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sábado, 23 de noviembre de 2024

1917: El infierno de la guerra en primera fila

Sam Mendes dirige una experiencia de inmersión cinematográfica en un plano secuencia sobre la Primera Guerra Mundial...

Daniel Montero Pupo
en Exclusivo 25/02/2020
1 comentarios
1917 pelicula nominada
1917 es una de las películas más premiadas de la temporada, sobre todo en los apartados técnicos (Foto tomada de Forbes.com)

En la dedicatoria final de 1917 Sam Mendes homenajea a su abuelo, veterano de la Primera Guerra Mundial; “quien nos contó esas historias”, dice. ¿Y qué es el cine, si no una historia contada, una anécdota heredada, un sentimiento explicado? Un cuento bien hecho es aquel que te da la sensación de estar allí y logra transmitir de manera fidedigna la experiencia personal. Esa sensación de seguro es la que sentía Sam Mendes al escuchar a su abuelo, y es la que ahora nos regala con su obra más reciente, porque si algo logra el filme, es hacerte parte de la experiencia cinematográfica; no solo la ves, sino que la vives.

1917 sigue a dos jóvenes soldados británicos a través del infierno de la guerra. A Schofield y Blake se les confía en la apertura del filme la misión de entregar un mensaje a otro batallón que avanza hacia una trampa alemana, donde 1600 hombres pueden perder la vida, el hermano de Blake entre ellos. Justo antes de dejar las trincheras y adentrarse en tierra de nadie, un teniente amargado por los pesares de años de guerra les da la extremaunción, y les da a entender (y a nosotros también), que las probabilidades no están de su parte. Pero no hay tiempo para detenerse a pensar o a temer. Hay mucho terreno por delante, el tiempo es su enemigo y toda una odisea los separa de su destino. Esa es la premisa de 1917. Simple tal vez… pero nada es realmente simple en una guerra; y oportunidades no faltarán para darnos cuenta.

Aunque filmes bélicos hay cientos, me atrevería a decir que nunca se ha hecho uno como este; 1917 es un tremendo logro fílmico. Lo más impresionante es que es un plano secuencia de dos horas a través de los horrores de la guerra, con una reconstrucción del campo de batalla como pocos que se han hecho antes. La fotografía de Roger Deakins y el diseño de producción de Dennis Gassner son simplemente inmejorables. La mayoría de las tomas parecen dolorosamente realistas hasta el detalle, y a la vez, tomadas de la peor pesadilla que pueda engendrar la mente humana, sin ser menos hermosas por ello. Los movimientos de cámara están cuidadosamente coreografiados y algunos de ellos parecen imposibles de realizar.

Hubiera deseado verla (y lo haré en cuanto tenga la oportunidad), sentado en la primera fila de una sala de cine, porque es un espectáculo diseñado para eso: para hacerte parte de él, para sufrir con esos dos jóvenes a través de las trincheras, cráteres, ruinas, cadáveres… Es una experiencia de inmersión cinematográfica, en especial cuando la cámara se ubica tras ellos. Se asemeja a lo logrado por Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki en los últimos minutos de Children of men, pero magnificado. Ambas buscan esa visualidad casi de videojuego, pero el control no está en nuestras manos, no parece estar en manos de nadie.

Puede ser un ejercicio curioso buscar los cortes en la película, dado que solo hay uno declarado abiertamente hacia la mitad de los 118 minutos de metraje. Porque los cortes están ahí, es obvio, pero son casi imperceptibles. La cámara a veces nos muestra lo que ven Schofield y Blake, otras veces los sigue de cerca como otro personaje, y a veces los observa omnipotente desde la altura o la distancia.

La música de Thomas Newman es grandilocuente y se encarga de ayudar al espectador a entender intenciones del director por momentos. Por otro lado, es extremadamente épica y dramática, melancólica por momentos, pero amenazante, tanto como el mismo filme. Cuando puedes usar los mismos calificativos para una película y su banda sonora, usualmente eso denota un buen trabajo.

El filme ostenta una simplicidad dramática que fuera de quitarle poder, por momentos le da aún más. Mendes sacrifica ese dramatismo personal ante lo sensorial que nos llega de solo seguir a un hombre a través del purgatorio. Porque la verdad es que, en medio de tanto caos y terror, hay poco espacio para la introspección y los diálogos filosóficos. Cuando la muerte te persigue como lo hace en 1917, solo nos queda un pensamiento primitivo: sobrevivir.

