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viernes, 15 de noviembre de 2024

¿Ganará la izquierda en México el 1 de julio?

A pesar de la guerra sucia contra López Obrador, el centroizquierdista marcha en primer lugar...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 14/06/2018
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Quién ganará México
El 1 de julio México elige a su nuevo presidente en una reñida contienda.

Cuando faltan pocos días para las elecciones presidenciales en México, el candidato centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador aparece como favorito con entre un 52 y 54% de intenciones de voto, lo que irrita a Estados Unidos pues, si gana, habrán cambios políticos importantes en tierra vecina.

López Obrador (1953), conocido como AMLO, líder del partido Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), se presenta por tercera vez a la lid presidencial postulado por la coalición Juntos Haremos Historia, formada también por los Partidos del Trabajo y Encuentro Social.

Es seguido —en preferencia—  por los derechistas Ricardo Anaya (24 %), José Antonio Meade (17 %), y Jaime Rodríguez Calderón (1%), según arrojó una encuesta realizada el pasado día 29 por la encuestadora Parametría, con la que coinciden otras compañías.

Anaya representa a la coalición Por México al Frente creada por los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Movimiento Ciudadano (MC) y el Partido Acción Nacional.

Meade es postulado por la alianza Todos por México formada por el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), junto con Nueva Alianza (PANAL) y Verde Ecologista de México (PVEM).

Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco es independiente, una corriente visible en esta lid y cuyo propósito es acabar con los partidos.

Aunque las encuestas, a veces engañosas, trazan una tendencia favorable a AMLO, analistas indican que se esperan nuevas maniobras de la guerra sucia que circula en las redes sociales y en los diarios conservadores del país.

En estos comicios, a los que están convocados 89 millones de personas, se elegirán, además del mandatario sustituto de Enrique Peña Nieto, 128 senadores y 500 diputados para un período de seis años los primeros y tres los segundos, en una renovación del Congreso Nacional.

Según el Instituto Nacional Electoral (INE) es la primera vez que se elige tal cantidad de cargos en un solo proceso.

Una característica de esta lid, calificada la más sangrienta de la historia contemporánea, es el alto índice de candidatos asesinados desde que se inició la campaña electoral en abril último: más de un centenar.

El pasado viernes, el aspirante y presidente municipal de Piedras Negras, Fernando Purón, recibió un balazo en la cabeza cuando llegaba a su hogar, confirmaron autoridades del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Coahuila, al que pertenecía.

CAMPAÑAS SUCIAS CONTRA AMLO

Los próximos días son muy tensos en México. Los enemigos de AMLO, exjefe de gobierno del distrito federal, aumentarán la guerra sucia y presiones nacionales y foráneas para impedir que llegue al Palacio de los Pinos y, como promete, transforme —hasta donde se lo permitan— algunas obsoletas estructuras de la nación.

El jefe del sistema imperial mundial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ofende a México de continuo y quiere dirigir su política, brindó declaraciones consideradas ofensivas sobre las próximas elecciones, cuando declaró en California, donde fue a revisar prototipos de su muro fronterizo, que “algunos candidatos no son tan buenos, pero lidiaremos con ello”, en otra demostración de su injerencia en los asuntos internos de su vecino.

Desde que asumió la Casa Blanca, Trump ataca de manera irrespetuosa al antiguo país de los aztecas. Responsabilizó a Peña Nieto del alto grado de inmigrantes que pasan a Norteamérica por la frontera común e inició la construcción de un muro separador cuyo costo, opina, pagarán los mexicanos. Solicitó, y en ello se empeña, cambiar el Tratado de Libre Comercio de las Américas (TLCAN), en el que también participa Canadá, al que cataloga de una estafa para los norteamericanos, entre otros ofensivos razonamientos.

Washington se siente amenazado de antemano, al igual que las trasnacionales, si López Obrador, por ejemplo, revirtiera la reforma energética que entregaría a las trasnacionales Petróleos Mexicanos, la otrora poderosa compañía estatal.

La última semana hubo un poderoso ataque contra AMLO, como el envío masivo de mensajes robotizados que atemorizan a la ciudadanía. Incluso, aparecieron carteles a su favor bajo las siglas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), lo que ha sido desmentido por esa organización, y acusan a Rusia de intromisión en los comicios.

Los principales empresarios mexicanos indican de manera pública a sus empleados que no voten por AMLO, sin detenerse en que su gobierno dependerá en buena medida de la composición del Congreso Nacional.

“Todavía no sale el manotazo de Trump, puede haber escándalos muy fuertes”, afirma el politólogo Adolfo Jalife-Rahme. El investigador y documentalista, Ulises López Bengoa, señala que “en un país democrático estaríamos asistiendo a la victoria de AMLO; sin embargo, México no es así”.

También preocupa que las pesquisas estén infladas y el primer domingo de julio los sueños de cambios desaparezcan, pues el líder de MORENA anunció que si pierde no se presentará más a presidenciales.

¿DE DÓNDE VENDRÍAN LOS VOTOS DE AMLO?

En esta tercera pretensión presidencial López Obrador trazó una táctica diferente y atrajo a algunos de sus antiguos adversarios a su equipo.

El descontento social hacia los partidos tradicionales que tienen hundido a México como nación, la impunidad hacia el narcotráfico, los secuestros, las desapariciones forzosas, la inseguridad ciudadana, la pobreza, hacen del líder de MORENA el candidato de la esperanza.

Con mensajes de amor y paz y un futuro mejor para la clase obrera mexicana, educación y salud gratuita, en la campaña logró adueñarse de una franja de 12 millones de jóvenes que votarán por primera vez este año, de los pequeños empresarios y de grupos y sectores electorales del norte del país, que por primera vez lo respaldan, indicó el periódico La Reforma.

Además, su alto porcentaje en preferencias procede de una ciudadanía que, en su conjunto, desea un México mejor, que ahora no existe debido a la corrupción, uno de los grandes males que afectan a los políticos de ese país.

Si se respetan los resultados de las urnas, la izquierda se impondrá en México. De lo contrario, de nuevo ganará el fraude.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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