A la una de la madrugada del domingo 3 de noviembre se deberá atrasar una hora los relojes, con lo cual quedará restablecido el horario habitual en todo el territorio nacional, coincidiendo con los países del Hemisferio Norte que lo utilizan.
Con la aplicación del horario habitual existirá un mayor uso de la luz artificial, lo que hace crecer la demanda de electricidad en el horario del pico eléctrico, que ocurrirá entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche.
En consecuencia, la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía (ONURE) hace un llamado para fomentar el ahorro como una práctica de vida, tanto en los hogares como en los centros de trabajo. Se exhorta a utilizar en ese horario sólo la iluminación y equipos necesarios, procurando desplazar las actividades del hogar fuera del horario pico.
El cambio de hora en Cuba se realiza dos veces al año: fundamentalmente en abril y en noviembre, y siempre una noche de fin de semana, para tratar que estos causen los menores inconvenientes posibles.
Los cambios de una hora son habituales en el mundo y comenzaron a implementarse por primera vez el 30 de abril de 1916 en la mayoría de países europeos. Pero si bien muchos aplauden la llegada del horario de verano, el del invierno preocupa a no pocos, no solo porque pueda oscurecer antes, sino por el incremento en el gasto de la energía eléctrica. Recordemos que las noches son más largas, y por ende, hay una mayor el uso de la luz artificial en el conocido horario del pico eléctrico, de cinco a nueve de la noche.
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