El trabajo de George MacKay (Schofield) y Dean Charles Chapman (Blake) es correcto. No es una película hecha para que deslumbren sus actores. Lo que se pide de ellos es lo que se demanda de un soldado, que cumpla su misión en una batalla, que esté allí, se esfuerce… y no muera en el intento. Las apariciones especiales de Colin Firth, Benedict Cumberbatch, Mark Strong y Richard Madden se agradecen como curiosidades, pero por más nada. Se podría decir que el verdadero protagonista de 1917 es la guerra en general, o cada uno de los soldados inmersos en ella.

Mientras el homérico viaje nos conduce entre tantos escenarios infernales, ya sea las alambradas en la tierra de nadie, la noche en un pueblo disminuido a escombros o las bombas alemanas dejando cadáveres a su paso, es en los momentos simples donde el filme encuentra su grandeza. Hay una verdadera poesía muda en la visión del resultado de la guerra, donde las víctimas son los desconocidos, donde el enemigo es solo alguien que nació en otro lugar, donde el costo humano de la batalla se cuenta en rostros inertes.

A veces se anhela tener un poco más de Schofield y Blake que solo sus reacciones hacia las constantes vicisitudes que les depara el trayecto, o incluso un poco de bagaje histórico y político, pero Mendes no pierde el tiempo con un diálogo para recalcar lo obvio. 1917 es una épica historia de supervivencia en medio de la guerra, es una maravilla visual, es una anécdota de amistad y es un delirio febril de violencia y esperanza. 1917 es un cuento magníficamente narrado.


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Daniel Montero Pupo

Estudiante de periodismo

Se han publicado 1 comentarios


gretter
 25/2/20 8:52

1917 : ¿de verdad esta es la mejor película del 2019?

Cuando ya Scorsese y Netflix acariciaban la estatuilla , cuando parecía que tenían el camino fácil de la nada aparece Sam Mendes con 1917 y le toma la delantera con grandes posibilidades a ganar los premio de mejor dirección y película

En lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, dos jóvenes soldados británicos, Schofield y Blake  reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deberán atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados, entre ellos el propio hermano de Blake.

 

 

La sorpresa

 

Me sorprendió bastante que 1917 que pasó desapercibida desde su estreno , que nadie la había tenido en cuenta en ninguna quiniela ahora sea la favorita, ¿efecto mediático o dinero?

No es usual que un realizador que toda su vida ha hecho un cine comercial de repente se aparezca con una obra de autor , no iba a pasar con el director de  Spectre , Skyfall , Camino a la perdición y American Beauty

Desde un principio pensé que por tanta alabanza el filme se cercaría a Dunkirk de Nolan , pero el resultado es inferior , incluso Hasta el último hombre de Mel Gipson es mejor película

 

 

1917 lo que se ve

 

En el cine bélico ya todo está inventado y generalmente tiende a ser esquemático, 1917 no es una mala cinta pero tampoco es la mejor del 2019, ni el mejor título de guerra, lo que queda claro es que Mendes sabe salir airoso cuando se aleja de su zona de confort

Parece ya es una regla que todas las películas duren 2 h tengan el guión que sea y esta en particular tiende a ser tediosa por la falta de diálogos, la escases de personajes y para dárselas de pretencioso el director recurre a supuestos planos secuencias que no lo son del todo

Con 10 nominaciones al Oscar , el filme carece de ritmo , se abusa del sonido y los que busquen acción a lo Salvando al soldado Ryan no la van a encontrar

A nivel de realización y en lo técnico es inmersiva en dependencia del espectador

 

 

Los protagonistas no tan conocidos George MacKay y Dean-Charles Chapman defienden sus personajes lo mejor que pueden pero queda claro que no son actores apreciables y eso para una película como esta es el talón de Aquiles porque todo el peso va en su actuación, aunque quieran venderla como una obra puramente técnica

 

Al igual que el Joker, Erase una vez en Hollywood y The irishman , 1917 es un proyecto sobrevalorado y no hay rival para Bong Joon-ho con Parásito aunque no le den su premio

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