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domingo, 6 de octubre de 2024

Cristina Fernández: “vengo como una más a la batalla”

De cara a los comicios legislativos, presenta el frente Unidad Ciudadana...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 25/06/2017
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Cristina Fernández, pronunciamientos
La expresidenta argentina Cristina Fernández retornó a la escena política de su país.

La expresidenta argentina Cristina Fernández, una de las líderes más prestigiosas y populares de América Latina, retornó a la escena política de su país con la presentación pública, del frente Unidad Ciudadana, de cara a las elecciones legislativas del próximo 22 de octubre, en las que aspira un escaño en el Senado.

Antes, y como base del proceso comicial, el 13 del venidero agosto, tendrán lugar las preliminares, cuando serán electos en las urnas los candidatos a miembros del Congreso Nacional, una acción de suma trascendencia en el espectro político nacional.

La formalización de su precandidatura la pasada semana resultó, según analistas, un batacazo a la coalición gobernante Cambiemos, de Mauricio Macri, quien en varias oportunidades dijo, socarrón, que “ella” no volvería a la batalla política, en medio de un acoso judicial que haría quizás dudar a otra persona, pero no a Cristina Fernández.

En un día de sol, pero con bajas temperaturas, y como única oradora del acto que reunió a miles de sus seguidores en el Día de la Bandera, Fernández proclamó lo que será el lema de Unión Ciudadana en las parlamentarias: “Hay que poner un límite, poner un freno” en referencia a las políticas del actual mandatario conservador Mauricio Macri e hizo hincapié en escoger los mejores políticos como candidatos previos.

Ante millares de seguidores en la cancha de Arsenal de Sarandí, en la provincia de Buenos Aires, la más importante en los próximos comicios, con casi el 40 % de los votantes del país, la expresidenta no mencionó si aspiraría de nuevo a un cargo en el Congreso Nacional,  -duda despejada poco antes de que concluyeran las inscripciones de los precandidatos el pasado día 25-, aunque varias fuentes políticas aseguraban su presencia en la liza de los senadores, cargo en el que tiene vasta experiencia.

En lo que se considera un acto de lealtad y reafirmación al pensamiento kirchnerista, la lideresa argentina reclamó a sus coterráneos “mirarse a los ojos, que tanta falta nos hace a los argentinos”.

En un lenguaje coloquial, alejado de discursos formales, Fernández repitió los 15 puntos de campaña que había difundido días antes, en especial la pérdida de empleos formales e informales (se estiman en más de 200 000), la propuesta de despidos por un año, además de un aumento salarial de emergencia.

En un ejercicio inédito de democracia, y para que no quedaran dudas del significado de las reformas neoliberales de Macri, se hizo acompañar en el escenario por decenas de personas que explicaron a la multitud como han perdido su calidad de vida, adquirida en los tres mandatos de los Kirchner, sus hogares, empleos, dineros y esperanzas.

Oyendo a sus seguidores empobrecidos, volvió a condenar la “suba irracional de tarifas” y las tasas de interés alta para el financiamiento, “además de la deuda de casi 100 000 millones de dólares ya contraídas” y la última, a 100 años.

En un llamado, pidió a la ciudadanía la organización interna para canalizar la fuerza política y la decisión ciudadana, la misma que desde hace dos años lleva a la protesta callejera a miles de argentinos que retomaron incluso las comidas callejeras para distribuirlas entre los más pobres, un hábito para paliar el hambre surgido en los años de la ruina económica dejada por los neoliberales.

En su opinión, “La agresión neoliberal supera a todos los partidos políticos. Cuando van al supermercado, ¿a alguno le hacen una rebaja porque es de un partido o de otro? Cuando despiden en la fábrica, las suspensiones y los despidos vienen con nombre y apellido de carne y hueso. De eso se trata Unidad Ciudadana”.

