Sorteos de infarto

Hubiera tenido más morbo si hubiese sido contra el Madrid, por el hecho de haber dirigido antes a los blancos, pero el duelo Manchester City – Barcelona es de lo mejor que ha dejado el sorteo de octavos de final. Por un lado, los citizen llegan por primera vez a octavos de la mano del ingeniero Pellegrini, un hombre que dejó muy buenas vibras en la máxima competición europea durante su estancia en los banquillos del Málaga y del Villareal.  Ahora mismo los ingleses acojonan al más bravos: 11 victorias y una única derrota en su fortaleza (3-1 ante el Bayern) en la temporada y par de victorias de infarto en los últimos dos encuentros: 6-3 a los líderes de la Premier League y 3-2 a los defensores de la orejona. Por su parte, los encargados de sonar los cuernos del apocalipsis ven este Barcelona como uno de los peores de los últimos años, aunque solo haya perdido cinco puntos de cuarenta y ocho posibles y esté desde la primera jornada como líder de la tabla (hoy empatado con el Atlético). Martino ha logrado crear un equipo no dependiente de Messi (al menos en menor medida con respecto a temporadas anteriores) y que logra apoyarse, sin complejos, en todos sus jugadores; a pesar de las carencias defensivas del conjunto solo ha encajado diez goles, segundo en este apartado con uno más que el Atlético. Es triste, pero una de las dos oncenas más espectaculares y goleadoras de Europa (ingleses con 47 y españoles con 44) dirá adiós bien temprano.

El Manchester United lo tiene más sencillo ante el Olymipacos griego. Aunque los Red Devils han progresado en su juego, hoy duermen en el octavo puesto de la Premier. Su paso por un grupo sencillo también plantó dudas sobre su juego: de los once goles anotados, nueve fueron al Leverkusen, y los otros dos fueron para asegurar victorias por la mínima ante Real Sociedad (con autogol) y Shakhtar Donetsk. El resto fueron empates a cero con estos mismos conjuntos. Los ingleses poseen un equipo fuerte, pero desde la salida del banquillo de Sir Alex Fergurson y la llegada de David Moyes, los engranajes no han funcionado muy bien y el equipo no acaba de asentarse. Aun así, su rival es muy inferior; los griegos empataron a diez puntos con el Benfica pero su victoria 1-0 en uno de los partidos disputados entre ellos (el otro terminó en empate), le dieron el pase a octavos. El equipo de Míchel soñaba con estar en la siguiente ronda y lo ha conseguido; el resto es plantarle cara al United.

Otro de los duelos con mucho picante a su alrededor es el de Milán – Atlético. Muntari pidió a los colchoneros como rival por ser los más débiles y sus deseos fueron cumplidos. Ahora, eso de ser los más débiles queda en duda. Los de Simeone están abrazados con 44 unidades en la tabla con el Barcelona y solo dejaron escapar dos puntos en la Champions. Con Courtouis bajo los palos (12 veces imbatidos esta temporada) y Diego Costa en la punta (17 goles en Liga y 4 en Europa), pasando por Raúl García, Arda Turan, Koke y compañía, los piratas de Simeone apuntan bien alto en sus aspiraciones. Los italianos, rival con escaso potencial futbolístico debido a las malas gestiones del club, cuentan en su mayoría con estrellas eclipsadas, jugadores con más años que puntos en la tabla (es un mal chiste si tenemos en cuenta que solo acumulan 18 unidades en quince partidos), pero los de Allegri tienen algo a su favor: la historia, ese monstruo que gira en espiral para repetirse una y otra vez.

Ibra y compañía no lo tienen tan fácil como parece. El Leverkusen está en segundo puesto de la Bundesliga a siete puntos de la maquinaria de Guardiola. A pesar de tragarse 9 goles en dos encuentros frente al United, en los cuatro restantes aseguraron diez puntos para obtener el segundo cupo. Con Kiebling en la delantera, los teutones siempre resultan peligrosos y en octavos de final cualquiera puede vencer. Claro, los números de los delanteros del PSG, como mínimo, provocan un ligero arqueo de cejas; Ibrahimovic: 14 en Liga y 8 en Champions. Cavani: 12 en Liga y 4 en Champions. Puede ser una eliminatoria cerrada pero igual pueden caerle cuatro en cada encuentro a los alemanes.

El Schalke sí lo tiene feo ante el Real Madrid y la potencia goleadora de Cristiano Ronaldo. Con un nuevo récord impuesto en fase de grupo, el portugués da un golpe en la mesa para convertirse en máximo líder goleador en una temporada de Champions y se relame los labios ante la endeble defensa del exconjunto de Raúl González. Los merengues buscan, una vez más, la ansiada décima, la cual empieza a oler a maldición, no sé, quizás relacionada con el despido de cierto personaje bigotudo que les ayudó a levantar la octava y la novena. ¿Se imaginan una “maldición del bigote”? No hay otra manera de explicar las tres derrotas consecutivas en semifinales. Qué poco glamour para Florentino, un bigote mediático nunca ha encajado en su equipo ideal. Eso sí, me quedé con los deseos de ver al Bernabeu enfrentando a Ozil o Pellegrini.

El Galata se coló a una fiesta donde no estaba invitado y dejó fuera a la Vecchia Signora; los métodos de Mancini pueden no gustar, pero la efectividad no parece discutible. Ante sí tienen a les bleus de Mourinho, un equipo con tanta suerte como calidad en sus futbolistas. Sin una figura clara entre los goleadores a causa de la ausencia de un delantero potente y con pegada, la función de anotar está repartida entre todos. No obstante, Mourinho siempre ha conseguido buenos resultados con sus equipos y la presencia de un conjunto coral en la faceta goleadora trae más beneficios que problemas. Por su parte, los turcos tienen un equipo conformado con estrellas eclipsadas y jóvenes talentos que nunca llegaron a brillar con el fuego esperado, pero siempre se las han arreglado para molestar y colarse donde nadie los espera en Champions.

El Borussia Dortmund, subcampeón el año pasado y en un slump horrible en estos momentos, le ha tocado una de las peritas más fáciles del sorteo: el Zenit de San Petersburgo. No hay mucho para argumentar aquí; clasificados en el que quizás sea el grupo más difíciles de la historia, los de Klopp tienen pie y medio en cuartos, aunque si no levantan cabeza y mejoran su juego, no parecen un candidato serio al título.

El cierre del sorteo es tan espectacular como el primero de los partidos: Arsenal - Bayern Múnich. Se reeditan los octavos de hace un año, donde el actual campeón de Europa se las vio negras para pasar, gracias a los goles de visitante. Los de Wenger, después de un pésimo partido en casa, tutearon a los de Heynckes en su cuartel y casi les aguan la fiesta desde bien temprano. Ahora tendremos un encuentro entre los actuales líderes de Inglaterra y Alemania, y a nadie debe extrañar una posible eliminación tempranera de los de Guardiola. Sí, parten de favoritos, incluso para volver a levantar la orejona, pero los gunners vienen inspirados este año y también salieron victoriosos del grupo de la muerte. Además, algo de romántico tendría la eliminación del buque insignia de los teutones a manos de Ozil.

¿Cuándo serán los partidos? Los partidos de ida se jugarán el 18, 19, 25 y 26 de febrero, mientras que los de vuelta se jugarán el 11, 12, 18 y 19 de marzo. La final se jugará el 24 de mayo del 2014 en el Estadio da Luz de Lisboa.