México asiste este domingo a unas megaelecciones federales, en la que los focos están sobre el futuro presidente del país, que, si no ocurre un suceso extraordinario e inesperado, será el candidato Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del bloque Juntos Haremos Historia (JHH).
Desde horas tempranas miles de mexicanos asisten a los colegios electorales para elegir al mandatario y su vice, los miembros del Congreso Nacional, ocho gobernadores, el jefe de la Ciudad de México y sus 16 delegaciones, parlamentos locales y cargos de nivel municipal. En disputa hay 3406 cargos en un único día.
Se trata, por tanto, de las mayores elecciones de la historia contemporánea del antiguo país de los aztecas, y las primeras en que un postulado de izquierda podría ser el próximo mandatario de una nación dominada por el narcotráfico, la economía en declive, corrupción, inseguridad social y pobreza, entre otros males.
México tiene 53,3 millones de personas pobres, cerca de la mitad de la población, en tanto otras 10 millones viven en miseria extrema, según una investigación de la agencia de cooperación británica Oxfam.
López Obrador está consciente de esa situación. En los tres últimos años recorrió todos los Estados y la Ciudad de México, de la que fue alcalde entre 2000 y 2005 hasta que, en este tercer intento para ocupar Los Pinos, parece el ganador indiscutible.
La empatía de AMLO con sus seguidores, y hasta una parte importante del gran empresariado local, es evidente. Su campaña electoral, moderada pero sin concesiones en la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales, causó una favorable impresión a los grandes empresarios —el mercado bursátil se mantiene estable—, pues si cumple con sus tres principales enunciados podría transformar la sociedad mexicana.
A AMLO lo siguen con una diferencia negativa de un 20 % el candidato del PAN, Ricardo Anaya, con su alianza “Por México al Frente” y José Antonio Medae, del PRI, con “Todos por México”.
La presidencia la gana quien obtenga mayor cantidad de votos en una primera y única vuelta electoral.
MÉXICO Y ESTADOS UNIDOS
México mantiene una especial situación con Estados Unidos, su poderoso vecino, cuyo controvertido presidente Donald Trump, en defensa de un nacionalismo enfermizo, busca impedir con métodos inhumanos el pase de inmigrantes de Centroamérica que usan el puente fronterizo bilateral.
Para varios analistas, el saliente mandatario Peña Nieto fue débil con Trump, quien es nieto de emigrantes alemanes, hijo de una pareja de esa nacionalidad, casado con una inmigrante serbia, pero quien, a pesar de tales antecedentes, impuso inhumanas medidas a quienes llegan al territorio de su país. En estos momentos construye un muro fronterizo de separación, que, dice, debe pagar el gobierno mexicano.
Las relaciones con la Casa Blanca será uno de los asuntos más importantes que el nuevo mandatario deberá enfrentar casi de inmediato, dada la repercusión de las medidas que en el orden interno causan las provocadoras medidas del líder norteamericano.
Otro plato fuerte de las discusiones bilaterales será el interés estadounidense de quebrar el Tratado de Libre Comercio de las Américas (TLCAN), suscrito por México, Canadá y Estados Unidos, que, de acuerdo con Trump, es el peor de la historia y atenta contra los intereses de su país.
MEXICANOS DECIDEN SU FUTURO
Son unos 89 millones de ciudadanos los convocados a las urnas esta jornada, considerada histórica pues, por primera vez en los últimos 70 años, los tradicionales partidos de derecha Revolución Institucional (PRI) en el oficialismo, y el Acción Nacional (PAN) perderían la presidencia para entregarla a un político progresista.
Durante un calmado sábado debido a la veda proselitista, los medios nacionales solo transmitieron notas del Instituto Nacional Electoral (INE), en especial las relacionadas con la seguridad personal de los posibles votantes.
El consejero-presidente del INE, Lorenzo Córdova, afirmó públicamente que “…los comicios están blindados, sin fallos, auditados”, por lo que la ciudadanía debe esperar con calma los resultados oficiales, sin generar especulaciones.
Córdova reiteró que los resultados estarán listos este domingo a las 23:00 hora local, aunque, dijo, “…podría ser un poco antes o un poco después, dependiendo de los científicos que va a procesar y entregarme los resultados del conteo rápido. Así podemos saber las tendencias tanto en el rango de participación en las urnas como los rangos que corresponden a cada uno de los candidatos”.
En México es tradicional el fraude electoral, en especial en los municipios. Hace 72 horas la Encuesta Nacional Democracia Sin Pobreza reveló que 30 millones de personas recibieron ofertas a cambio de su voto, es decir, un 10,2 % de quienes cuentan con credencial para participar en los comicios.
Para algunos analistas, estas han sido las elecciones más sangrientas de las últimas décadas. Resultaron asesinados en el país 133 políticos y más de 50 familiares de candidatos. Considerado un narco-estado, donde los jefes del tráfico lideran la política en las localidades.
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