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lunes, 25 de noviembre de 2024

Salvemos al planeta Tierra

El Día Internacional de la Tierra busca crear un equilibrio entre el planeta y sus habitantes, algo que en siglo XXI sigue pareciendo una utopía…

Javier Montenegro en Exclusivo 22/04/2014
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dia de la tierra
Este día los esfuerzos por crear una conciencia sobre el estado del planeta se multiplican.

El Día Internacional de la Madre Tierra es una pequeña muesca en el calendario para recordarnos que debemos luchar por salvar nuestro planeta. Quizás suene trágico, pero la contaminación ambiental y la explotación desmedida de sus recursos naturales han encendido una luz de alerta en la salud de nuestro hogar. Está claro, un día no significa nada, es solo un gesto simbólico, un pequeño impulso para buscar una toma de conciencia que parece inalcanzable.

En 2013, en uno de sus discursos por el 22 de abril, Ban Ki Moon, Secretario General de las Naciones Unidas, dijo que debíamos renovar “nuestra promesa de honrar y respetar a la Madre Tierra”, lo cual no parece entrar en los planes de muchas naciones. En 2013 fueron considerados extintos el leopardo nublado de Formosa en Asia, el rinoceronte negro de occidente en África, solo por mencionar un par. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, en un informe publicado en 2013, de las 71 576 especies evaluadas, 21 286 están amenazadas de extinción. Otro ejemplo: la iniciativa ecuatoriana para no explotar y extraer petróleo en el Parque Nacional Yasuní a cambio de una gran contribución económica mundial fracasó de modo estrepitoso. Entonces, ¿de qué búsqueda de conciencia estamos hablando? ¿Necesitamos un cataclismo para reaccionar?

UN POCO DE HISTORIA

El intento de vivir en armonía con la Tierra viene desde siglos pasados. Las culturas precolombinas y asiáticas tenían una filosofía de vida donde la Tierra jugaba un papel determinante. El equilibrio era uno de sus principios de vida.

Sin embargo, por contradictorio que parezca, es en Estados Unidos donde se gesta el movimiento que da origen a la fecha. En 1962, el Senador Gaylord Nelson comenzó a abordar el tema del medio ambiente e intentó insertarlo en la agenda del presidente John F. Kennedy. Tras varios años de labor, aprovechó en 1969 el descontento general del país debido a la guerra en Vietnam y convocó a una manifestación popular para llamar la atención sobre el deterioro general de la Tierra. La acción fue un éxito: personas de todo el país y miles de establecimientos educativos expresaron su preocupación por el manejo del medio ambiental a nivel nacional.

Al año siguiente, el 22 de abril de 1970, se celebró por primera vez el Día de la Tierra. Millones de personas respondieron a la convocatoria y establecieron en sus comunidades, universidades y colegios, las herramientas para difundir y discutir sobre el medio ambiente y sus principales problemas; hoy la celebración se ha extendido a cientos de países que también desean generar un cambio y proteger el planeta.

La proclamación  del día 22 de abril como “Día Internacional de la Tierra” supone reconocer la responsabilidad que al ser humano le corresponde en la búsqueda de la armonía con la naturaleza y la tierra para alcanzar el equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras. ¿Cuál es la finalidad de celebrar este día? Proteger cada una de las especies, crear una conciencia global sobre la responsabilidad que debe tenerse frente a problemas como la contaminación ambiental, la extinción de especies, la tala indiscriminada de los bosques, el cambio climático, entre otros.

2014: LAS CIUDADES VERDES

Esta vez el tema está centrado en las ciudades verdes y busca movilizar a millones de personas para lograr un medio ambiente saludable y sostenible. Según La ONU, más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades (en el caso de Cuba, más del 75 por ciento vive en ciudades o pueblos) y mientras la población urbana crezca y los efectos del cambio climático empeoren, nuestras ciudades deben evolucionar. La campaña pretende generar un movimiento a nivel mundial durante los próximos dos años para acelerar la gestación del cambio. Crear comunidades sostenibles es más importante que nunca. ¿Cómo lograrlo? Invertir en tecnología sostenible, llevar a cabo políticas públicas progresistas y lograr tener una ciudadanía informada y comprometida. Parece poca cosa, pero aún no se logra.

La campaña Ciudades Verde se centra en tres elementos: edificios, energía y transporte. Y el objetivo es ayudar a las ciudades a acelerar la transición a una más limpia a través de mejoras en la eficiencia, la regulación y la inversión en tecnología renovable.

¿Por qué se centra la campaña en estos tres objetivos? Los edificios representan un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero; a través de rediseños, actualización de ordenanzas, cambios en los códigos de construcción y una eficiencia eficaz, la reducción puede ser drástica. La mayor parte de la generación eléctrica en el mundo se lleva a cabo en estructuras obsoletas, ineficientes y sucias; la transición al uso de energías renovables parece indispensable, aunque estas no solucionarían ni cubrirían todas las necesidades actuales. Un rediseño de las viejas estructuras parece indispensable. En el caso del transporte, este es la fuente más rápida de crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero, más de la mitad de estos provienen de vehículos de carretera. La solución están en los cambios de normas, en un aumento del uso del transporte público, invertir en transporte alternativo y caminar con más frecuencia o en bicicleta por la ciudad.

Pero la verdadera toma de conciencia debe ocurrir no solo en la población, sino entre las grandes trasnacionales, aquellos que explotan los recursos sin tener en cuenta qué impacto tienen sus acciones en el planeta. Es difícil explicarlo, pero el Día Internacional de la Tierra ha cumplido en parte su cometido: la población mundial es consciente de la situación del planeta, y sin embargo millones de hectáreas son arrasadas cada año debido a la tala, afectando a todo el ecosistema allí existente. Sí, nosotros podemos aportar nuestro granito de arena y cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes, podemos ahorrar energía eléctrica, podemos no comprar productos que emitan gases de efecto invernadero, pero ¿qué hacer para evitar la extinción de diferentes especies cada año? ¿Cómo lograr un equilibrio con el planeta? Nuestro granito de arena sí importa, pero a veces es necesario pensar a gran escala: ¿Qué podemos hacer para salvar a la Tierra?     


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Javier Montenegro

Amante del fútbol desde el 4 de julio de 1998 y escribidor del más universal hasta el último día...

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Realidad
 22/4/14 14:59

hace falta que esto no se quede en pura emocion y marketing social y se tome conciencia realmente de lo que esta pasando en este mundo

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