Premio The Best… ¿para el mejor?(+Video)(+Foto)(+Infografía)

Por segundo año consecutivo, el Royal Festival Hall de Londres albergó una edición más de la entrega de los premios The Best que otorga la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). En un evento sobrado en glamour y con poco que envidiarle a la gala de los Oscar, el croata Luka Modric fue la gran estrella de la noche al hacerse con el galardón del mejor futbolista de la pasada campaña.

De esta forma, el centrocampista del Real Madrid, gracias a los votos de aficionados, seleccionadores nacionales, capitanes de equipo y periodistas, venció al portugués Cristiano Ronaldo y al egipcio Mohamed Salah, quienes quedaron como finalistas de un total de diez jugadores elegidos por voces más que autorizadas en el mundo del balompié.

Polémica, así fue esta tercera edición del The Best, pues a la ausencia de Cristiano y Lionel Messi se le sumaron algunas decisiones dignas de risa o de llanto, según como se vea, que permitieron, entre otras cosas, “sorpresas” como la presencia del arquero David de Gea y del defensor Daniel Alves en el XI ideal de la temporada, o como la inexplicable obtención del Puskas por “Mo” Salah.

Pese a esto, por la magnitud de la elección y por la responsabilidad que implica, quizás el tema más discutido por aficionados y especialistas deportivos de todas partes es si merecía realmente Modric el título de “mejor del mundo”. Antes de seguir, aclaremos dos cuestiones.

Primero. En la actualidad, difícilmente exista en el medio del campo un futbolista con la movilidad, capacidad creativa y aptitudes ofensivas del croata. Emplear cualquier adjetivo para calificar su influencia en el esquema de juego, tanto del Madrid como de su selección nacional, quedaría por debajo.

Segundo. Los votos de quienes tuvieron la oportunidad de ejercer su criterio son tan objetivos como demanda la subjetividad de cada cual. Sin embargo, en esta, como en otras ocasiones, da la terrible sensación de que ni siquiera la máxima entidad del fútbol a nivel mundial conoce a ciencia cierta qué hace destacar a uno sobre los demás.

(Infografía:Susana Lopez Palma)

Si consultamos lo contemplado en el artículo tres de la regla de adjudicación del premio de la FIFA veremos que la elección se realiza “de acuerdo con la actuación y el comportamiento general dentro y fuera del terreno de juego”. Entonces, aparece la pregunta del millón: ¿Se mide la calidad individual o los resultados colectivos?

De irnos por la primera opción creo no caer en absolutismos al decir que, de los finalistas, en CR7 recae ampliamente el peso de ser la figura más completa. Sus astronómicas cifras de 44 goles en igual número de partidos, unido a su habilidad individual y personalidad en el campo, hacen todavía de este fenómeno un jugador todoterreno.  

En cuanto a títulos, es cierto que la lucha entre Modric y “Superfly” se torna bien reñida, pues a nivel de clubes ambos ganaron lo mismo al ser hasta hace muy poco compañeros de equipo. La cuestión estaría en quién jugó mejor la Copa del Mundo y allí la balanza se inclina a favor del croata. No obstante, si de trofeos hablamos, ¿qué hace Salah entre los tres primeros?

Al parecer, la decisiva participación de Modric con la selección croata en la pasada Copa del Mundo influyó en su reconocimiento como el mejor jugador del año (Foto: Reuters)

A opinión de este mero aficionado, el The Best debe ser el título que celebre al más capaz, a la estrella, al que llene estadios. Por eso, no concibo a Messi o a Antoine Griezmann fuera a causa de “malas actuaciones”. Aunque tuvo un Campeonato del Mundo para el olvido, el astro argentino logró hacerse con la Liga española y la Copa del Rey y, por si fuera poco, fue el máximo anotador de toda Europa. La situación de Griezmann no es muy distinta, al ser eliminado junto a su Atlético de Madrid de la fase de grupos de la Champions, conquistó la Euro League y levantó el trofeo del Mundial.

Que no quepa duda, para nada la cuestión es si merece o no Luka Modric hacerse con un sitio de honor dentro de la élite futbolística actual. Sus actuaciones, campaña tras campaña, en uno de los conjuntos más competitivos y exigentes de orbe lo dicen todo. No obstante, resulta difícil creer que hace apenas unos años, futbolistas como Xavi e Iniesta (campeones nacionales, europeos y del mundo) no hayan hecho méritos suficientes para formar parte del selecto club de “los mejores” y que ahora, bajo la misma sombra de Messi y Cristiano, el croata sí.

Para mantener la autoridad y credibilidad de su trabajo a la FIFA no le debería bastar con “democratizar” y hacer pública cada elección. Establecer, al menos, una referencia por la que aficionados y especialistas puedan encaminar sus criterios y votos sería de gran ayuda para quienes amamos y sufrimos por este deporte.