel de hostilidad sigue teniendo además similares ingredientes, como la diversidad de políticas y prácticas hostiles, los desplazamientos y acantonamientos de fuerzas en presumibles teatros de operaciones lo más cercanos posible a las divisorias de los discrepantes, y un consecuente añadido de sanciones e incriminaciones.

Así, por ejemplo, los Estados Unidos se entrega desde hace días a sus mayores ejercicios navales y anfibios desde los tiempos de la Guerra Fría bajo el rótulo Large Scale Exercise 2021 y que, según sus gestores, pretenden “proporcionar el entrenamiento de alto nivel en el mar y en tierra contra una fuerza adversaria desafiante”.

En tan masivo desplazamiento participan ahora mismo “seis comandos de la Armada y del Cuerpo de Marines, cinco flotas y tres Fuerzas Expedicionarias de Marines, junto a otros 36 buques, incluyendo portaviones y submarinos”.

Por su parte, la belicista Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, liderada también por Washington, se desplegó tiempo atrás en las maniobras Agile Spirit 2021 con escenario en Georgia, una de las ex repúblicas soviéticas.

Según fuentes de prensa, tomaron parte en esos ejercicios 2500 efectivos de Azerbaiyán, el Reino Unido, Alemania, Georgia, España, Italia, Canadá, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía, Estados Unidos, Turquía, Ucrania y Estonia.

Por demás, los altos mandos norteamericanos informaron recientemente que mantendrán en Europa seis sitios militares que iban a ser devueltos a Alemania y a Bélgica, en medio de la creciente demanda de ese tipo de instalaciones dado el “reordenamiento” bélico gringo con base en el Viejo Continente.

Entre 2010 y 2015 se había informado del posible cierre de estas instalaciones, pero ahora Washington ha cambiado de opinión debido a que —según señalan expertos militares— la demanda de cuarteles superó su construcción y renovación.

Por demás, las mismas fuentes explicaron que tanto China como Rusia son hoy “los principales desafíos a la seguridad nacional norteamericana”, y “no así los grupos terroristas Al Qaeda o el Estado Islámico”, entre otras cosas, añadimos nosotros, porque ambos fueron precisamente creados por los Estados Unidos, Israel y las satrapías regionales para desestabilizar Oriente Medio y Asia Central en favor del hegemonismo Made in USA.

Y, desde luego, ante amenazas, descrédito y riesgos, la respuesta de los demonizados es más que lógica y necesaria.

En consecuencia, 10 000 efectivos chinos y rusos ejecutan en el gigante asiático las maniobras bélicas Sibu-Interacción 2021 destinadas, según Beijing y Moscú, a “ampliar los esfuerzos antiterroristas de los dos países” y “demostrar la firme determinación y capacidad de ambas partes para salvaguardar conjuntamente la paz y la seguridad internacional y regional”.

Por demás, y con relación a la situación en el Mar Negro y frente a las costas de Crimea, lugares a donde hace semanas la OTAN ha remitido numerosas naves de guerra y aviones militares empeñados en realizar violaciones y actos provocativos, voceros rusos advirtieron de una “repuesta contundente” a cualquier acción agresiva a cargo de los cuantiosos y poderosos medios defensivos desplegados por el Kremlin en esa área.

Según informes, la Federación Rusa dispone en aquel escenario de un importante abanico de dispositivos aéreos y terrestres, junto a un escudo de baterías de misiles S-300, S-400, Bal, Bastión e hipersónicos, capaces de hacer añicos toda incursión extranjera por aire, mar o tierra contra sus fronteras nacionales.

Y, por supuesto, según reza un viejo dicho, ojalá que en tales condiciones a nadie se le ocurra siquiera estornudar.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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