La pequeña isla caribeña de Barbados, considerada también una de las más prósperas, estrena esta semana por primera vez en su historia a una mujer como Primera Ministra, la abogada Mia Mottley, luego de que su Partido Laborista (PLB) ganara las elecciones.
Con 52 años, Mottley tiene una vida vinculada a la política desde muy joven, pues tanto su abuelo como su padre ocuparon cargos públicos y en el parlamento de esa nación.
En los comicios, el PLB, de ideología de centro-izquierda, conquistó los 30 escaños del parlamento para desbancar al Partido Laborista Democrático (PLD) del ahora Primer Ministro saliente, Freundel Stuart, quien asumió el gobierno tras la muerte de David Thompson.
Con el triunfo de los laboristas de Barbados, concluye no solo la etapa de tres mandatos consecutivos del PLD, sino que Mottley prometió a sus seguidores "la reconstrucción de la nación" y la reducción del déficit fiscal "como la misión número uno" de su mandato.
Esta fue una de las elecciones más reñidas de esta ínsula de 430 km2 y una población de 284 996 personas, según el censo de 2016. A los comicios se presentaron 135 candidatos –de ellos 37 mujeres- y siete partidos políticos.
Con su victoria, Mottley se une al grupo de mujeres jefas de gobierno en la historia de la región del Caribe junto con Dame Eugenia Charles (Dominica), Janet Jagan (Guyana), Portia Simpson Miller (Jamaica) y Kamla Persad-Bissessar (Trinidad y Tobago).
CARRERA POLÍTICA EN ASCENSO
Hasta Bridgetown siguen llegando decenas de felicitaciones de jefes de gobierno y estado del Caribe y de otras partes del mundo, que consideran a la nueva líder barbadense como una pragmática y experimentada dirigente.
Su carrera política comenzó en 1991 cuando se presentó en comicios parlamentarios y ganó un puesto en el Senado. Desde esa fecha, situada en la oposición, integró varios grupos ligados al sector militar, seguridad interna y violencia doméstica.
Tras el triunfo del BLP ese año, Mottley ocupó el cargo de ministra de Educación, Juventud y Cultura, desde donde trabajó por la inclusión de los jóvenes en el sector productivo y económico del país.
Para 2001 fue nombrada Fiscal General y ministra del Interior, y es la primera fémina en conquistar el alto cargo en el país.
En 2003 fue designada segunda viceprimera ministra y presidenta del Consejo Social de Barbados y vicepresidenta del Consejo Económico de Barbados, en el que impuso la reforma de las Telecomunicaciones y una supervisión de las iniciativas administrativas y legislativas para preparar a Barbados para el advenimiento del Mercado y Economía Únicos del Caribe.
Otro momento importante en su ascendencia política fue cuando en las elecciones de enero del 2008, resultó electa dirigente de su partido.
Con arreglo a su constitución, Barbados es una democracia parlamentaria, siguiendo el modelo del Reino Unido. El gobernador general representa a la monarquía y a su Reina Isabel II. El consejo de ministros, encabezado por el Primer Ministro, ejerce el control del gobierno y es responsable ante el Parlamento bicameral, consistente en la Asamblea y el Senado.
LA TIERRA DE RIHANNA
Barbados fue encontrada por el Almirante Cristóbal Colón en el siglo XV, pero en XVII los ingleses la convirtieron en una colonia del Reino Unido hasta 1966, cuando su pueblo declaró la independencia el 30 de noviembre. La religión dominante en el país es la protestante. Es uno de los 15 miembros de la Comunidad del Caribe (Caricom) y de la Mancomunidad de Naciones, además de pertenecer a otras organizaciones internacionales.
La ínsula posee una economía basada en el turismo, fundamentalmente, pero también posee petróleo, gas y reservas de oro. Uno de los atractivos del país para el turismo extranjero es adentrarse en el mundo de la famosa cantante Rihanna, nacida en la capital barbadense. Tanta adoración tienen los barbadenses por su coterránea, un ídolo de la juventud mundial, que el pasado año bautizaron oficialmente la calle donde nació como ¨Rihanna Drive¨.
