La Serie del Caribe 2019 ha tenido un final loco. Sí, hace unas semanas la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe (CBPC) andaba buscando desesperadamente una sede para remplazar a Barquisimeto. Ya tenían, incluso, el calendario preparado, solo era mudar el evento, y listo.
Los mismos cinco países de las últimas cuatro ediciones irían por el título de la justa 61. Pero el cambio de sede implicó invitar a un equipo más, reajustar el calendario, era el gesto de agradecimiento con Panamá, que tuvo la osadía de asumir en cuestión de días un evento de esta envergadura.
La CBPC le dijo: pon a tu campeón. A fin de cuentas, qué iban a representar los pobres Toros de Herrera, líderes en una liga que no tiene el mismo abolengo que la mexicana, dominicana, venezolana, puertorriqueña y hasta la Serie Nacional de Cuba.
Foto: Roberto Morejón
Hubo quienes se burlaron diciendo que ese iba a ser un grupo de dos, porque los Toros serían barridos literalmente. ¡Ohh!, la pelota, las ironías y las sorpresas que deparan… ¿Qué dirán ahora esos mismos expertos?
Los Toros, cuyos jugadores pensaron ver la serie por la televisión, cómodos en sus casas, o preparando maletas para partir a las granjas de sus organizaciones, se han alzado con la corona.
Foto: Roberto Morejón
Ganaron y sin empujones de nadie. Ganaron porque fueron los mejores, los que más batearon, los más alegres, porque se divirtieron jugando, sus pitchers sacaron los outs claves y hasta revirtieron un marcador 1-6 en el octavo ante los Cangrejeros de Santurce que dijo mucho de ellos y de sus pretensiones en el campeonato.
Este domingo completaron la hombrada con una victoria ajustada, pero clara sobre los Leñadores de Las Tunas, en medio de una gran polémica mediática porque ninguno de los dos podría beneficiarse de los premios en metálico, ni individuales ni colectivos, pues ambos elencos asistieron en calidad de invitados.
En otro duelo de pitcheo, los Toros embistieron a Freddy Asiel Álvarez en el primer capítulo con par de carreras y tres hits, que fueron suficientes para asegurar el espectacular triunfo. En lo adelante, Freddy dominó a la tanda canalera, pero sus compañeros no pudieron descifrar el pitcheo del abridor Harold Arauz ni el del bullpen.
Foto: Roberto Morejón
Además de la exquisitez en la localización de los pitcheos en la zona baja, los bateadores insulares le iban con demasiada frecuencia a los primeros envíos, como para salir rápido, y así mismo fue, los outs iban cayendo uno tras otro y salvo en el quinto episodio cuando se combinó doblete de Despaigne con cañonazo impulsor de Benítez y estuvo a 90 pies del home el empate, en el resto del partido no hubo amenazas mayores.
Pablo Civil reconoció, una vez más, como mismo Carlos Martí en su momento, y los que los han antecedido, que nuestra temporada está por debajo de las ligas del Caribe en cuanto a calidad, sobre todo, de pitcheo.
«Allá son ven rectas de 85 millas por hora, slider y algún que otro pitcheo, pero aquí la velocidad supera las 90 millas por hora, que contrasta con un cambio de cerca de 80, slider, sinker, Split, y todo con control y comando», explicó.
Con él coincidió Despaigne, el mejor bateador por la escuadra cubana y seleccionado el jardinero izquierdo del Todos Estrellas. «No creo que sea solo problemas de disciplina en el home, sino de ver con más frecuencia esos pitcheos, esas secuencias de lanzamientos, los peloteros nuestros no están acostumbrados a enfrentar pitchers con ese nivel y tardan en adaptarse para hacer los ajustes», comentó antes de elogiar a Panamá por el espectáculo ofrecido a su afición y al torneo.
Freddy Asiel merece un reconocimiento por su apertura, aguantó a la tanda panameña durante 6.2 innings, en los que solo concedió un boleto, el único que hubo en todo el partido. Pero su (mala) suerte, ya no es solo en Cuba, se ha internacionalizado.
El pitcheo cubano hizo su trabajo, solo Lázaro Blanco, el mejor derecho del Todos Estrellas, ganó juegos, pero Freddy tuvo par de aperturas de calidad y el bullpen cumplió, pese a algunas decisiones controversiales y movimientos lentos a la hora de manejar los cambios.
Para la historia quedará un campeón que ni imaginaba competir, lo invitaron a última hora, cuando los demás estaban afilándose, y se robó el show de manera espectacular.
Hacía 59 años que no se jugaba aquí la Serie del Caribe y 69 del único título que tenían los panameños (1950): Carta Vieja Yankees (1950).
Para Cuba fue su segunda mejor actuación desde su regreso en 2014 en calidad de invitado. Hasta ahora nadie ha igualado la corona de Alfonso Urquiola en 2015 con los Vegueros.
Todos Estrellas
Pitcher derecho: Lázaro Blanco (CUB)
Pitcher zurdo: Andy Otero (PAN)
1B: Víctor Mendoza (MEX)
2B: Alexi Amarista (VEN)
3B: Elmer Reyes (PAN)
SS: Javier Guerra (PAN)
LF: Alfredo Despaigne (CUB)
CF: Junior Lake (RDO)
RF: Moisés Sierra (RDO)
Designado: Jilton Calderón (PAN)
Jugador Más Valioso: Javier Guerra (PAN)
Mentor: Manuel Guerra (PAN)
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.