¿Qué harías si hoy fuera el último día de tu vida? Lo bueno de esta pregunta es que te hace valorar lo que realmente importa. Logra hacernos concientizar cómo en nuestra cotidianidad solemos perder tiempo con nimiedades mientras lo que más amamos ocupa, a menudo, un segundo plano en nuestro quehacer.
En Before I fall (Ry Russo-Young, 2017) a una adolescente llamada Sam (Zoey Deutch) se le presenta esta interrogante. Se despierta una y otra vez en el último día de su vida. Y la disyuntiva la mejora: pasa de ser alguien preocupada por la ropa y las amistades superfluas, a una muchacha que mira la mano pequeña de su hermanita, que le dice a la madre que la considera hermosa y le sirve al padre un vaso de café en el desayuno.
Si no despierto es su título en español y muestra a una adolescente que vive continuamente una misma realidad. Como en el mito de Sísifo –no en balde las continuas referencias a él dentro de la cinta- ella se esfuerza una y otra vez por llevar lo mejor posible su jornada… que siempre termina de una misma manera: sus amigas mueren y ella despierta en el mismo día que acaba de vivir.
Y así… una y otra vez. Pero en cada ocasión hay algo diferente: ella va madurando. Va notando, a fuerza de experiencias repetidas, pequeños detalles que al principio le pasaban desapercibidos. Como, por ejemplo, quién se preocupa realmente por ella.
Al principio la adolescente Sam se esfuerza por encajar dentro de la sociedad… pero después de vivir muchas veces la misma jornada comienza a pensar en quién es ella. Se empieza a cuestionar: a quién realmente quiere besar; si de verdad le importa la ropa que se pone.
La cinta, basada en el best seller de Lauren Oliver, está obviamente dirigida a un público adolescente, con una banda sonora muy llamativa y actualizada, que se escucha prácticamente en todo momento. Pero no es exclusiva de la adolescencia. Muestra interrogantes que atañen a todas las edades.
Y son interrogantes serias. El filme tiene intenciones sinceras de cuestionar qué tan difícil puede –paradójicamente- resultar para nosotros ser amables con las personas que nos aman. No solamente quiere, Si no despierto, ser una película entretenida; desarrolla un muy contundente mensaje positivo. Y lo hace de una manera tan amena y satisfactoria que llega de forma elocuente a cada espectador.
Deutch carga la cinta con dosis equilibradas de vulnerabilidad y frivolidad. Logra que todo el tiempo esté el espectador(a) centrado(a) en ella y no se pregunte por los hoyos del guion, que los hay y son muchos…
Si no despierto atraerá a toda aquella persona que se cuestione su vida, incluso si hace rato que dejó la adolescencia atrás. La cinta tiene una dimensión trágica muy auténtica que hará que todo el que la visione se pregunte qué haría –y qué no- en el último día de su vida.
dilemma
3/10/17 10:57
excelente propuesta, creo que es un filme que todos en algún momento deberíamos ver, y replantearnos nuestra propia existencia, preocuparnos más por las personas que realmente importan, por las cosas que verdaderamente interesan y son primordiales, por la huella que dejamos en el mundo y por ser mejores cada día, con uno mismo y con los demás.
besos
28/9/17 20:22
Genial, me ha encanto d como escribes y estoy de acuerdo con todo lo que dices tienes mi unanimidad
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