En un libro titulado Demasiada libertad sexual os convertirá en terroristas, de la editorial Errata Naturae, encontró el cineasta neoyorkino Abel Ferrara una entrevista a Pier Paolo Pasolini —realizada cuatro horas antes de su asesinato— que lo inspiró para hacer la película Pasolini (2014) una biografía sobre la vida del intelectual italiano.
En esta entrevista el escritor, cineasta y dramaturgo Pasolini declaraba al mundo: “Quienes se niegan al escándalo son unos moralistas”. Y si algo fue Pasolini fue consecuente. Su vida entera fue una provocación a cuanto prejuicio social existiera en su contexto. Tanto en sus cuadernos de poesía como en sus películas o en su dramaturgia (escribió seis piezas) mostraba un pensamiento heterodoxo. Fue expulsado del partido comunista italiano por su inclinación sexual y fue criticado públicamente por su filiación marxista. Ni de un bando ni del otro, si bien en toda su obra como intelectual le preocupaba la corrupción social y el bienestar de la gente, su activismo político no tenía filiaciones, por lo que sus buenas intenciones no tenían apoyo de ningún tipo, y sí muchos enemigos... por todas partes.
Su última película, versión de la novela del Marqués de Sade, irritó tanto a los partidos de izquierda como a los de derecha por su extremo contenido violento, teológico y sexual, y lo mostró al mundo como un comunista sin partido y un cristiano sin iglesia. No obstante, el neorrealismo de Pasolini en el cine (Accattone, 1961; Mamma Roma, 1962) provocó una ola de seguidores en todo el mundo.
El filme de Ferrara narra aspectos fragmentados de la vida de Pasolini, como su intenso y desenfrenado interés en el sexo, marcado por relaciones fugaces con jóvenes (en la película se muestra a un joven Pasolini realizando felaciones múltiples); como las constantes entrevistas que le hacían por sus películas (El evangelio según San Mateo; Los 120 días de Sodoma); y también —no exenta de interés psicológico— cómo era la relación demasiado estrecha con su madre.
Al mostrar retazos inconexos de la vida de Pasolini, Ferrara tiene una doble intención: alejarse de la biografía común, lineal y sosa; y entender. Entender la heterodoxia de las inquietudes de este artista de la pluma que se desarrolló en el mundo italiano de la postguerra.
Entender para explicar por qué en la noche del 2 de noviembre de 1975 Pier Paolo Pasolini fue asesinado. Su cuerpo terminó amoratado, totalmente descompuesto, en una playa cercana a Roma. Los cangrejos le picaban los mismos dedos con que tecleó La religión de mi tiempo (poesía, 1961) cuando una mujer lo encontró, deformado, con las marcas de gomas de carro por todo el cuerpo.
Por eso, cuando William Dafoe, en la cinta encarna a un Pasolini amanerado pero contenido, introspectivo pero provocador, el espectador intenta entender. Entender un contexto, una transición del fascismo a la democracia en la Italia de la época. Entender, sobre todo, hasta qué punto la demasiada libertad de unos convierte en terroristas a otros.
enrique
1/12/15 18:09
Diana, ejemplar tu reseña. Felicidades. Me gusta leerte. Eres amena, culta, oportuna y valiente.
laura
1/12/15 10:37
Interesante y concreto, aporta. Gracias Diana
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