Sea o no esa la causa, pues el país posee notables bellezas naturales -entre ellas límpidas playas de arenas blancas y rosadas y una garantizada infraestructura hotelera-, en 2017 hubo una cifra histórica de visitantes procedentes de Estados Unidos - 188 970- , con lo que batió su marca establecida en 1987 -175 073-, hasta ahora el de mayor auge de foráneos.
La dependencia del turismo es también un riesgo para la economía nacional, pues ahora procede en lo fundamental de Estados Unidos y Europa. Su estabilidad depende de la contención en los países de origen. En la actualidad, el país diversifica parcialmente su economía con algo de industria ligera. Es asimismo sede de importantes empresas, sobre todo financieras, dado el alto nivel de protección del secreto bancario que ofrece y los bajos impuestos que soportan.
Las zonas comerciales son otro atractivo de Barbados, con una amplia variedad de establecimientos libres de impuestos.
Para muchos economistas, Barbados sobresale en los índices de desarrollo en el Caribe, en especial por el nivel de vida de la mayoría de su población. Su Producto Interno Bruto (PIB) fue de 4 894 miles de millones en 2016, con un déficit fiscal de 0,2%, considerado uno de los más bajos en América Latina y El Caribe.
Sin embargo, la deuda externa pública ascendió ese año a 5 978 millones de euros, que afecta el 137.03 del PIB, lo que la sitúa entre los países con más altos índices en esa cuestión. Barbados tiene la economía número 155 en el mundo por volumen de PIB, según el Banco Mundial.
La producción petrolera de la ínsula llega a 1000 barriles diarios, con una reserva comprobada de 2 53 millones del crudo en barriles. También promueve un estimado de 20 millones de metros cúbicos de gas natural, aunque las cifras disponibles no están actualizadas.
La fuerza laboral barbadense es estimada en 142 500 personas, en tanto el desempleo llega al 11,3% oficialmente, aunque existe un subempleo sustancial.
Otros rubros hablan también de que la nueva Primera Ministra deberá aplicarse en puntos de sensibilidad social, como la tasa de mortalidad infantil, que alcanza a 8,5 niños por cada mil nacidos vivos, mientras la mortalidad materna es de 27 por 100 000 nacidos vivos.
A pesar de su prosperidad con relación a otros países de la región, un 10% de la población es analfabeta debido a la pobreza o a necesidades especiales. El sistema educacional es universal y gratuito hasta los 16 años. Se estima que el 97% de los niños y adolescentes acuden a la escuela en los niveles primario y secundario.
Las autoridades barbadenses realizan campañas de salud para evitar las tasas de embarazo entre las adolescentes: un 25% de las que tienen 16 años ha tenido una interrupción y el 25% de las mujeres de 18 años son madres.
Aunque el sistema de salud es accesible para gran parte de la ciudadanía, el número de bebés que nacen con Sida es cada vez más preocupante. En los niños, el Sida se transmite de madre a hijo, pero también lo adquieren las adolescentes forzadas a tener sexo sin protección a cambio de comida, ropa y transporte. Datos oficiales indican que de cada 2 700 casos de personas infectadas con el virus en Barbados, 100 son menores de edad, lo que además los margina y excluye del sistema social. La introducción de tratamientos antivirales entre 2001 y 2010 con VIH positivo, mejoró la calidad de vida de estas personas.
Tanto en el hogar como en la escuela, los niños barbadenses son susceptibles a la violencia física, sin que hasta ahora haya sido prohibido por ley. La tasa de abusos sexuales sigue siendo alta en la isla. La pobreza, más el alto número de extranjeros llegados al país, da lugar a una sociedad que puede considerarse violenta. Las principales sustancias consumidas en Barbados son la cocaína, la marihuana y el alcohol. En las áreas más pobres de la isla, los niños se ven involucrados en la pornografía y la prostitución.
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