A partir de hoy Gibara vuelve a estar de fiesta. Privilegiada por su segundo descubridor Humberto Solás, esa localidad costera de Holguín, se convierte una vez más en sitio de peregrinaje para el llamado cine pobre “en recursos, no en ideas”, como advierten los herederos de esa forma de hacer más con menos.
Muchos podrían pensar que en una paradoja interesante, el Festival de Cine Pobre de Gibara –rebautizado en homenaje a su creador como Festival Internacional de Cine Pobre “Humberto Solás” en 2009- está considerado un evento de alto nivel estético y de calidad, sostenido casi siempre por sus participantes, en su mayoría jóvenes cineastas con muchas ganas de trabajar y que hacen maravillas con una cámara, un boom y dos actores.
El propio Solás aclaró el malentendido: Cine pobre no quiere decir falto de calidad artística, sino uno que ve restringido su accionar en cuanto a la economía disponible para su desarrollo, o sea, que encuentra maneras de resolver aquellas carencias que casi por defecto vienen con la inclusión de un país en la definición de “subdesarrollado o periférico”.
La propia realización de este 11 Festival, el hecho de que lo hagamos todavía a pesar de las dificultades, es un homenaje a Humberto y todo lo que él defendía, aseguró a Cubahora, Lester Hamlet, continuador del legado de Solás y director de la cita.
Estamos muy contentos y con muchas ganas de trabajar, dijo, a la par que anunció como un motivo más de alegría el estreno de 11 cortos de los filmados durante el 10 Festival en 2012, lo cual “va a permitir seguir dándole visibilidad a Gibara como espacio y sede, en franca sintonía con el propósito inicial del evento que es desarrollar ese trabajo, ese arte que desde las comunidades se viene realizado por todo el país”.
La competencia de este año estará entre 47 materiales, de 208 inscritos originalmente y de ellos cuatro videoarte, 17 cortometrajes y un largo de ficción, a lo que se suman 17 cortos y ocho largos en categoría documental.
Como la mejor manera de decir es hacer - apuntó Hamlet- otros cineastas también darán continuidad al proyecto Gibaras que consiste en filmar en los días de duración del evento, entre ellos el Jorge Molina, quien será homenajeado durante el Festival y que filmará la precuela de su corto Molina´s Borealis, presentado en el XXXV Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en diciembre último.
Sobre esta dedicatoria Molina comentó a la revista que prefería llamarle una retrospectiva para la gente que ve un cine que no se exhibe en las salas, que más bien se ve en cineclubes y universidades. Los homenajes me dan un poco de vergüenza, comentó.
“Siempre he dicho que el cine pobre no es un cine mal hecho, ni un cine descuidado, sino con muy pocos recursos. Nuestras realidades son bastantes precarias, entonces de momento la gente concibe guiones que son infilmables, se desgastan y se pasan cuatro años en una película que nunca van a rodar.”
Yo abogo por un tipo de cine partiendo de ideas más sólidas y muy claras, donde haya dos actores, tres cuando máximo y una sola locación. Generalmente son películas claustrofóbicas, porque es lo que puedes contar con las camaritas que tienes, el sonido que tienes, los equipos que tienes, eso es por lo que yo abogo y lo que hago, significó el controversial director de Molina´s Ferozz, quien reconoce que generalmente no tiene muchos seguidores, aunque sus obras pasan de mano en mano y ya tienen millones de visitas en Youtube.
Ahora voy a hacer otra película, nos contó Molina. Lo último que hice se llama Molina´s Borealis, una historia de amor que sucede en un poblado ficticio. La pude rodar a través de una cosa maravillosa que existe ahora y creo que es el futuro: el crowdfunding, la posibilidad de financiamiento a través de donaciones por internet.
“Yo siempre digo que el dinero está en el aire como el amor, lo que hay es que encontrarlo. A la gente por vanidad le gusta el cine, pero no todo el mundo te puede dar 10 mil, 20 mil, 30 mil dólares, pero sí cualquiera te puede dar 100, 30, 20 porque no afecta el bolsillo de nadie, fuera de Cuba claro. Si un grupo de amigos te pone un poco de dinero, pues Molina puede hacer mucho con eso y puse un proyecto en crowdfunding, lo gané y salió de allí Borealis, que se puso en el Festival de la Habana.”
“Se me ocurrió entonces hacer la segunda parte en Gibara. Esta se llama Borealis 2. Sarima, que es el nombre de la protagonista, y es una precuela. La voy a grabar en tres días, con cuatro personas en el equipo.”
Junto a Molina, recibirá toda la tención un peso pesado de la escena cubana, Luisa María Jiménez, quien reina en el cartel de esta cita como una sirena que mira hacia el mar, enmarcada quizás por una luna o quizás por los anhelos de esos pescadores de historias que viajan todos los años a esa localidad costera.
Agradecida y un poco cautelosa, según sus propias palabras, Luisa María se declaró muy contenta con lo que está haciendo Hamlet con el Festival, que conoció de la mano de Solás.
Con Lester estoy descubriendo otra visión, me estoy dejando llevar y estoy descubriendo un nuevo encanto, aseguró.
Durante este fin de semana, quienes asistan a la cita también podrán ver a una Luisa María liberada, vista a través del lente del fotógrafo español Pedro Coll, con quien trabajó durante la filmación del próximo estreno de la realizadora Magda González Grau, ¿Por quién lloran mis amigas?
Esta expo viajará hasta la localidad costera al mismo tiempo que Luisas, una variación de artistas de la plástica nacional como Flora Fong, Rubén Rodríguez, Juan Moreira, Ileana Mulet, Alicia Leal, Diana Balboa, Choco, Sandor González y Manuel Comas, sobre el cartel de esta edición, diseñado por Juan Carlos Pérez Celdrán.
Otro que recibirá el homenaje del Festival será el recientemente fallecido cantautor Santiago Feliú, con dos exhibiciones fotográficas: una de instantáneas tomadas por él mismo y otra de la autoría de Iván Soca.
Hamlet adelantó que además estrenará una cinta sobre el autor de Para Bárbara, llamada Descerebrándome, en una manera muy personal de recordación y con la que rompo mi costumbre de no estrenar cuando estoy dirigiendo el Festival, apuntó.
Sobre lo que le ha aportado esta titánica tarea de llevar hacia adelante uno de los eventos culturales más interesantes y esperados del año en Cuba, este realizador aseguró que le ha aportado mucho trabajo y a la vez mucho aprendizaje y acción cotidiana.
“Creo que al contrario de cualquier otra manera de producción, que lo hace desde otros parámetros, desde lo establecido en el cine pobre. Hay más desnudez, más pasión, no quiero decir más responsabilidad, pero sí, porque lo que está en juego es tu vida, no sólo tu vida como creador, sino tu vida social, pues todo lo arriesgas por una utopía.
“Indiscutiblemente Gibara es un sitio mágico, tenía razón Humberto cuando la descubrió para su cine. Ahí rodó alguna de las películas con las que hemos crecido, que nos han enseñado lo que es la familia, el amor, y tantas cosas que ocurrieron en esos dramas. Pero yo creo que lo más hermoso de Gibara es su gente, la defensa que hacen del Festival. Pasan todo el tiempo en función de él, de que ya está llegando. Eso le da un magnetismo y un encanto muy particular, además de la bendición geográfica que ya tiene, tiene ese aspecto humano que por lo menos a mí me arropa”.
Yunitón
25/4/14 19:42
Me encantó Gibara cuando fui hace ya como 5 años atrás a uno de los festivales.. la pasé genial y el ambiente que se vive allí es muy bohemio y alegre...
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