Con atronadores aplausos de respaldo y gritos de “Cristina presidenta”, lo cual podría ocurrir dentro de dos años, la posible senadora dijo que venía a poner el cuerpo, la cabeza y el corazón, y recordó que durante los 12 años de gobierno de Kirchner y Fernández las personas tenían sus vidas organizadas. Cada uno, precisó, sabía como llegaría a fin de mes, a tomarse vacaciones y a juntar dinero para el auto.

Según su criterio, compartido por la mayoría de la población sacrificada por las medidas de Macri, en octubre la sociedad expresará si está de acuerdo o no con el actual gobierno.

LÍDER INDISCUTIBLE

Fernández (La Plata, 1953) gobernó desde el 10 de diciembre de 2007, hasta el 9 de diciembre de 2015. Senadora, abogada y empresaria, precedió en el cargo a su fallecido esposo Néstor Kirchner (27 de octubre del 2010), el exgobernador que sacó a Argentina de la ruina económica dejada por el sistema neoliberal implantado por Carlos Menem, y uno de los iniciadores de los sistemas progresistas en Suramérica.

Una campaña electoral fallida, y una sucia guerra mediática de desprestigio por parte de la derecha impidieron que la coalición Frente para la Victoria (FpV) de la mandataria —quien por ley no podía presentarse a una tercera candidatura, pues de hacerlo hubiera vencido— ganara las presidenciales, dando paso al conservadurismo a la Casa Rosada.

Durante sus casi dos años de mandato, Macri, aliado de Estados Unidos y en especial del actual presidente de ese país, Donald Trump, a quien le une, insiste, una amistad personal, implantó una serie de medidas económicas y sociales que dejó sin empleo a cientos de miles de personas, elevó las tarifas de los servicios de primera necesidad, mantiene estancada la economía y llevó a la pobreza a 1,8 millones más de argentinos y a otros 600 000 a la indigencia. Los pobres representaban el 40 % de la población de ese rico país en 2016.

Es en este escenario que la expresidenta se reunió con los bonaerenses el pasado martes en un evidente intento por revertir la extrema situación política y económica del antes llamado granero de América.

La nueva formación política está integrada por cinco partidos: Compromiso Federal, Frente Grande, Kolina, Nuevo Encuentro y De la Victoria, refirió el periódico Página 12.

El juego político comenzó a moverse en grande en Argentina con la presencia de quien es conocida por la sigla CFK. Primero para las llamadas PASO —primarias, abiertas y simultáneas— en agosto, por lo que las distintas agrupaciones deben trazar rápido su rumbo, y dos meses después las legislativas, con los candidatos ya definidos.

Ese día serán renovadas partes de las dos cámaras del Congreso Nacional. Para el régimen derechista es vital alcanzar un buen resultado en las urnas, del cual muchos dudan que lo acompañe en sus dos últimos años de su mandato.

Están en juego 127 bancas de la Cámara de Diputados, la mitad de ese cuerpo, y 24 en el Senado, un tercio del total, además de cargos provinciales y municipales en 15 distritos.

El órgano legislativo está conformado por 329 miembros, de ellos 257 diputados y 72 senadores.

Luego de la última elección de septiembre de 2016, según la página oficial del Congreso, el bloque oficialista Cambiemos es la primera minoría con 87 diputados y la segunda minoría, con 17 senadores.

El FpV constituye la segunda minoría en cantidad de representados en diputados (72) y primera en senadores (38), según la misma fuente, lo cual representa un freno para el tránsito de las leyes emanadas del gobierno derechista.

De hecho, Macri se ha visto obligado a gobernar mediante decretos, pues hay una férrea oposición en su contra en el Congreso.

Serán las legislativas un balón de ensayo de lo que podría sucederle al macrismo en 2019, pues en la práctica se evidencia la inconformidad ciudadana con el millonario empresario que en un día de delirio proselitista prometió cambiar la Argentina. Lo que no dijo que era para peor.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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