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sábado, 23 de noviembre de 2024

La risa y las fantasías sexuales

La comedia The Interview es para reír… y nada más…

Diany Castaños González
en Exclusivo 12/06/2018
3 comentarios

Hay dos cosas excepcionales en The interview (Evan Goldberg, Seth Rogen, 2014). Una es James Franco. En este filme él tiene una elasticidad facial a la altura de Jim Carrey, grande entre los grandes, rey de la súper gesticulación como característica para actuar.

No todos llevan ese cartel con la dignidad de Jim Carrey. Y ahora James Franco se le ha sumado. (Hablando de todo y dicho sea de paso, como Jim Carrey, Franco es muy versátil. El primero es escritor, cantante y humorista. El segundo tiene en su haber la prolífera carrera de ser escritor, músico y pintor).

Lo otro excepcional del filme es su libertad de expresión.

¿Recuerdan lo que era libertad de expresión? ¿Ese espacio donde respetamos el derecho del otro a opinar diferente? “La libertad de uno termina donde empieza la libertad del otro”, decía Sartre. Y The interview lo sabe muy bien. Cualquier semejanza con la realidad del mundo en que vivimos es pura coincidencia.

Antes de decir el argumento vamos a recordar que la cinta es una comedia: Dave Skylark (James Franco) es un presentador de un programa de entrevistas más basadas en el mero entretenimiento que en la profundidad de sus argumentos. Un día Franco consigue una entrevista exclusiva con Kim Jong-Un, presidente de Corea del Norte. La CIA le pide entonces que aproveche la ocasión para asesinarlo, pero él se las arregla para hacer algo bien diferente…

A veces The Interview es chabacana y su sátira es torpe. Y definitivamente es discriminatoria (o que le pregunten a un norcoreano si le gusta ser presentado como estúpido recalcitrante en las películas de Hollywood). También, sus valores cinematográficos están ampliamente descompensados. Lo que sí es innegable es la vis cómica y la química de la pareja protagonista.

El error es pedirle a la cinta que sea más de lo que es. Es como fumarse el césped de tu jardín y esperar que sepa a cierta hierba ilegal. La entrevistaThe interview es su nombre original— pasará sin mayores espavientos al olvido, pero en lo que la visionas te hará partirte de la risa.

Además. El olvido no es lo peor que pudiera pasarle a esta cinta. Seamos realistas. Estamos en la era de la postmodernidad. Donde ya todo está inventado y vuelto a inventar. Donde la actualidad es, por tanto, muy efímera… y casi la única novedad es la estupidez que puedas lograr que sobresalga en tu Facebook o Instagram (este año aumentó muchísimo el número de niños nacidos con nombres de personajes de la serie Juego de Tronos).

Así que, whatever make you happy, baby. Dejen tranquilo a The interview, que la risa es a la realidad como las fantasías sexuales al sexo: los límites sobran.


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Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 3 comentarios


Aram Joao Mestre León
 12/6/18 11:54

Estoy de acuerdo con mi hermano, pésimo filme, antes de ver una película con James Franco o Seth Rogen hay que pensarlo dos veces, pocas veces valen la pena.

Jorgito el curioso
 12/6/18 11:05

Si algo me estimula ..es no encontrar las cercas....sea dicho, a reirnos y a fantasearrr...sldss....la foto???.

Almir Ulises Mestre León
 12/6/18 8:43

Qué casualidad ver que publiques la crítica de esta película, ya que esta mañana también la recordé porque en las noticias hablaban del documento que firmaron los presidentes de EE.UU. y Corea del Norte. Volviendo al tema de la película, yo la vi el 31 de diciembre de 2014 y me pareció una pérdida de tiempo, es uno de los filmes más tontos que he visto (junto con Dumb and dumber to). The Interview ayudó a que desestimara la carrera de James Franco, de hecho, todo artista que se vincule a un trabajo de tan baja calaña y vulgar tiene un gusto terrible y poco sentido común. Al menos ya en los últimos fines de año en mi casa se ha roto la tradición de ver películas malas porque, a decir verdad, es una forma muy triste de terminar el año para una persona que disfruta mucho de los cinematográficos.

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